Memorias de un escuálido en decadencia

TrumpCovid

Jueves, 08/10/2020 08:54 AM

¡Al carajo los enfermos! Cuando nos enteramos de que el padre nuestro que está en los cielos y en los suelos de todo el mundo, había contraído el coronavirus, nos contagiamos todos, no de alegría, ni de vaina, nos contagiamos de tristeza y llanto, porque podía pasar una vaina rara y todavía nosotros tenemos puestas las esperanzas en ese hombre para salir de la dictadura. Y esa enfermedad no nos iba echar esa vaina de sacarnos de juego a nuestro Superman, esa opción no estaba sobre la mesa de la unidad. Pero el hombre llegó al hospital y al tercer día resucitó, y está sentado a la diestra, como debe ser, de todos nosotros. Y llegó a la Casa Blanca, ahora la casa de Bernabé Gutiérrez, y se quitó la máscara, o mejor dicho, la mascarilla, para que la vaina no tenga una connotación negativa de esas que les encanta a los chavistas, que por cierto andan arrechísimos con el voto a favor de nosotros y el Grupo de Lima que nos dio Argentina en la ONU, carajo, le ganamos una a estos chavistas, íbamos cuesta abajo en la rodada, y llegó el voto argentino, y zaas, nos dio un empujoncito para que sigamos pecando.

Porque la vaina del oro, hay que decirlo, nos dejó con los ojos claros y sin vista, ya nos habíamos robado esos lingotes, y nos los estábamos repartiendo, y viene ese tribunal y dijo que no, achanta un pelo, que la vaina no es para Guaidó ni para Venezuela, sino que se queda aquí, en Inglaterra, mientras tanto y por si acaso. Ya el compañero Bolton, olvidado totalmente, lo había dicho en su libro, que se había reunido en la Casa Blanca, ahora centro del coronavirus, con el embajador inglés, y le habían dicho que tenía que quedarse con los depósitos de oro de Venezuela, y que fuera el interino quien se quedara con eso, pero estos jueces del carajo nos echaron esa vaina. Seguro que no consultaron con el compañero Trump, y ahora se lo van a calar, porque esas vainas antes de dar cualquier juicio, es bueno llamar al presidente de Estados Unidos, en este caso el compañero Trump, para que el negocio quede redondito y uno quede del carajo. Así hacemos nosotros, porque los acuerdos se respetan, y ahora el oro brilla por su ausencia en nuestras cuentas personales.

Y al compañero Luis –Billete- Parra lo agarraron mansito contando el billete parejo en el baño del hemiciclo, y el video le dio la vuelta al twitter. Pero hay que ser bien desgraciado para hacer una vaina así, quién carajo no ha contado dinero en el baño, desde que uno empieza a echarse palo va al baño y saca la cartera, y busca para ver hasta dónde le alcanza la vaina, que si el taxi, la carajita, lo que pasa es que el hemiciclo no es un bar donde uno va a beber y a salir con carajitas. Lo que sí es verdad es que ese compañero no sale como diputado, o a lo mejor sí, porque en este país mientras más corrupto es uno, más lo quiere la gente, ahí está el interino, que uno no se explica por qué hay gente que todavía tiene las esperanzas puestas en eso, que es un verdadero profesional del delito, pero uno lo defiende, porque la política es así de desgraciada.

El papá de Margot llegó de la calle y se quitó el tapaboca y los guantes de las manos y dijo: "Se salvó Trump, carajo. Ya se nos quitó el susto de encima. Es el único que ha derrotado al coronavirus en tres días. Un record. Lo único malo que tiene Trump es esta oposición venezolana que no sirve para un carajo". Y fue directo al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina gritó. "Llegó el cordonazo de San Francisco"

-Estás enfermo, o es que quieres amargar mi vida.- Me canta Margot

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