El titulo de este articulo "El país es un bolero" lo escogí en honor, al recital literario-musical que unirá a La Guayaba de Pascal, y al Ateneo de Caracas. Cuyo espectáculo se realizará a través de la plataforma Zoom entre reflexiones, literatura, y música. Con narrativas que aludirán al país, y que se conectaran según las informaciones recabadas, con las letras de canciones que expresan, mientras exista amor o despecho, existirá el bolero con canciones como: "Miénteme, Todo me gusta de ti, y Tú me acostumbraste".
Donde actuaran la actriz, y cantante Violeta Alemán, secundada por Gregory Antonetti, Frederick Gómez, Tabaire Díaz, y Juan José "El Indio" Hernández son los artistas que formaran parte de esta presentación a beneficio del Ateneo de Caracas.
La Guayaba de Pascal, es un grupo literario, y una de las voces muy sonantes del país. El colectivo ha trabajado principalmente con el ensayo, género literario que otorga la libertad desde el divertimento conceptual. Lo que les permite la reflexión de los grandes temas nacionales, a través de espacios íntimos diarios, y de relaciones epistolares. El espectáculo será el 20 de noviembre a las 7pm, la entrada cuesta 3 dólares (o su equivalente en Bs) y pueden adquirirse por Ticketmundo.com. Para mayor información, escribir al email: formación.ateneo@gmail.com. Fin de la cita.
La otrora rica Venezuela, cayó en desgracia debido, a que los autores de esta tragedia se niegan a virar hacia una salida inteligente; cuando enfrentamos dos virus el covid-19, y el otro compuesto por un sancocho de factores políticos, económicos y sociales, que aceleran el deterioro de las condiciones de vida de la gran mayoría de la población desde el 2014, y agravada con el coronavirus 2020.Es hora de que esta tragedia vire hacia un final feliz.
Durante el siglo XX, y lo que va del XXI, estuvimos ‘emburrandangados’ con la inmensa renta petrolera generada por los precios más extraordinarios de los siglos arriba mencionados. Viajes raspando cupos por el mundo, y subsidiados, el crecimiento desmedido de las importaciones reales, y de las "irreales", agravadas ahora con la llegada de los celebres "Bodegones" que solo sirven para enriquecer a la nueva elite política-empresarial-traficante, mafiosa, y legitimadora de capitales, absolutamente especulativa, y corrupta. Esta mafia es la causante de la hiperinflación causada por el dólar, y el bolívar, cuya partida de nacimiento empieza en las aduanas del país, con la matraca generalizada. Ejemplo muy pequeño: "un jabón de baño que en Miami cuesta 0.30 centavos de dólar, en los comercios venezolanos empezando por los FarmaTodo, su PVP es de 8 y 10 dólares así asesinan estos mafiosos en complicidad con los militares corruptos al pueblo venezolano, que tasan los conteiner ilegalmente en dólares para que entren al país, baypaseando los aranceles legales".
En estos 22 años de revolución, en el camino se han creado perversas distorsiones económicas que han generado el llamado "bachaquerismo", plaga proveniente de Cuba, y la concentración de la riqueza en unos pocos burócratas civiles y militares, además de los comerciantes árabes y chinos.
Además se le suma ahora el deterioro de los servicios públicos. Incluyendo ahora la corrupción militar, en la venta de gasolina. Lo que ha ido preparando una bomba de tiempo que estallará en cualquier momento. Tristemente, en estas condiciones, con nueve meses ya, nos agarró la pandemia este año 2020. En pleno colapso económico y político.
Hoy somos un país fragmentado y escéptico, sometido a una brutal dosis de desinformación como nunca antes, en su historia republicana. ¿Hay esperanzas de superar esta crisis, con las elecciones parlamentarias de la Asamblea Nacional este 6D de este año 2020? Frente a este cuadro político-económico-social, las esperanzas parecen estar desaparecidas. Alrededor de seis años continuos de malas noticias, aunado al continuo impacto en la perdida diaria de la calidad de vida, y la cotidianidad. Vemos cómo se ha deteriorado la psiquis individual, y social del pueblo venezolano. Algo muy complejo de descifrar como un acertijo. Por ahora con esta oposición falsaria y corrupta, no se vislumbran salidas en el corto corto plazo, al menos en el imaginario colectivo de volver al desayuno, almuerzo, y cena resueltos.
Demasiadas mediocridades importantizadas han hecho proliferar la desconfianza en los actores políticos tanto nacionales como internacionales.
Venezuela, en definitiva, ha visto cómo el liderazgo se ha enfrascado en bailar en un pantano, unos por la permanencia de chupar tras bastidores de las mieles, y la corrupción del poder, que en buscar un clima de gobernabilidad. En este cuadro dantesco se han ido desvaneciendo las esperanzas de superar esta horrenda crisis. Nadie puede entender cómo el país entró en una dinámica auto-destructiva de sus instituciones, y sus fortalezas económicas como una pujante nación petrolera.
Donde se disolvieron los parámetros de la convivencia ciudadana mínimos que teníamos, los que garantizaron avances importantes en el pasado reciente. Como es posible que ante la escasez de gasolina la ‘estupidez revolucionaria ilustrada’ proponga la venta de gasolina por los terminales de los números de placas, mayor idiotez. El problema de la escasez de gasolina, se resuelve reactivando la producción petrolera, y el sistema de refinación, pero para eso se requiere el cambio del modelo político, que nos ha llevado a este desastre, aquí no hay mucho que filosofar sobre esta materia.
Las pecuecas de la geopolítica mundial como Rusia, China e Irán, viendo la dispersión política interna, y la profundización de nuestras debilidades, han venido ganando terreno para terminar de desaparecer, lo poco de República que nos queda. Bajo esta tragedia universal del cáncer político venezolano, ahora asociado al deterioro económico global por causa del virus chino, quizás sea ahora más difícil ver la luz al final del túnel, con estos timoneles.
En resumidas cuentas, finalizando este año 2020, las cosas están muy mal, y tienden a ponerse peor. Esto es lo máximo que visualizo en este análisis racional, que la realidad venezolana me indica. Pero lo cierto es que en esta ecuación, el alto nivel de la volatilidad social, se percibe muy elevado, y se puede acercar a unos estados de pre-ebullición, veamos el reciente estallido en el Perú, por menos de lo que aquí sucede.
Es hora de que este desastre que nos atormenta, tenga una salida inteligente. En el que prevalezca el raciocinio político, y no una imprevista furia popular descontrolada sin ningún tipo de dirección. Los actores tienen la palabra. No son todos los que parecen estar en este juego diabólico, ni están todas las lealtades que parecen estar. El bolero preferido puede ser: "seguir mintiendo, y el mal querido".