El estado atómico del PCV

Viernes, 11/12/2020 03:01 AM

Respeto mucho a los comunistas, según Marx y Engels, a la hora de la acción son el sector que siempre impulsa a los demás. Esa condición de vanguardia se demuestra en la cantidad de mártires de los partidos comunistas del mundo a manos de los oprobiosos gobiernos de derecha y hasta de izquierda.

Un amigo que visitó mi casa un diciembre de hace 43 años, sostuvo una interesante conversación con mi papá y conmigo. El amigo quiso sorprender declarándose comunista, algo que para 1977 era una osadía, pues había una cuña de TV en la que de un pesebre desaparecía el niño Jesús para que luego una voz dijera: en los regímenes comunistas no hay navidad…o algo así. Lo cierto es que para esos años se iniciaba formalmente la campaña electoral, con un año de antelación, todo el año en campaña, las elecciones serían en diciembre de 1978.

Recuerdo haber intervenido poco, menos que ahora, y dentro de mis precarios conocimientos en política dije "el problema de los comunistas es que son demasiado reactivos y siempre terminan peleando hasta con ellos mismos". Lo dije porque estaba algo confundido, tenía dos años escuchando el nombre de un tal Nihaous secuestrado, a RCTV la habían cerrado dos veces porque el locutor Eladio Lárez leía largos editoriales en el noticiero, un tal Salón Meza estaba preso siendo adeco gobernando los adecos y me causaba mucho temor, o al menos desagrado, leer los grafitis de Ruptura en los baños públicos, en donde le decían asesino a Carlos Andrés , Presidente de la República, por la muerte de un chamo de apellido Rodríguez.

En aquella conversa, tan larga como una botella de Pampero, mi papá trae de su biblioteca un librito amarillo que tiene en su portada, pues lo conservo, la palabra Manifiesto. Advierto aquí que mi papá no era comunista, es más, creo que nunca tuvo ni simpatía ni militancia política definida, aunque siempre gustaba de conversar sobre estos temas.

El asunto es que a mi frase mi papá le dio la razón, y nuestro amigo tomó el librito y empezó a ojearlo, como si fuese la primera vez que veía un libro con ese nombre.

Hay muchos temas que recuerdo de aquella noche. Había campaña presidencial, ¡faltaban apenas 12 meses para las elecciones de diciembre de 1978! sorprende recordar como una campaña electoral podía durar dos años. En la conversación surgió el tema de comuna y comunismo, por algo que dijo papá sobre el giro o cambio que el comando de campaña de Luis Herrera Campins hizo en la estrategia de ofrecer un "Estado Promotor" en lugar de una "Sociedad Comunitaria". (Entrevista televisiva de Sofía Ímber y Carlos Rangel a Luis Herrera Campins, candidato Copei, 24-08-1977).

Resulta que el Copei de Caldera acusaba al Copei de Luis Herrera de ser medio comunistas. Algo demasiado extraño, pues se suponía que Copei era el partido de la "clase media" (pudiente) mientras que AD era el partido de "juan bimba". Aquella discusión a lo interno de Copei era pública y notoria, pues el candidato Luis Herrera Campins tenía una personalidad muy pueblerina, a pesar que era un abogado y periodista muy culto.

Aunque parezca mentira, Luis Herrera Campins, como pre candidato, pues luego de candidato y de presidente se quedó en el aparato, fue uno de los primeros promotores del Estado Comunal, tan satanizado hoy por los derivados de Copei. Usted puede buscar en la Web la entrevista que he citado y leerla, encontrará esto:"LHC: Nosotros hemos venido diciendo que en nuestro programa de gobierno la línea central es la participación popular fundada en la organización social del pueblo, que queremos que el pueblo se organice en el territorio y en cada uno de los sectores para que, organizado, pueda no solamente defender sus derechos como sector o como residente en una parte geográfica del país, sino tener también la visión integral del país, para que no sean solamente las fuerzas tradicionalmente organizadas, las fuerzas económicas o las fuerzas militares o las religiosas, las que actúen como una especie de grupos de presión. CR: ¿Organizados en qué estructuras? LHC: Organizados en las estructuras que el propio pueblo se dé. Unas estructuras serán territoriales, uniones de vecinos, otras estructuras serán sectoriales según la actividad que la gente desempeña…" ¿Qué tal?.

Dejo a Copei y regreso a la mano zurda. Lo cierto es que la dirigencia del Partido Comunista de Venezuela no comprende que para cambiar hacia el Estado que ellos propugnan y predican hay que ser gobierno, pues esa es su naturaleza.

Para producir transformaciones irreversibles hay que ganar elecciones de manera reiterativa. Tratar de cambiar las estructuras sin ser gobierno es como querer ser campeón jugando la final sin jugar un campeonato. Por lo tanto hay que ganar sin envanecerse y perder sin desmoralizarse muchas veces.

Hoy, a una semana de las elecciones parlamentarias, donde no participarán los derivados de las facciones seudo elite de Copei ni los desclasados aburguesados de AD, Diosdado Cabello pide tres veces al día, pues son tres mítines al día, el voto para los partidos aliados, dejando por fuera al PCV y advirtiendo que han montado tienda aparte, pues no entienden el berenjenal que padece Venezuela, cumpliéndose aquello que brotó de mi intuición juvenil: "el problema de los comunistas es que son demasiado reactivos y siempre terminan peleando hasta con ellos mismos".

Nuestro país, el gobierno de nuestro país, no puede resolver los problemas causados al proletario (trabajadores asalariados) por el sabotaje gringo de 20 años continuos, sin la unidad de los izquierdistas y mucho menos sin la participación de los burgueses (empresarios y emprendedores), pues el mundo está bajo el dominio de una especie de naciones aristocráticas (G20 y G8). Así que, si hay países aristócratas, según la teoría Marxiana habrá que consolidar países burgueses, pues es la burguesía quien ejecuta las revoluciones para desmontar nobles y reinos.

Aquel libro que en la portada titula "Manifiesto del Partido Comunista", explica más la burguesía, y como esta desplazó a las noblezas en el siglo 19, que al proletariado, entendido como la mano de obra asalariada gestada por la revolución industrial.

Por supuesto, las explicaciones que ese libro hace son muy complicadas de comprender sin un contexto histórico apropiado, pero son mucho más difíciles de asimilar y hasta de rechazar si existen confusiones en los constructos socio-políticos y socio-económicos que utilizan como sustantivos en los discursos políticos.

El capitalismo confronta al feudalismo como sistema de garantía económica, la democracia a la aristocracia como proceso para la toma de decisiones. El socialismo no tiene rival, pues es una consecuencia inevitable de planificarse y hasta de soportarse para vivir en una sociedad sustentable social y ambientalmente. No podemos decir burguesismo ni proletariadismo pues ambos conforman un sistema interdependiente y hasta complementario, aunque parezcan antagónicos. Cargas diferentes se unen. Tal vez el socialismo sea un equilibrio armónico entre estas cargas, pues el ejemplo está en que no puede haber sindicato si no existe el empleador.

El comunismo no es una forma de gobierno ni un régimen, el comunismo es una prédica, en la mejor de las acepciones que pueda tener esa palabra. Pues el comunista habla de un mundo de iguales, un mundo mejorado, y hasta un mundo ideal. De manera pues, que aunque yo no votaré por el Partido Comunista, pues quiero ser gobierno para modificar la sociedad y para preservar la soberanía e integridad de mi país, les deseo suerte en ese viaje de retorno, pues regresan a su estado atómico o celular, desde donde continuarán su prédica apostólica y catequista para que otros cambien al mundo, pues ellos jamás lo harán, no por atomizarse periódicamente, sino porque de llegar a ser gobierno se esfumarán para siempre.


 

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