La invasión a Panamá por el gobierno de USA, en diciembre de 1.989, significó un acto político-militar de gran trascendencia para Latinoamérica y el gobierno norteamericano por varias razones, entre ellas:
1) La proximidad de la entrega al gobierno panameño en 1.999, del control del Canal de Panamá, acorde al tratado Torrijos-Carter, de 1.977, así como la retirada total del ejército norteamericano de la zona del Canal.
2) La abierta resistencia del General Manuel A. Noriega a las directrices de Washington, a pesar de haber sido ficha de la CIA y de la DEA.
3) El crecimiento y equipamiento del ejército panameño, para la toma del control militar y la administración del Canal.
4) Las conversaciones y acuerdos con el gobierno y empresas de japón, para un estudio sobre mejoras y ampliación del canal inter-oceanico, iniciadas durante el mandato del General Omar Torrijos.
5) La pérdida del puente de suministro de grandes volúmenes de droga para financiar a los Contra en América Central, principalmente en Nicaragua.
6) La solicitud del gobierno panameño, de que la famosa y tenebrosa Academia Militar, mejor conocida como "La Escuela de las Américas", la cual funcionaba desde 1.946, debía abandonar el territorio panameño.
Previo a la invasión, ocurrieron algunos hechos que vale la pena destacar, veamos algunos:
1) A mediados de mayo, 1.989, el Presidente George Bush, padre, en una conferencia de prensa pidió a las Fuerzas de Defensa de Panamá destituir al General Manuel A. Noriega.
2) En junio del mismo año, las fuerzas estadounidenses bloquearon el paso de una autopista de uso común, impidiendo el paso de un grupo importante de Parlamentarios panameños, dirigentes políticos panameños y latinoamericanos.
3) Los enfrentamientos entre miembros del Comando Sur y las Fuerzas de Defensa de Panamá seguían aumentando.
4) En agosto, el ejército norteamericano detuvo a 29 personas, entre ellas tres oficiales de las Fuerzas de Defensa de Panamá, una Autoridad Civil y cinco periodistas.
5) Cuatro días antes de la invasión, muere un oficial del ejército estadounidense en un intercambio de disparos con su contraparte panameña.
La desestabilización en Panamá se intensifica, para lo cual el gobierno norteamericano propicia el descontento popular, aglutinando además, a algunos partidos políticos identificados con los grupos oligárquicos y la alta burguesía. Sin embargo, la poca credibilidad de estos grupos no era suficiente para liquidar al General Noriega; pero una excelente campaña publicitaria dirigida por los medios de comunicación estadounidenses, más la considerable ayuda económica aportada por la USAID y la NED, permitió oxigenar y fortalecer a la oposición, mientras que las Fuerzas de Defensa se debilitaban.
En este contexto, el gobierno de G. Bush, crea las condiciones para derrocar al General Noriega, desmantelar las Fuerzas de Defensa de Panamá y reestructurar el control del Canal, no como un enclave colonial, pero sí Neo-colonial, a través del control total del gobierno panameño, lo cual se pone de manifiesto cuando el ejército estadounidense juramentó al nuevo Presidente de Panamá, escogido por ellos, en una base militar en el Canal.
El Presidente G. Bush justificó la invasión a Panamá en base a las siguientes razones:
- La protección de la vida de los norteamericanos que vivían en Panamá.
- Restaurar el sistema democrático.
- Asegurar el buen funcionamiento del Canal.
- Capturar al General M. Noriega, para que compareciera ante la justicia estadounidense por tráfico de drogas y lavado de dinero.
El escritor y Analista político panameño Julio Yao, publicó en el diario La Estrella de Panamá, del 5 de abril, 2017, cual fue el verdadero objetivo de la invasión militar. Según el texto de un Memorándum Secreto-Sensitivo del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano, de fecha 8 de abril, 1.986, se describía lo siguiente: "Nuestro objetivo es desestabilizar el país sin arriesgar nuestra presencia e influencia allí, y al mismo tiempo tener una base legítima para abrogar (léase revocar) los tratados Torrijos-Carter". Además, se planteaba "Asegurar el control del Canal más allá del año 2.000 y sacar del juego al Japón, en su pretensión de involucrarse en cualquier aspecto del Canal y rivalizar con su poder" En dicho Documento también se establecía que "Nuestra política debe desarrollarse a lo largo de las siguientes líneas: una campaña de acciones encubiertas para desestabilizar a Panamá, acusando a las Fuerzas de Defensa de Panamá, particularmente al general Noriega, de tráfico de drogas y de estar vinculados a los servicios de inteligencia Cubano y de Estados Unidos"
A diferencia de la invasión de Granada en 1.983, sobre la de Panamá hay disponible una extensa fuente de información, la cual incluye:
- Libros: La invasión estadounidense a Panamá, de Ricaurte Soler (1.991); Panamá, 20 de diciembre de 1.989: ¿Liberación… O crimen de guerra?, de Roberto N. Méndez (1.994); Panamá 1.989-90, de Gordon L. Rottman (1.994); La verdad sobre la invasión (Centro de Estudios Latinoamericanos), de Olmedo Beluche (1.990).
2) El Documental "Invasión", de Abner Benaím (2.014).
3) Panamá Files (https://panamafiles.revistaconcolon.com/).
4) Periódicos: La Estrella de Panamá; El Diario Panorama Católico y el Diario Social.
5) Numerosas Entrevistas, incluyendo una por correo al General Manuel A. Noriega (1.993).
6) Reportes e informes de Instituciones y numerosas Organizaciones de Defensa de los Derechos humanos: La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y La Organización de Estados Americanos (OEA); La Estación de Control Sismológico de Panamá; El Instituto de Medicina Legal; La Comisión Interamericana de los Derechos humanos (CIDH); El Centro de Estudios Estratégicos de Panamá (CEE-Panamá); La Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Centroamérica; La Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU); La Comisión 20 de Diciembre de 1.989; La Asociación de Familiares de los caídos el 20 de Diciembre de 1.989 y otras organizaciones locales de Derechos Humanos.
Entre las consideraciones sobre esta invasión, vale la pena destacar las siguientes:
1) El total rechazo de la Asamblea General de la ONU y de la OEA a dicha invasión.
2) La considerable cantidad de muertos y heridos, por el desproporcionado uso de la fuerza aérea y terrestre. Los informes de los diferentes grupos y organizaciones de Derechos Humanos, reportaron listas parciales de muertos y desaparecidos, que según testimonios de testigos fueron enterrados en fosas comunes en terrenos del Canal y en cementerios de Panamá. También reportaron ejecuciones y un uso desmedido del poder de fuego contra la población civil. Algunos periodistas y familiares creen que nunca se sabrá el número real de muertos y desaparecidos; mientras que otros estiman que estaría alrededor de 8.000.
3) La destrucción sistemática de edificaciones militares y de las zonas adyacentes a los cuarteles militares de las Fuerzas de Defensa de Panamá, como fue el caso del Barrio El Chorrillo, completa y deliberadamente demolido e incendiado por el despiadado bombardeo. En las primeras horas, se lanzaron en Ciudad de Panamá 422 bombas de 1.000 y 2.000 libras, aproximadamente. De estas, 66 en los primeros cuatro minutos. Se estimó que más de 18.000 personas perdieron sus hogares. La CIDH exigió al gobierno norteamericano la compensación, sin obtener respuesta.
4) Se violaron todos los convenios, tratados, protocolos y acuerdos. En un informe de 2018, la CIDH, determinó la responsabilidad de EE.UU. en "la violación de los derechos a la vida, integridad y seguridad personales", durante la intervención. La Comisión concluyó que EE.UU. "no tomó medidas suficientes para la alerta adecuada, la evacuación segura de los civiles, ni adoptó las medidas para prevenir o responder a la situación de aquellos puestos en riesgo inminente".
5) En el informe elaborado por La Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Centroamérica, se reportó: "Jamás hubo causa real, ni justa para provocar tal mortandad y tal destrucción". La Comisión también alegó: "Hasta ahora los argumentos que se han proclamado por todos los confines del planeta, son los argumentos del victimario, que se escudó en hermosos principios de libertad, democracia, justicia y paz, para mantener sus intereses geopolíticos y sus designios estratégicos".
6) La invasión a Panamá significó, según expertos, un ensayo para el modelo de guerra total, sin importar el alcance del experimento sobre las propiedades y la población civil. Se puso a prueba nueva tecnología de guerra, nuevos equipos y armamento contra los soldados y civiles panameños, los cuales serían usados posteriormente en Kuwait, durante la guerra del Golfo. Los soldados estadounidenses allanaron los hospitales y confiscaron las historias clínicas de los heridos. Asimismo, algunos cadáveres fueron lanzados al mar en bolsas negra con explosivos de inmersión. Esto hace pensar que se hizo todo lo posible para que no quedara ningún registro ni evidencia de las características de las heridas presentadas, tanto por los soldados como por los civiles panameños.
A todos mis compatriotas, todo lo descrito anteriormente, debe movernos a la reflexión sobre la gran lección que representó la invasión a la hermana República de Panamá y las graves consecuencias de una eventual invasión a nuestro país.
Ciertamente, nuestras instalaciones militares y la población civil en general, van a ser sometidas a un infierno jamás visto. Debemos insistir en que la acción intensa y masiva de las bombas por un lado y el despliegue excesivo de las tropas invasoras por el otro, requiere que con antelación se dé un proceso adecuado de preparación de la población civil, particularmente al personal de los servicios de salud, aparte de la Milicia. No podemos permitir que nos tomen por sorpresa y nos inutilicen, ya que uno de sus objetivos principales será nuestro exterminio.
Los invasores no tendrán ni una pizca de misericordia. Cada Venezolano será visto como un enemigo, dada su significativa identificación con la Revolución Bolivariana, de allí que las bajas serán considerables; pero las bajas también serán considerables en las filas de los invasores y en la de los que de una u otra forma estén aliados con ellos.
Si a algo le teme verdaderamente el gobierno estadounidense, es a la opinión pública de su país, cuando al igual que en la guerra de Viet Nam, comiencen a llegarles las bolsas negras de plástico con los cadáveres de los jóvenes soldados, quienes dieron su vida sin saber porqué, en una guerra que no era de ellos, en un país que nunca los atacó ni amenazó, que solo deseaba crecer, prosperar y vivir pacíficamente en un mundo justo y respetuoso. Nuevamente insisto: "Resistiremos, vaya que Resistiremos y ahora más que nunca"
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