La desaparición física de enemigos políticos mediante el asesinato, va de la mano con la democracia representativa. Lo vivimos en Venezuela, tierra de masacres en gobiernos adecopeyanos, lo vive Colombia diariamente. Por escribir estos pareceres que revelan verdades del análisis político personal, recibí una larga comunicación por internet, con amenaza y vulgaridades preguntando ¿Dónde me voy a meter cuando se vayan estos h d ps y c de ms corruptos revolucionarios.
Coincidiendo con la respuesta que dí aunque suelo ignorar insultos y vulgaridades, veo a Tarek William Saab indicar que el Ministerio Público ha imputado 1.000 funcionarios que han incurrido en violación de derechos humanos, desde agosto 2017 cuando inició su gestión de Fiscal General. Condenados por tribunales 140 agentes del Estado, por el mismo delito.
Saab explicó que la actuación incorrecta forma parte de una cultura en Latinoamérica combatida por él en su gestión, ejemplo, el caso de la masacre de Barlovento donde cayeron asesinadas 12 personas. Por este crimen fueron aprehendidos 10 oficiales, imputados y acusados; dos de ellos que admitieron su responsabilidad directa, fueron condenados a más de 20 años de cárcel.
Policías Metropolitanos encarcelados por sus crímenes el 11 de abril de 2002 no serán indultados, porque asesinaron inocentes, violando los Derechos Humanos. No sigo copiando informativamente lo dicho por el Fiscal Saab, despido la "ácida" advirtiendo que en momentos de indultos presidenciales opositores han tratado de incluir de contrabando a dos hermanos de la entonces PTJ, autores materiales por el C4 que mató a Danilo Anderson. Así son.
Tremenda diferencia la de Venezuela 2020, una vez superada la actuación de la prófuga de la justicia y traidora a la revolución, Luisa Ortega Díaz, Fiscal anterior a Saab, que contaminó a la Fiscalía en compañía de su esposo el Diputado opositor Ferrer, ambos abandonados en el exterior sin nadie que los defienda, pero gozan de un exilio dorado.
Lastimosamente la "cultura" del abuso policial se mantiene en este modelo capitalista rentista nacional, con visos parecidos a la abusocracia y represión que vemos en países vecinos. No se ha borrado la conducta policial de la Venezuela anterior al socialismo revolucionario, y al suceder abusos, son aprovechados por la oposición para la pantomima de afirmar que somos nación violadora de derechos humanos, y no informar detenciones, condenas y destitución de militares, policías y funcionarios civiles.
El modelo "representativo" alcahueteado por la prensa en naciones vecinas y lejanas, descalificó a Chávez y ahora a Maduro, sin señalar máculas del capitalismo salvaje en gobiernos títeres de gringolandia. La gente se come el cuento, al desconocer aspectos políticos y vivir vidiotizados por la "cultura" fanática de USA y su influencia mundial, que justifica masacres, invasiones, represión, torturas y violencia callejera en aras de y la "democracia mercantilista", la que pide elecciones ya, y luego no va.