Hegel túvole miedo al medio, tanto mas y más que Aristóteles. Aristóteles, ocultólo, encubriólo por mas y más de treinta siglos, en su Gran Moral, en que aparece entre el exceso y el defecto. Mas y más, Hegel, no lo capturó, no lo aprehendió, no lo vio en la Gran Moral, y, estoy bien seguro, a buen seguro, que de haberlo visto, el medio, Hegel, hubiéralo denunciado. Mas y más, Hegel, llega a la unidad de contrarios, de la tesis de Heráclito, en que Hegel dijera que: "No hay tesis de Heráclito que yo no haya incorporado en mis estudios en mi lógica". Mas y más, Hegel, hablónos de la síntesis, que emerge de entre la tesis y la antítesis, Hegel, estaba tocando el medio. Mas y más, Hegel, siñóse del principio del tercio excluso aristotélico, a según el cual: "Entre dos términos contradictorios no cabe término medio", y, Hegel, no vio que Aristóteles, había dicho en su Gran Moral que: "Que entre el exceso y el defecto, necesariamente, forzosamente, inevitablemente, ha de haber un medio". Medio al que Aristóteles túvole miedo, y, arrumbó por mas y más de tres mil años. Y, que George Bush, maximizada capitalista imperial neoliberal, desnudárase en defensa de la ley del tercero excluido, y, sin tapujos, ni tapabocas ni complejos de coronavirus, con el derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorkinas, el 11/09/2001, de la Virgen de Coromoto Venezolana, defendiera, el decir, al decir con nefando parlamentario discurso discursivo altisonante: "¡O Estás conmigo o estás con mí enemigo!" A lo que este cura ignaro raro cleuasmo asno, agradécele a Aristóteles, el medio al que Hegel, por carambola histórica osmótica, túvole miedo. Y, sin ese datazo, del medio entre el exceso y el defecto, de Aristóteles, este cura ignaro raro cleuasmo asno, jamás de los jamases, hubiera dado el batazo, que no el batacazo, de los casos límite contradictorios caliginosos, apoyado en el exceso y en el defecto aristotélico y su medio, al que túvole miedo, Aristóteles, y escondiéralo por años el filósofo de Estagira, y, del que hase, podido nutrir este cura, al haber podido desarrollar la tesis de los aspectos límbico antagónicos ambiguos, afirmando que entre todos los casos límite contradictorios caliginosos, de la forma ser y noser, ser y saber, lo real y lo racional, lo lógico y lo ontológico, la tesis y la antítesis, ha de surgir la síntesis, mas y más, Hegel no dijo que esa síntesis diérase en el medio estagirita oculto. Y, todo estos casos límite contradicctorios caliginosos, últimos son autoría de Hegel, que no viera el medio, y limitóse a omitir el medio, al que Aristóteles, túvole miedo al pensamiento ad absurdum socrático. Sócrates, si lo expresaba y además, extraíaselo a sus interlocutores, ni más ni menos, con la verdad profunda socrática, entre los caos límite contradictorios caliginosos, la pregunta y la respuesta, y con cuyo método ad absurdum mayéutico socrático, Sócrates pegábase a los sofistas. Y, el método ad absurdum mayéutico socrático, que fuera copiado de Heráclito, abanderado de las contradicciones, el de las sucesiones armónicas simultáneas contradictorias, metódico conjunto operativo reglado, que pegárasele a muchos esclarecidos estudiosos, después. A Heráclito, copiáronlo, a mas y más, Sócrates, Platón, Pascal, Russell, con la mayéutica ad absurdum demostrativa socrática, entre el ser y el noser, entre teorema directo y el teorema indirecto, entre el exceso y el defecto, en el medio, en la verdad profunda socrática, en la indeterminación védica abismal, en el tercio incluso aristotélico abisal, en la verdad cortazariana profunda, a Heráclito, copiáronlo, en que, cada uno y todos ellos, dijeran que, con palabras más y sin palabras más: "Una contradicción es la raíz de todo movimiento de toda manifestación vital." Mas y más: "Una contradicción lo implica todo, con ella se puede demostrar lo que se quiera." Mas y más: "Para una mejor demostración, sustitúyanse los entes definidos por sus definiciones." Mas y más: "Toda definición y toda filosofía, es una explicación." Mas y más, solo y sólo, los poetas, visión y evasión, fúganse, evasivos buscan el rincón de la palabra que su salvación lírica labra." Mas y más, todo poeta es irresponsable, no tiene que demostrar nada, y, poeta que no sea irresponsable, no es poeta, Ludovico, lo sabía, y, se movía como un peso pluma. No obstante la poesía es contenido, tanto como la ciencia, que contiene el continente de continentes, como lo es la filosofía. Y, que mas y más, y que valga y que venga la divagancia y la no divagancia, Hegel túvole miedo al medio, tanto como Aristóteles, este con el conocimiento claro y aquel sin el conocimiento claro, por seguir al estagirita y a su tercio excluso de la lógica elemental escolástica estagirita, que reinara por treinta siglos, hasta, la Virgen de Coromoto, y, ustedes ya lo saben, no sea que me endilguen, a todo pulmón desaforado, lo del diputado Pineda, de San Carlos: "¡Sácamelo Miguer, no puede sel!"
Con digresión y sin digresión Hegel túvole miedo al medio, tanto mas y más que Aristóteles. Aristóteles, ocultólo, encubriólo por mas y más de treinta siglos, en su Gran Moral, en que aparece entre el exceso y el defecto. Mas y más, Hegel, no lo capturó, no lo aprehendió, no lo vio en la Gran Moral, y, estoy bien seguro, a buen seguro, que de haberlo visto, el medio aristotélico, Hegel, hubiéralo denunciado. Hegel, quedóse, en el tercio excluso del filósofo de Estagira, y, de lo dicho hemos de afirmar y dar por cierto, que hemos de tener una marginalidad temporal oculta en la Gran Moral Aristotélica, de tres mil años, y, esa marginalidad temporal oculta aristotélica, de juro y a juro, ciertamente y a buen seguro, Aristóteles, diérala al tercero incluido estagirita, y, en abierto apoyo y a favor de otorgar el cuarto al pregonero, al tercero excluido estagirita. Y, en esto cayeron muchos filósofos, científicos, estéticos, éticos y religiosos, y, aun y aún, y que, solo y sólo, quien saltara el círculo infernal agustiniano, fuera Santo Tomás de Aquino, que habiendo visto aquello de Aristóteles, y la onda expansiva del filósofo estagirita, púdolo cristianizar. Y, bueno, el que ívase contra Aristóteles, ívase contra la Iglesia. Y, aun y aún, la mentalidad de la edad media, duró, hasta el derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorquinas, y, que sobre los escombros, el discurso parlamentario nefando georgebushiano: "O estás conmigo o estás con mi enemigo". Afirmación, que deviene del principio del tercio excluso aristotélico, y, que es el afinque del capitalismo imperial neoliberal. Con divagancia y sin divagancia, Hegel, túvole miedo al medio, pese a lo de la unidad de contrarios, pese al principio lógico de la identidad, pese al principio de la asimilación, pese al principio de la igualdad, pese al principio del equilibrio, pese al principio de la complementariedad, y, pese a la tesis y a la antítesis, casos límite contradictorios caliginosos, que tócanse en el medio y, del que ha de surgir la síntesis, sí ahí, en el slash diagonal socrático del cuadrángulo rectángulo euclidiano, en la hipotenusa del triángulo rectángulo pitagórico, en que se dan y se obtiene las mejores resultados sintéticos hegelianos, entre el teorema directo y el teorema indirecto, entre la tesis y la antítesis, en la optimalidad ortogonal pitagórica, medio, al que Hegel, túvole miedo, y, atrapóle el círculo infernal agustiniano, al que no pudo saltar, pese a que saltara su propia sombría penumbra whitmaniana sintética entre la tesis y la antítesis. ¡Sácamelo Miguer, no puede sel!, diríame Hegel.
Si Hegel túvole miedo al medio, tanto mas y más que Aristóteles. Aristóteles, ocultólo, encubriólo por mas y más de treinta siglos, en su Gran Moral, en que aparece entre el exceso y el defecto. Entonces sea dicho que Hegel, no lo capturó, no lo aprehendió, el medio aristotélico estagirita, no lo vio en la Gran Moral. Ergo vergo sea dicho que a buen seguro, de que de haberlo visto, al medio estagirita aristotélico, Hegel, hubiéralo denunciado, de prisa y corriendo y a uña de caballo. Ergo vergo sea dicho que, no obstante, Hegel, hubiera dicho: ¡Sácamelo Miguer, no puede sel!