El pueblo de Venezuela tiene que asumir con hidalguía y responsabilidad revolucionaria, las venideras elecciones a la Asamblea Nacional, el seis de Diciembre del presente año. 6-D 2020.
El pueblo se juega su carta más importante. Tiene en sus manos el mejor mecanismo de protesta posible, y tiene que ejercerlo.
Este pueblo, de casta heroica y guerrera, no puede darse el lujo de perder su irreverencia, su espíritu contestatario y ese conocimiento político que nos dejo el comandante Hugo Chávez.
No hay en la clase política venezolana, suficientes argumentos para solicitarles el voto a los venezolanos.
El análisis más rápido, puede hacérsele a la oposición venezolana. En mi humilde entender, en esas filas, no hay una sola persona que merezca un voto, y que me perdonen las excepciones que puedan haber.
Desde solicitar la invasión militar, por el tigre de papel del norte, ejecutar intentos de golpe de estado, magnicidio del presidente, hasta robarse los recursos como el oro depositado en Inglaterra, las empresas citgo y monómeros, son suficientes argumentos como para utilizar la frase de Héctor La Voz: HUM, NI PARA ALLA VOY A MIRAR.
El caso de la revolución bolivariana es más complejo. Es triste ver como a Chávez se le fue la vida en la construcción de un modelo político, con bases revolucionarias y orientado al bienestar del pueblo de a pie, que hoy esta perdido. Perdido en la ineficiencia, en los "revolucionarios" burgueses, el amiguismo, el jalabolismo y la falta de toda moral y ética revolucionaria. Seguramente, también hay excepciones.
Hoy, he estado leyendo con detenimiento los candidatos a diputados por el psuv y lo que llaman el gran polo patriótico. Es más de lo mismo. La macolla de siempre. Te saco de diputado y te mando de ministro, te saco de ministro y te mando de diputado y así, sucesivamente. Ninguno de ellos garantiza un cambio radical en las políticas económicas y sociales que requiere el país. No tienen voz propia.
Son los mismos de la Asamblea Nacional Constituyente, que prometieron volver a Chávez, que prometieron hacer la revolución irreversible, que supuestamente, eran un supra poder, necesario para reorientar el destino del país y ?que hicieron? Pónganse la mano en el corazón y díganle a Venezuela cuales son sus logros, que realmente benefician al pueblo.
Ahora, nos prometen y nos aseguran, que con una AN, de la macolla, si se va a arreglar todo. Todos sabemos que eso no es verdad. La historia reciente los delata y los desenmascara. No lo harán. No corregirán nada. Seguirán acumulando poder y riquezas, mientras el pueblo se inmola.
No mientan, no digan que la oposición acabo con la actual AN. Digan la verdad, digan que la destrucción de la AN actual, les convenía a ambos bandos. A unos por intereses monetarios y a los otros por no reconocer la derrota política de sus acciones y el temor real de perder el poder.
Desde luego que es innegable que existe un bloqueo feroz, por parte de los EEUU, es cierto que la pandemia del Covid-19, es ruda y que coloca a cualquier país en condiciones realmente precarias, pero Venezuela, como país y como pueblo esta muy por encima de eso, que con una conducción acertada las dos coyunturas se pueden sobre llevar y vencerlas sin comprometer el bienestar del pueblo.
Seguro que tempranito, Maduro, me dirá imbécil, hablador de gamelote e infantiloide. Le arrecha la critica, lo exaspera la verdad, le da piquiña no tener argumentos morales para ver a los ojos del pueblo y no cumplió la misión encomendada por Chávez.
NO ESTOY PROPONIENDO ABSTENCION, NO.
Propongo alguna forma o manera, de que tu voto sea contado, pero que no vaya a ninguno de los candidatos.
Un alto porcentaje de votos nulos, es una bofetada a los que piensan que engañan al pueblo y una forma de decirle a la comunidad internacional que este pueblo tiene suficiente madurez política y social para conducirse, que creemos en la democracia, que luchamos por ella y que podemos solventar nuestros propios problemas.
Tendrán que entender, tanto oficialistas como opositores, que el pueblo rechaza la forma como ambos bandos han destruido este país, que tienen al pueblo pasando hambre y sin esperanzas de mejorar mientras ellos estén allí, con esa visión equivocada de país.