Al siglo XXI, han intentado darle un nombre que lo identifique de alguna manera…para darle identidad de acuerdo a unas posibles características que la diferencie del siglo XX…hay para todos los gustos, a pesar de que apenas han transcurrido veinte años, estas han sido las sugerencias que han surgido al calor del debate, sobre cual es el sentido y significado de éste nuevo siglo: "el siglo de la sociedad del conocimiento y la informática"…"el siglo que abre las puertas a la postmodernidad"…"el siglo de la hiperglobalización"…"el siglo del miedo a una tercera guerra mundial"…como también están los que consideran al siglo XXI, como el tiempo de los grandes avances tecnológicos y del surgimiento de pandemias agresivamente destructivas, que pondrán en jaque la existencia de la humanidad…y con un par de grandes enemigas: la pobreza y la contaminación ambiental…sin embargo, están los que piensan que éste siglo lleva muy poco recorrido para colocarle una etiqueta identificatoria…
Ahora, si hacemos una pequeña evaluación de éste comienzo de siglo XXI en Suramérica, observamos la alta movilidad que ha tenido en el campo político, y que comenzó con toda una serie de éxitos electorales para los sectores de la izquierda y el progresismo, que hizo dibujar un ambiente de transformaciones y de actitudes integracionistas como: Unasur, La CELAC, El Alba, Petrocaribe y un cuestionamiento muy fuerte a la existencia misma de La Organización de Estados Americanos…para que luego, hubo un resurgir de la derecha suramericana, con un fuerte y decidido apoyo del imperio estadounidense, coaligada a toda una derecha internacional, que se propuso acabar con "la izquierda suramericana", a través de una invención imperial: El Grupo de Lima…aunque en éstos momentos, los gobiernos liberales tienen serios problemas…
En estos tiempos, ha surgido una nueva modalidad, con la aparición en la política de personajes que son militantes evangélicos, que cuando hablan, uno no logra identificar si son dirigentes políticos o líderes religiosos o si pueden ser considerados como "políticos – religiosos"…allí tenemos el caso de Jair Bolsonaro en Brasil, Jeanine Añez en Bolivia, y Javier Bertucci en Venezuela…que utilizan la palabra "Dios y la biblia" para desarrollar toda una visión muy conservadora y excluyente…propia de la ultraderecha anticomunista…
Es historia reciente, cuando el año pasado (2019) , en medio de un golpe de Estado en Bolivia, ingresa con una biblia la señora Añez, diciendo que ella estaba entrando con "Dios y la Biblia", para luego aplicar el terror y las masacres realizadas por las fuerzas militares y policiales…como también han sido pública, los señalamientos de Bolsonaro en Brasil, en contra de la izquierda, de los pobres y de las mujeres…y que el solo le responde a "Dios y La Biblia"…
Y en Venezuela, Javier Bertucci, en un debate parlamentario televisivo, y actuando supuestamente como candidato a diputado…al escuchar que si las fuerzas revolucionarias ganan las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del 2020…a La Asamblea nacional entrarían de nuevo: Bolívar, Chávez y el pueblo…a lo que el dirigente político o pastor evangélico, respondió que el solo entraría al parlamento con "Dios"…lo cual generó una pequeña discusión con la candidata Iris Varela, y ella le dijo que era cristiana católica y que muchos chavistas eran personas cristianas…y que el estaba haciendo un solo inadecuado de lo religioso, porque ese era un debate político…pero que lamentablemente era el final del programa…para que se hubiese podido desarrollar un tema que es complejo y delicado, pero que es necesario abordar, desde la ética: el manejo religioso para imponer un pensamiento político o el uso de la política, para imponer lo religioso…