COVID- 19, la guerra hibrida biológica para controlar el poder por fuerzas imperiales

Sábado, 12/09/2020 08:27 AM

Era necesario conceptualizar la realidad y las múltiples realidades que de manera sistemática nos llevaba hacia la naturaleza, quería radiar el abanico porque la gente se volvía un tropel sobre las olas del mar y las orillas de las playas desde la sede del Castillo del Cerro Azul hasta Cumarebo en las costas falconianas estaban llenas de anofeles y picaban más a los chicos y los infectologos del momento no encontraban que hacer porque había interrogantes y todas las dudas, en mi caso me llevaban a los laboratorios, teniendo en cuenta mi preparación política por agentes secretos y extranjeros traídos por Rómulo Betancourt en un principio y en el tiempo por Carlos Andrés Pérez para modernizar al Estado. Esas, eran las recomendaciones de Alemania y un grupo mínimo de rusos que llegaron al país para dar sus orientaciones técnicas, más debían regresar pronto por razones de no querer opinar en asuntos políticos de poco interés, ya que Fidel lucia desconcertado y se abría hacia La Habana.

Dormía cerca del mar en una choza, comenzamos a trabajar una semana antes, usaba una mascarilla o barbijo de tela verde y azul que me había cosido una jovenzuela italiana y el cuerpo me lo frotaba con aceite de bebé y un repelente. Un poco lejos, una pequeña fogata, en el estacionamiento se encontraban las dos ambulancias de La Cruz Roja, solo para casos de emergencia. Cada Semana Santa, los socorristas de La Cruz Roja en Puerto Cabello teníamos que estar regados en la costa porteña y de Falcon. Lo que más temía era a la plaga, estaban allí y no se habían mutado en su fase genética

Hoy, nos damos cuenta que los socialistas venezolanos destruyeron el país, colocaban en cargos públicos a ciudadanos sin talento y las medidas de prevención y de políticas públicas hacia obras de magnitud sobre el Metro de Caracas, la atención a las Cuencas y Afluentes de agua fueron desentendidas, como el gas, refinerías y el orden urbano.

Esto, trajo como consecuencia que los roedores y depredadores se trasladasen a las zonas urbanas del Puerto hasta llegar a Valencia, sobrepasando las faldas de montaña, lo que vemos es puro zancudos y plagas que infectan nuestros cuerpos y por la mala alimentación, nos encontramos expuestos al camino de la muerte. Hoy, pasados los años, el COVID-19 es una realidad junto a las cuarentenas y confinamientos.

Es una cuestión de decisión y de evaluación continua. Tengo una lucha con mosquitos, ratones, ratas, gavilanes, plagas porque los vecinos no colocan la basura en los lugares de destino por parte del ayuntamiento, son sucios y cochinos.

Es la verdad

Es una cuestión de análisis de contenido, fui la semana pasada al cabildo a sacar la fe de vida para los sobrevivientes, en mi caso, en la oficina de pensionados y jubilados de carácter interno y volví a regresar, la empleada, muy oficiosa, no había ido a laborar desde que se inicio las jornadas de cuarentena, de no sacar la hoja que refleje que estoy vivo, me suspenden el pago. No vi a nadie, el resto de la alcaldía en su campo administrativo si trabajando.

Todo sorprende. Es insólito y mágico lo que sucede.

Un día, un buen amanecer o atardecer, un criterio empezó a divulgarse, los Imperios no querían el Cuzco como centro del gobierno espiritual de América Latina, un continente bañado por dos mares y de inmensas riquezas naturales y que todavía conserva una gran fuerza espiritual.

La población inmigrante contribuyo a desarrollarse y los procesos de integración social comenzaron a darse.

El Perú, es la ciudad eterna, lugar de apropiación y fortaleza de la etnia indígena, Capital del Antiguo Imperio, dividido, en Aztecas, Mayas e Incas. Alrededor miles de tribus que cuidaban esa esencia entre montañas, torrenteras y plantas medicinales.

Hoy, los venezolanos salieron hacia el Sur, buscando esa orientación espiritual y un punto de trabajo, porque gente inepta tomo el poder de Venezuela que no siguió los planes de desarrollo dejados por Carlos Andrés Pérez y Hugo Rafael Chávez Frías. Hoy. Nuestro país esta destrozado. Un pueblo triste y una ciudad en silencio.

Pero, hay una voluntad de país que desea argumentar y convencer sobre la realidad de crear una ciudadela republicana, una sociedad plenamente patriótica, no languidecer ante el mal. Somos la Venezuela del futuro. Es el argumento en lugares públicos, es convencer que hay una patria que debe ser libre y es el final de una experiencia.

Hay que estar en la corriente de fragmentación del país, pero que es sostenida en una unidad política, lo que deseo decir es que nos encontramos en una guerra biológica, de bacterias y microorganismos, manifestada en una orden mundial de contaminación bioquímica, es el COVID-19.

Así que todo comenzó por un mosquito y termino en murciélagos y pangolín. Hasta los perros tienen su feria, es la era o ciclo de lo morboso, de comer animales no recomendados por su caracterización biológica, nos encontramos entre mitos, guarimbas, alteración de los ciclos de la naturaleza, desforestación y cambio climático. Esto, denota estimular la inestabilidad en continente virgen, es una lucha semántica por descubrir la verdad y es saber utilizar la comprensión para llegar a la verdad.

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