Jugando con el hambre y la miseria de los desamparados de siempre

Miércoles, 23/09/2020 08:07 AM

Las elecciones en Venezuela, es todo un escenario lleno de engaños, mentiras y traiciones, donde el objetivo es no quedarse fuera del reparto de ese festín electoral, que promueve la clase política parasitaria, viviendo del erario público y colocándose al servicio, en condiciones celestinas, del capital imperial.

Todo parece indicar que esta campaña electoral, al igual que otras, se está caracterizando por el reparto de un salchichón llamado mortadela y los ya conocidos sancochos para los desamparados de siempre.

El hambre de esa inmensa mayoría de venezolanos, que habita en nuestros barrios y campos, se ve obligada asistir cuando se le convoca hacer acto de presencia en las ya conocidas reuniones electorales, pues un trozo de salchichón es bueno para mitigar la hambruna y si es sancocho también es bueno, ligando que dentro del mismo se saque la lotería con un hueso que tenga carne, pues nuestra gente hace tiempo que no la ve porque es imposible comprarla.

Mientras tal vileza es utilizada para hacer campaña electoral, los educadores venezolanos brillan por su ausencia dentro de la llamada aula virtual, esperando que el Ministerio de Educación cumpla con su contrato colectivo pisoteado por Maduro, bajo la batuta del operador político Aristóbulo Isturis, mejor conocido en los pasillos de las organizaciones políticas como "el camaleón" por aquello de cambiar el color, primero fue militante de AD, más adelante del MEP, paso por las filas de Causa R, Patria para todos (PPT), para incorporarse por ahora, al llamado PSUV.

De otro lado, el gobierno reparte los ya famosos bonos para que la gente trate de mitigar el hambre que el propio gobierno genera junto a las cajas del llamado CLAP, donde la harina en sus distintas modalidades llega a los desastrados de siempre, todo esto genera un severo control social característica del fundamentalismo fascista que permanentemente se encuentra pisoteando la dignidad del venezolano. Y como si nada sucediera en opinión del gobierno, nuestros médicos mueren en los hospitales en su lucha contra la pandemia del COVI 19, por no tener la dotación adecuada que les proteja de tan terrible flagelo.

Es todo un escenario lleno de engaños, mentiras y traiciones donde el objetivo es no quedarse fuera del reparto de ese festín, que vuelve a la clase política parasitaria, viviendo del erario público que sólo sirve para saquear el país, colocándose además al servicio en condiciones celestinas del capital imperial, con un discurso hueco y vacío, cuya consigna central es "VOTE POR MI".

Es de esta manera que podemos caracterizar las campañas electorales en Venezuela y después de la misma, los desamparados de siempre seguirán viviendo de la esperanza y viviendo en la pobreza de siempre.

De allí que es necesario –para esa clase política- mantener a ese pueblo en la pobreza, en la ignorancia, confundido, enajenado mentalmente para poder manipularlo y de esta manera seguir con el control del poder.

CONCIENTIZAR PARA ALTERAR EL ORDEN ESTABLECIDO

En cada ser humano, hay un sentido creativo producto de la inteligencia y cuando se pone a funcionar, necesariamente entra en un proceso ontocreador y ese proceso ontocreador que tiene todo ser humano, al estimularse, al ejercitarse, estaremos concientizando la triste realidad que vivimos, al mismo tiempo que nos prepara para poder enfrentar la lucha por la necesidad que tenemos de emancipar la patria con nuestros propios recursos.

Esta situación de lograrse, se ira creando y concientizando el verdadero poder que se encuentra en el pueblo, se ira estableciendo en nuestra gente la fe en sus propias fuerzas, destruyendo en él la cara más peligrosa que ha dejado los procesos colonizadores que nos ha tocado vivir en el ayer y el presente, dejando atrás ese complejo de inferioridad que nos han tocado vivir y que ha impedido la elaboración de un proyecto propio que se puede concretar en una nueva civilización alejada de la influencia anglo-americana que proyectan y han impuesto los impulsadores del llamado socialismo y capitalismo. Se trata de retomar el ideario de nuestro Simón Rodríguez, quien ya había advertido sobre esta tragedia que nos ha tocado vivir.

Hoy más que nunca, existe la necesidad de crear las escuelas populares itinerantes para la formación, discusión, investigación, concientización. Todo al servicio de las comunidades para poder encontrar la posibilidad de un tercer camino distinto al que está imponiendo el nuevo orden mundial, impulsado por ese paradigma globalizador. Si entendemos tal propuesta estaremos conscientes de que sólo el pueblo, salva al pueblo.

 

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