Peso y contrapeso
Por: Miguel Homero Balza Lima
Sábado, 10/10/2020 07:39 AM
Con digresión y sin digresión, el peso y el contrapeso, el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, han de tener la estabilidad dinámica dialéctica difusa diplomática, equilibrada rara avis, entre los casos límite contradictorios caliginosos. Rara avis, asina asín ansí así, que no de otra suerte que como el raro y espléndido pájaro picogrueso pechirrosa candelo tricolor, ver la página web de la Iguana TV, https://www.laiguana.tv/articulos/815185-pajaro-mitad-hembra-mitad-macho/, del 8 de octubre de 2020. Rara avis, tanto como en el poema La Verdad de José Antonio Ramos Sucre, la verdad golondrina andarina peregrina ramossucreiana abisal. Rara avis, que es la verdad cortazariana profunda. Rara avis, como tengo dicho, es la estabilidad dinámica dialéctica difusa dialógica diplomática diabética, pues, mas y más moscas se casan con miel que con vinagre, en que la nueva ONU después del coronavirus ha de recuperar, tanto como lo plateara el Papa Francisco, con su rara avis, la justicia social espiritual dialógica solidaria papal, véase la página web de Aporrea del domingo 04/10/2020, https://www.aporrea.org/actualidad/n359340.html. Rara avis, que es la estabilidad dinámica dialéctica difusa diplomática, de tejido fino diplomático del Derecho Público Internacional, entre el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, tanto como entre el peso y el contrapeso.
Con digresión y sin digresión, el peso y el contrapeso, la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, casos límite contradictorios caliginosos, del fino teodolito jurídico diplomático, en que el presidente Maduro, sitúase, ante tantos peñonazos y coñazos, y, exagerados densos tableteos, entre la paz y la guerra, en que el presidente Maduro, campeón mundial del diálogo, mantiénese en sus trece en equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, entre el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, entre la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, entre el peso y el contrapeso, y, que hacer una Ley que parezca extraordinaria dentro de lo ordinario, y, que parezca ordinaria para lo extraordinario, cabe, solo y sólo, aun y aún, en una mente de alto vuelo avanzada cáscara amarga progresista, y, esa mente es la del presidente, con ocho años de pasantía, nada en vano, por la diplomacía avanzada venezolana del presidente Hugo Chávez, que no de la bohemía de la salsa latinoamericana.
Con digresión y sin digresión, el presidente Maduro, sitúase, ante tantos peñonazos, y, bastantes exagerados coñazos, y, a mas y a más, de densos rústicos ruidos tableteos de metralleta, de acá y de acullá, entre la paz y la guerra, en que el presidente Maduro, rara avis, raro y espléndido pájaro picogrueso pechirrosa candelo tricolor, campeón mundial del diálogo, mantiénese en sus trece en exquisito equilibrio estable dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, ente el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, entre la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, entre el peso y el contrapeso, entre la tesis y la antítesis, de Buda, Heráclito, Bolívar, Hegel Marx, Engel, Lenin, Mao, Hồ Chí Minh, Fidel y Chávez, entre el dicho y el hecho, entre el hecho y el Derecho. El presidente Maduro, sitúase en trecho estrecho arrecho, en la diagonal slash contrarrecíproca del cuadrángulo rectángulo socrático, y, en la hipotenusa del triángulo rectángulo pitagórico, de los casos límite contradictorios caliginosos, a saber, el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, el peso y el contrapeso, el exceso y el defecto, la tesis y la antítesis, el hecho y el Derecho, cuya figura gráfica ejemplar gratificante, ha de ser la cohabitación juntural flexible bambuiana, a mas y más del yin y del yang y del abracadabrante 69 cojedeño, de las dos pareadas pirámides paradójicas kelsenianas, que se besan por las bases, como los panes en el horno, por la diagonal slash contrarrecíproca socrática, que no es más que la hipotenusa del triángulo rectángulo pitagórico, que no es sino la optimalidad ortogonal pitagórica, del equilibrio estable dinámico dialéctico difuso diplomático dialógico diabético, el medio aristotélico profundo del exceso y del defecto de la Gran Moral Aristotélica. El medio aristotélico abismal, que es la verdad cortazariana profunda, la verdad peregrina andarina golondrina ramossucreiana, rara avis, asina asín ansí así, que no de otra suerte que como el raro y espléndido pájaro picogrueso pechirrosa candelo tricolor, que como la cantarina paraulata llanera cojedeña, que en sin cesar afán, canta estética macaria bella entre la nube con agua y la nube sin agua, en que han de estar todas las nuevas síntesis conceptualizadas superiores einsteiniana, o sea, entre la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, entre el Derecho Usual Ordinario Romano Bolivariano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Monroeiano, y, en el medio aristotélico profundo, el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que es del respeto de los derechos humanos la ética y el pluralismo político, contra la Ley del Bloqueo del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Monroeiano, que es de la violación de los derechos humanos. Entre todos, como tengo dicho, sitúase el presidente Maduro, entre todos los casos límite contradictorios caliginosos del ser del noser, de la enciclopedia védica upanishad sánscrita de la moderna ilustración originaria einsteiniana, asina asín ansí así, ha de estar entre el Derecho Usual Ordinario Romano Bolivariano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Monroeiano, entre la Ley del Antibloqueo y la Ley del Bloqueo, entre el peso y el contrapeso.
Si el peso y el contrapeso, es tanto como el Derecho Usual Ordinario Romano Bolivariano del respeto de los derechos humanos y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Monroeiano, violador de los derechos humanos, de los crímenes de lesa humanidad, de las medidas coercitivas criminales arbitrarias unilaterales, las sanciones, el saboteo, las amenazas, las agresiones, el bloqueo, el cerco, las persecuciones a Venezuela, en lo político, en lo económico, en lo social. Entonces sea dicho que la Ley Antibloqueo justifícase, con el Quijote (II, 41): “Pues se dice comúnmente que en la tardanza va el peligro, y que cuando te dieran la vaquilla acudas con la soguilla.” Y el Quijote (II, 47): “Tiempo vendrá en que seamos, si ahora no somos.” Ergo vergo sea dicho que el presidente Maduro, con la Ley Antibloqueo, sitúase a la altura estadista avanzada cáscara amarga, en el medio aristotélico abismal, del exeso y del defecto de la Gran Moral Aristotélica. Ergo vergo sea dicho que el presidente Maduro sitúase, con la Ley Antibloqueo, en medio de la diplomacia mundial en la verdad cortazariana profunda, en la verdad andarina peregrina ramossucreiana abisal golondrina socrática. Ergo vergo sea dicho que el presidente Maduro sitúase, en equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, entre las Leyes Antibloqueo y Bloqueo. Ergo vergo sea dicho que el presidente Maduro, corre la mejor suerte, que no de otro sino destino que como el raro y espléndido pájaro picogrueso pechirrosa candelo tricolor, tanto como la cantarina paraulata llanera cojedeña, que sin cesar afán, canta estética macaria bella entre la nube con agua y la nube sin agua, asina asín ansí así como la verdad socrática abismal andarina peregrina ramossucreiana golondrina abisal.