Los tres filtros de Sócrates: la verdad, la bondad y la utilidad son puestos en ejecución por la revolución bolivariana venezolana socialista y antiimperialista, en la acera de enfrente despistados que no ocultan su siniestro proyecto de derrocar el socialismo bolivariano, inclusivo, humanista y participativo. La historia política Venezuela siglo XXI evoca por la mayoría, el himno nacional en la frase aprendida desde niños "que el yugo lanzó"
El imperio diabólico del capital foráneo y la alcahuetería endógena, aprieta su inhumanidad anti venezolana y la hace resonar hacia el ámbito internacional, pisotean la autodeterminación de los pueblos, y en piara enchiquerada irrespetan la soberanía de cualquier país, enviando al degredo la Carta de Naciones Unidas. Borricos politiqueros procedentes de empresas privadas, ejercen el poder político en forma desastrosa, viajando sus funcionarios a naciones vecinas a Venezuela, a describirnos país contagioso.
Despojados de honestidad, racistas por excelencia, comprometen gobernantes satélites en la cercanía a nuestra nación, inventan feroces medidas de coacción homicida, y sin el disimulo de otras épocas los USA ven el despliegue de acciones que permiten a su propia gente darse cuenta por qué en EE UU no hay golpes de estado, sencillamente porque no hay embajada gringa.
Motivaciones destinadas a la campaña de reelección del magnate orate que aparece lejos de vencer en Noviembre, apunta a otra actividad invasora como las cometidas en Guatemala, Chile, Nicaragua, Cuba, Grenada, República Dominicana y Panamá, matando en nombre de su "democracia perfecta", concepto mitómano al que todo el orbe pensante desconoce.
Lo despreciable es que venezolanos respalden la barbarie con su incomprensión ante los apagones diarios, sin considerar que hay saboteos programados por opositores delincuentes, y oficialmente racionamientos de electricidad, por razones de seguridad. Disminuidas las grotescas caceroladas, pitazos y mentadas a la progenitora del Presidente, las destempladas expresiones vulgares de amargura, no alcanzan el paroxismo de oportunidades anteriores.
El apagón de inteligencia de los que piden más medidas de sofoco a Venezuela, la economía, la salud, les importa un carajo la pandemia, y les sirve para esconder el éxito venezolano en el combate a tiempo al coronavirus. Los saboteadores deben ser objeto de castigo penal, y no únicamente por su inmoralidad manifiesta, sino porque se les va la luz, al destacar sus disparatados apagones mentales.
Siempre majaderos en el ejercicio de la lucha política, se niegan a darle extensa cobertura a numerosos triunfos de deportistas venezolanos en el exterior, temerosos de admitir la generación de oro de atletas en múltiples disciplinas, durante 22 años y medio de administraciones socialistas antiimperialistas, en que los nuestros están OK, y la política de oposición K O.
Habitamos un mundo estúpido, ejemplo Inglaterra que mantiene relaciones con el Presidente Maduro, y el Tribunal de Apelaciones de Londres decide si devuelve, reservas de oro venezolano que en 2019 las pasaron a Juan Guaidó "hasta que se celebren elecciones creíbles…". Piratas británicos bancarios apropiándose de 1.300 millones de dólares por razones políticas salvajes.