Soy el hombre invisible

Domingo, 13/12/2020 09:10 PM

Hace minutos le pregunte a mi madre si ella en algún momento de mi
infancia me dio tetero o alimento a base de "vidrio", la duda apareció
en mis neuronas porque en lo que va de 2020 hay gente que se ha dado a
la tarea de invisibilizarme con buena o mala intención, no sé pero por
si acaso y sea parte de la infamia, tengo que decir lo siguiente al
respecto.

Desde muy chamo, creo que desde el vientre de mi madre, siempre me he
caracterizado por hacer sentir mi presencia y ausencia, siempre fui
señalado, culpado y hasta castigado con justicia y sin ella, aunque
nunca le he tenido miedo ni al diablo para asumir mi responsabilidad
ante cualquier circunstancia sea esta favorable o no.

Mi abuelo Pantaleón Espinoza fue mi baquiano durante mis primeros
pasos en la lucha social, el formo parte de grupo de campesinos que
fundaron el partido comunista y prácticamente vivió entre la
clandestinidad y el bajo perfil toda su vida hasta que se fue con
DIOS.

Era casi un niño cuando ingrese al liceo Víctor Capo y me incorpore a
un movimiento que aspiraba rescatar el centro de estudiantes que
estaba en manos de los hijos de militantes y dirigentes de Acción
Democrática, para esa época los alumnos de 1ero al 3er año estaban
excluidos para ser postulados, solo podíamos votar y me tuve que poner
una chemise beige y una capucha para arengar a la masa estudiantil.

Al final ganamos enterrando la hegemonía de AD en el centro de
estudiantes y yo quede "marcado", tuve que emigrar a Valencia en 1989
a reencontrarme con mi tía Carmen y mis primos a quienes no veía desde
1975.

En Valencia comencé a trabajar y en mi tiempo libre me reunía con la
vanguardia de la Universidad de Carabobo, terminando involucrado en
los sucesos que quedaron para la historia como "el caracazo".

Mi madre y mis hermana Vita tuvieron que ir por mi porque todos los
cuerpos de seguridad me buscaban hasta por debajo de las piedras.

Ya en Cabimas me sentía como león enjaulado, así que resolví moverme
para Caracas y posteriormente participe en varios eventos contra la
globalización y el pensamiento único, era una locura muy bien
administrada porque mientras estaba cayendo el muro de Berlín y se
disolvía la URSS nosotros estábamos levantando las banderas del
socialismo como alternativa antiimperiaista.

El 4 de febrero participe en un enfrentamiento contra la extinta DISIP
y fui preso por dos años hasta que me dieron un sobreseimiento
presidencial pero ya estaba desde la adolescencia "marcado", no se de
cuantos atentados me salve o me salvo DIOS, incluso, muchas veces
quienes tenían la misión de borrarme terminaron borrados.

Siempre recordare la valentía del Padre Vidal Atencio que un día se
colocó como escudo humano para evitar mi fusilamiento.

Llego Chávez al gobierno y con la victoria electoral vimos la
oportunidad de construir los sueños y esperanzas de nuestro pueblo,
aquellos sueños y esperanzas de nuestros mártires y nos fuimos por el
camino de la lucha política desde nuestro espacio natural.

Desde que tomo fuerza la plataforma 2.0 comencé a explorar el asunto
de las redes sociales y a escribir en medios impresos y digitales,
hasta hice algunos programas radiales de opinión, me comencé a hacer
visible y esta visibilidad era fantasmal porque había gente que me
veía hasta en la sopa, había gente que me veía en un lugar mientras yo
estaba en otro, incluso, muchas veces fui juzgado y condenado sin el
beneficio de la duda porque "me vieron".

Pero el 28 de marzo de 2020 siendo las 8pm fui atacado por tres
sujetos que intentaron matarme, la pistola no les funciono y tuve una
pelea desproporcionada, también les di aunque quien quedó tendido en
el asfalto seminconsciente fui yo en la carretera H a la altura de
Federación.

Desde ahí en adelante comenzó la ceguera mal intencionada de algunas
personas que parece actúan de manera sincronizada porque no es casual
donde se supone que yo debo estar no estoy, nunca me ven o niegan que
fui, solo les faltaría negar mi existencia pero a esa gente que forma
parte de la infamia quiero decirles ante DIOS y usted, amigo lector
que cuando yo muera, la gente podrá hablar o leer algunas de mis
notas, quizás recuerden mis hermosas locuras y ocurrencias mientras
quienes juegan de manera mal intencionada a la zancadilla contra este
humilde servidor de la Patria, ellas y ellos están condenados a la
cloaca de la historia, el olvido y el deprecio porque la mentira tiene
patas cortas.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

 

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