¿Por qué el Presidente Maduro en una fase donde las cifras de contagios diarios por covid-19 son tan elevadas, repentinamente se le ocurre que nos pongamos a debatir si se retoman las clases presenciales en octubre?
Eso es como si en medio de un voraz incendio, en lugar de ocuparse de intentar sofocar las llamas, el dueño de la vivienda invite a su familia a discutir sobre el plan que tenía la familia hacer el fin de semana.
El Presidente, y sus asesores, saben de antemano, que no hay condiciones en el mediano plazo para reabrir las escuelas e instituciones educativas, por lo tanto, está planteando un falso debate cuando propone abrir un debate nacional sobre este asunto.
Este debate no es más que un distractor que pretende mantener (nos), durante las próximas semanas, a mucha gente, argumentando la conveniencia o la inconveniencia de retomar las actividades escolares.
Todos y todas en este país sabemos que por mucho que deseemos normalizar las actividades escolares, no hay en el horizonte inmediato perspectivas favorables a reabrir las escuelas, bajo ningún esquema. No tiene sentido invertir tiempo, discutiendo sobre un tema en el que se pone en riesgo la vulneración de los derechos a la salud y el derecho a la vida de niños, niñas, maestras y ciudadanía en general.
El Presidente Maduro podría invitarnos a debatir, más bien acerca de los procesos de postulación de candidaturas para las elecciones de diciembre de la Asamblea Nacional.
Que nos invite a debatir acerca de la conveniencia del incremento del salario mínimo para trabajadores, jubilados y pensionados.
Incluso podríamos debatir acerca de cuerpos de seguridad y los grupos élites (FAES) y el respeto de los derechos humanos.
Hay muchos otros asuntos que podríamos debatir en la crisis tan difícil que vivimos en nuestros días.
Me niego a debatir sobre un tema indebatible. Invito a quienes se suman a este falso debate a que no participen de este "chantaje".
El debate se culminará presentando como conclusión definitiva que todos, en ánimos de preservar la salud y respetando el derecho a la vida de todas y todos, mantengamos las escuelas e instituciones educativas a buen resguardo, como se ha hecho desde que se inició la cuarentena en el mes de marzo.