La confesión de Roland Carreño de sus propios delitos y los cometidos por otras personas y organizaciones civiles y políticas, es muy grave tanto para la sociedad en general, como para los partidos políticos que aparecen involucrados.
La gravedad del asunto debe ser investigado, hasta las últimas consecuencias y castigar a los culpables si los hubiera; de tal manera recomendamos que el fiscal general de la república Tarek William Saad se aboque a ello.
Roland Carreño confiesa ante la opinión pública de haber utilizado los fondos que pertenecen a Venezuela con fines conspirativos para tumbar el Gobierno y para causar daños a líderes revolucionarios y al pueblo.
Además de utilizarlos en inversiones inmobiliarias y vehículos entre ellos locales de estética y otros de dudosa actividad, que pueden estar ligados a la prostitución.
El colegio de periodista debe pronunciarse al respecto, porque está en juego la moral y la ética de dicho gremio.
El Episcopado y otros organismos también deben pronunciarse, pues el silencio los haría cómplices. Hay un refrán popular que dice: "El qué calla otorga".
En otro orden de ideas el gobierno de la España imperialista, monárquica, franquista y ahora protectora de terroristas, tiene el tupé de enviarle una carta de protesta al gobierno de Venezuela por los insultos de Nicolás Maduro en contra del embajador de España en Caracas Jesús Silva. El mundo al revés como dice Galeano.