Crítica ácida

¿Emigraron los zamuros?

Lunes, 14/12/2020 06:57 PM

Un opositor de cierto renombre, con sensatez y sin complejo a que los archienemigos de la revolución denigren de él con críticas vulgares, por no ser radical en su criterio contra el socialismo bolivariano chavista, se pregunta en un artículo de opinión ¿Hay algún vencedor en las elecciones parlamentarias?, su respuesta es "Sí", agregando "el gobierno sobrepasando sanciones, boicot electoral, desencanto entre sus filas, y el largo etcétera de calamidades provocado por mala gestión al frente de los asuntos públicos, que se ha ganado el rechazo de mayorías nacionales, casi mantiene el 30 % con que Maduro venció en los comicios del 2018".

Llama la atención tan sincera afirmación de Enrique Ochoa Antich, dirigente opositor a quien leía uno de sus artículos en momentos que una amiga de nuestra familia, en visita fugaz me preguntó si me había fijado que donde resido, una zona de bastantes áreas verdes, han desaparecido los zamuros, otrora muy frecuentes rondando pipotes de basura, avechuchos a los que espantábamos muy de cerca al depositar desechos en containers en las afueras de los conjuntos residenciales. De la circunstancia proviene el interrogativo encabezando de esta opinión, como siempre basada en situaciones emanadas de lo que toca vivir en medio de intereses económicos, la pandemia y la política.

Ochoa Antich añade que el oficialismo le pone la mano a la A N con 25 % del electorado, y le inquieta saber si ¿va a ejercer esa mayoría parlamentaria como amo y señor de la comarca? En este punto fue cuando decidí el texto presente, a sabiendas que en la locura opositora al socialismo bolivariano chavista, son capaces de afirmar que las aves carroñeras también decidieron unirse a los que supuestamente se marcharon "por la falta de comida", y los otros carroñeros, los de la dirigencia de oposición que usaban el número de muertes provocadas por sus convocatorias violentas, y que ya no han vuelto a hablar de crisis de alimentos, porque en cada rincón vemos vendiendo comida lamentablemente carísima, imposible de adquirir por la población que sufre estoicamente, un criminal bloqueo internacional.

Poco a poco la colectividad va aprendiendo a usar los recursos que pueda disfrutar mediante ayudas diversas de las misiones oficiales y los bonos, se da cuenta del ataque feroz, bestial, inhumano, miserable y criminal de lesa humanidad contra el colectivo nacional, irrespetando infantes, juventud, tercera edad, o las diferencias de raza, religión, clase social o preferencia ideológica, mientras a prisa aprende de lo que es capaz el voraz y rapaz capitalismo salvaje homicida, contra quienes no lo obedezcan en el cuento de ser Venezuela "un peligro inusual y extraordinario" a la gran potencia mundial del norte continental americano.

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