Escuchaba, este cura ignaro raro cleuasmo asno, a Carlos Gardel, Tomo y Obligo, cuando llegara al magín la magia de la mágica, parquedad y grandeza, que no escatológico porco ante margarita belleza, y, es, la grandeza y la parquedad, tanto como la determinación y la indeterminación, la integración y la desintegración, la construcción y la destrucción, la composición y la descomposición, el discernimiento y el cernimiento, el exceso y el defecto, casos límite contradictorios caliginosos complementarios consonantes celéridos causalactivos colmados, que han de tener un medio aristotélico profundo, porque el golpe feroz cesarvallejoiano ha de estar entre el tercio excluso y el tercio incluso de la Gran Moral Estagirita. Asina asín ansí así sí, entre la grandeza y la parquedad, han de tener su medio aristotélico profundo, esto es, a la fecunda oportunidad arnoldtoynbeeiana abisal, tanto como el punto inflexivo topológico octaviopaziano entre la divino y lo humano, en la Jurisprudencia Romana de la modernidad ilustrada einsteiniana, fecunda oportunidad arnoldtoynbeeiana abisal, punto crucial decisivo, al que tienden y desde el que trascienden los aspectos límbico antagónicos ambiguos, desde donde se ha de dar el golpe feroz cesarvallejoiano, hacia la síntesis entre la tesis y la antítesis, sintética fecunda oportunidad arnoldtoynbeeiana abisal, entre grandeza y parquedad.
A mas y más, Luis Alberto Machado, dijéranos, en su revolucionario texto fenomenal, que: "Lo concreto debe ser a la vez abstracto y lo abstracto a la vez concreto. "Ser o no ser". Convirtamos la duda de Hamlet en un absurdo y llegamos al arte. Para ello no es necesario cambiar sino una sola palabra la conjunción. "Ser y no ser". Ser y no ser al mismo tiempo: eso es el arte. Ser y no ser: en arte, ésta es la cuestión. Antes de ser libre; después es necesario. La verdad radical forma parte constitutiva de una obra de arte."
Con digresión y sin digresión, Luis Alberto Machado, situábase en el medio aristotélico profundo, entre el exceso y el defecto, entre lo libre y lo necesario, al cambiar las conjunciones, que es la verdad radical luisalbertomachadoiana profunda, contenido que contiene el continente la indeterminación védica profunda, o sea, la sombría penumbra whitmaniana del yin y del yang, entre el ser y el noser, sí, ahí, ha de estar la sintética fecunda oportunidad arnoldtoynbeeiana abisal entre la grandeza y la parquedad del historiador británico Arnold Josep Toynbee, quien entre 1951 y 1957, dijera, en sus estudios de la historia, que: "Es necesario que grandeza y oportunidad fecunden para una inflexión en la historia."
A mas y más, no pasóle por las mientes al historiador británico que, situábase en el medio aristotélico profundo, con su punto inflexivo topológico octaviopaziano romano entre lo divino y lo humano, con su expresión con su ocurrente ingenioso conveniente términos tope turbadores tapados tornadizos de la grandeza y de la parquedad.
Con digresión y sin digresión, el venezolano, Luis Alberto Machado, estaba acabando en tremendo orgasmo filosófico, solo y sólo, con el pajazo eliminatorio cambiario permutado de las conjunciones. El filósofo caraqueño, estaba diciendo al mundo, en mayo de 1975, en su revolucionario texto fenomenal, que a la dictadura del principio lógico del tercio excluso, del ser o no ser, le había tocado su fin, y, aparecía su contrapeso, el principio lógico del tercio incluso, del ser y noser, surgía la verdad radical luisalbertomachadoiana profunda, en la sombría penumbra whitmaniana del yin y del yang, tanto como el tercio excluso y el tercio incluso, el exceso y el defecto, de la Gran Moral Aristotélica. Pues, la dictadura del principio lógico del tercio excluso escolástico del bachillerato, que carcomíanos los sesos, aun y aún, continúa en el corroer, asina asín ansí así sí, tanto que Albert Einstein, no pudo completar la teoría holística unificada por culpa de Aristóteles. Mas y más, ahora Luis Alberto, hásela completado con su pajazo, en la verdad radical profunda, entre el ser y el no ser, tanto como la verdad cortazariana profunda, entre la verdad y la falsedad, tanto como la verdad cantarina peregrina golondrina ramossucreiana, entre el teorema directo y el teorema indirecto del cuadrángulo rectángulo socrático de los teoremas tope turbadores tapados tornadizos, contrarrecíprocos, tanto como la paraulata cantarina llanera cojedeña, entre la nube con agua y la nube sin agua.
A mas y más, el filósofo Luis Alberto, alborotara, a este cura ignaro raro cleuasmo asno, con su orgasmo filosófico crucial decisivo, y, batucara al parlamento nefando nefasto georgebushiano del derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorquinas, el 11/09/2001, de la Virgen de la Coromoto Venezolana, con el letrero sobre la tumba del no te quiero: "O estás conmigo o estás con mi enemigo", y, batucara a la dictadura secular milenaria conjuntiva exclusiva mitológica hamletiana. Luis Alberto Machado, pegóse a Aristóteles en la conjunción exclusiva mitológica hamletiana.
A mas y más, Luis Alberto Machado, aflorara el principio lógico tercio incluso estagirita, arrumbado por mas y más de 30 siglos, o sea, el contrapeso al principio lógico del tercio excluso. Luis Alberto Machado estaba acabando en tremendo orgasmo filosófico, solo y sólo, con el pajazo eliminatorio cambiario permutado de las conjunciones. Y, como tiénese dicho que entre exceso y defecto, ha de haber, necesariamente, un medio, en que apareciera el principio lógico del tercio incluso, arrumbado, dicho ya, por mas y más de tres mil años. Grandeza y parquedad, ha de correr la misma suerte, de los casos límite contradictorios complementarios consonantes celéridos causalactivos colmados, que no de otra suerte que como cuando, Arnold Josep Toynbee, entre 1951 y 1957, dijera, en su estudio de la historia, que: "Es necesario que grandeza y oportunidad fecunden para una inflexión en la historia."
A mas y más, no pasóle por las mientes al historiador británico que, situábase en el medio aristotélico profundo, con su punto inflexivo topológico octaviopaziano romano entre lo divino y lo humano en similaricadencia tautológica repetitiva platónica ha de estar lo de la grandeza y la parquedad, que no de otra suerte que como cuando la teoría holística metafórica unificada cultural histórica nacional individual ezrapoundiana, del sincretismo metafórico unificado, del eclecticismo metafórico unificado de armónica conciliación diplomática difusa de la metáfora y del concepto, en que todo concepto es susceptible de utilización metafórica, y, viceversa, toda metáfora puede convertirse en concepto. Lo que explica y enseña que grandeza y parquedad, al igual que lo nuevo y lo viejo, han de decir discernimiento y cernimiento, en el sincretismo metafórico unificado, en el eclecticismo metafórico unificado de armónica conciliación diplomática difusa de lo viejo y lo nuevo, de la grandeza y la parquedad. O sea, la síntesis hegeliana marxista, entre tesis y antítesis, es sostenida siempre en la eterna noria notoria ludovicosilvaiana, por lo que Antonio Gramsci, hubo de saber que entre lo viejo y lo nuevo, entre el morir y el nacer, ha de haber siempre una síntesis, como la ha de haber siempre entre la grandeza y la parquedad, y, que ha de haber, aun y aún, un punto inflexivo topológico borroso octaviopaziana romano, entre lo humano y lo divino, asina asín ansí así sí, un callo bolivariano abultado, entre el borrén delantero y el borrén trasero de la silla de montar libertaria de Simón Bolívar, y que, habrá un callo bolivariano abultado, entre lo viejo y lo nuevo, entre morir y el nacer, y, jamás de los jamases, estar guindando en lo que no termina de nacer y lo que no termina de morir, forzosa necesaria inevitable favorable, la postura aristotélica profunda del medio, entre el exceso y el defecto de la Gran Moral Estagirita, que abortara Luis Alberto Machado, con su pajazo histórico conjuntivo, de la "O" exclusiva hamletiana y de la "Y" inclusiva venezolana, como tiénese dicho up supra, forma significativa conmovedora en que desarróllase la sensibilidad subversiva de la utopía concreta revolucionaria fidelista evocativa vocación estética.
Si grandeza y parquedad es tanto como determinación e indeterminación, integración y desintegración, construcción y destrucción, composición y descomposición, exceso y defecto. Entonces sea dicho que ha de ser casos límite contradictorios caliginosos complementarios consonantes celéridos causalactivos colmados. Ergo vergo sea dicho que han de tener un medio aristotélico profundo. Ergo vergo sea dicho que el golpe feroz cesarvallejoiano ha de estar entre el tercio excluso y el tercio incluso del exceso y del defecto de la Gran Moral Estagirita, ha de estar entre la grandeza y la parquedad en la fecunda oportunidad arnoldtoynbeeiana abisal. Ergo vergo sea dicho que Luis Alberto Machado, pegóse, con su pajazo histórico conjuntivo, de la "O" hamletiana y de la "Y" venezolana, a Aristóteles, a los Romanos, a Shakespeare, a Gramsci, a Pound, a Einstein, a Toynbee, a George Bush, a Barak Obama, al Pato Donald Comiquita Trump, a Octavio Paz, a Fidel, a Chávez, a Kosko. Ergo vergo sea dicho que Luis Alberto Machado, pegóse, con su pajazo histórico conjuntivo, de la "O" hamletiana y de la "Y" venezolana, a tantos tontos tánatos güele fritos míticos culturales históricos, que aun y aún no han creído en la borrosidad de las vocales conjuntivas revolucionarias de los casos límite contradicctorios ambiguos, entre la zona norte del ombligo maruto humano y la zona sur del ombligo maruto humano, entre la cabeza cerebral fidelista y la cabeza cojonal chavista, aspectos límbico antagónicos ambiguos. ¡Ergo vergo sea dicho onfalósicos del mundo, Tomo y Obligo! ¡Ergo vergo sea dicho que la poesía es hacer que salga algo extraordinario irresponsable! ¡Tomo y Obligo!