Camino equivocado

Lunes, 07/09/2020 08:03 AM

Alex necesitaba atención médica urgente para determinar si requería de
una intervención quirúrgica o no por un problema en el sistema
digestivo que lo torturaba desde hace un par de décadas.

Su amiga Josefina se ofreció a llevarlo al médico, al llegar al
hospital, fue llevado a un área fuera de la emergencia y de la bulla
de la gente, lo metieron en una habitación, le colocaron una inyección
que pronto comenzó a hacer efecto narcótico, miro por la ventana y
luego de observar el horizonte pensó en el extraño silencio sepulcral
que inmediatamente lo hizo reflexionar de que lo habían ingresado al
área equivocada.

Antes de que Josefina abandonara el hospital ya Alex se había fugado
del centro de salud ubicado en la Cabimas pero curiosamente camino
algunas cuadras y le pregunto a una señora que hacia donde quedaba el
Puente.

La señora le dijo que era muy lejos y le ofreció alojamiento porque ya
era tarde, sin embargo él le dijo que intentaría llegar a su destino.

Caminando hacia las inmediaciones del Puente sobre el Lago se da
cuenta de un detalle: el paisaje, la arquitectura urbana de las
viviendas, comercios y vialidad no se parecían a Maracaibo sino a
Valencia, quizás algunas zonas de Caracas pero le restó importancia,
solo quería llegar a su casa.

Encontró un grupo de gente pidiendo cola porque no había transporte público.

Habló con los presentes, les dijo que vio un autobús cerca y les dijo
que él podía hablar con los guardias para que les permitieran cruzar
el puente pero que no tenía pasajes, la gente le dijo que ellos
pagarían su pasaje si lograba convencer a los funcionarios.

La respuesta de los guardias fue negativa pero les dieron la opción de
permitir cruzar el puente a primera hora del día siguiente.

Todos retornaron a los lugares donde estaban y Alex volvió a recoger
los pasos en busca de la señora que le ofreció alojamiento pero en el
retorno se dio cuenta que el paisaje que había transitado
anteriormente era distinto, por eso se dijo así mismo: "ella me llevo
por el camino de la locura y la perdición".

Moraleja: muchas veces quien nos guía puede llevarnos por el camino
equivocado con o sin mala intención, lo importante del asunto corregir
el rumbo porque para todo hay tiempo en esta vida.

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