Maduro no sólo se ha convertido en el principal aliado político de Turquía en América Latina, sino que además, se ha enganchado con la serie turca «Dirilis Ertugrul», a la que ha promocionado y trasmitido por el canal Tves.
«Ertugrul» narra la historia del personaje homónimo y padre del fundador del Imperio Otomano: Osman I; y aunque la serie ha sido señalada como un intento de brindar soporte ideológico a la política exterior de Ankara, la misma se ha popularizado en países occidentales e incluso está disponible en Netflix. Sin embargo, este artículo no busca abrir un debate sobre la serie en sí, sino aprovecharla para hablar de la política de privatizaciones que adelanta Maduro en Venezuela.
La desaparición de Ertugrul y la venta del bazar de Hanli
A finales de la tercera temporada, el Bey Ertugrul desaparecería producto de una emboscada tendida por Ares, comandante del imperio bizantino con el que acababa de firmar un acuerdo de paz. Debido a esto, Ertugrul sería dado por muerto tanto por sus enemigos como por la tribu Kayi a la que pertenecía.
Como señala la tradición, los beyes (personas con autoridad dentro de la tribu) se reunirían para escoger al sucesor de Ertugrul, eligiendo a su hermano menor, el Bey Dundar, quien durante el consejo había prometido vengar a su hermano y seguir sus pasos.
Sin embargo, con la desaparición de Ertugrul las cosas para los Kayi comenzaron a ir mal. Uno de sus principales problemas era el asalto frecuente por parte de «bandidos» de las rutas comerciales que conectaban con el bazar de Hanli, propiedad de los Kayi. El bazar, había sido conquistado por Ertugrul a costa de muchos sacrificios y la tribu era responsable de garantizar la vida y los bienes de los que allí comerciaban, por lo que los asaltos de bandidos les generaban grandes pérdidas económicas. En realidad, estos bandidos estaban liderados por Ares, quien en alianza con el Emir Selyúcida Sadettin Köpek, conspiraba para arrebatarles a los Kayi la administración del Bazar.
Ante tal situación, el Bey Dundar toma la decisión de vender el bazar de Hanli, pero además, se olvida de la idea de vengar al Bey Ertugrul y acepta el consejo del Emir de salir de Anatolia para reunirse con sus otros hermanos y unificar a la tribu Kayi, desatando un conflicto en la tribu. Por un lado, estaban quienes apoyaban la decisión de vender el bazar y abandonar las tierras en las que se encontraban, mientras que, por el otro, se colocaban los que señalaban esto como una traición a la «causa» del Bey Ertugrul.
Entre los que defendían el legado de Ertugrul se encontraban su esposa, la sultana Halime, el Bey Artuk, y los soldados de la tribu. Para éstos, no se podía cambiar por oro lo que se había conquistado con la sangre de los mártires. Mientras que los beyes, preocupados por las perdidas económicas apoyaban al Bey Dundar.
El desenlace, se daría cuando el Bey Ertugrul logra volver a la tribu y detener la venta del bazar, castigando además a los que traicionaron su causa al retirarles el título de Bey y desterrando a su hermano indefinidamente de la tribu.
Semejanzas entre Maduro y Dundar
Para los seguidores de la serie, los paralelismos con la situación venezolana seguramente saltan a la vista. Veamos:
La desaparición de Ertugrul es comparable con la desaparición de Chávez, líder carismático capaz de unir no solo a su tribu sino a otras en torno a una causa; Así mismo, la elección de Maduro es comparable a la elección del Bey Dundar como sucesor de Ertugrul.
Al igual que en la serie, a la desaparición del líder le sigue un aumento de la agresión imperialista (bizantina o estadounidense) y el agravamiento de la situación económica de la tribu, ante lo cual las salidas escogidas son similares: Dundar escoge la venta del bazar de Hanli, comparable con la política de privatizaciones de empresas nacionalizadas por Chávez, además de volver atrás, lo que simbólicamente tiene que ver con la aplicación de políticas de la IV República.
Maduro y Cilia con personajes de la serie Ertugrul en la tienda de la tribu Kayi.
Dundar sigue los consejos de los enemigos internos de la causa de Ertugrul: el Emir Sadettin Köpek, aliado del comandante bizantino Ares. Las comparaciones aquí son casi obvias, la burguesía nacional (a la que hay que agregar a los nuevos ricos) como enemiga interna del proceso, y el imperialismo y las multinacionales que asechan a Venezuela como enemigos externos del proceso venezolano.
Otro paralelismo interesante es la derrota de los defensores de la causa de Ertugrul en el consejo de la tribu, cuando se enfrentaron por el liderazgo el Bey Artuk y el Bey Dundar. Una inmensa mayoría de los beyes apoyó el entreguismo y la traición al legado de Ertugrul, pero esto no les dio la razón, como no le da la razón al gobierno el haber obtenido más del 90% de los curules de la nueva Asamblea Nacional.
Difícilmente Maduro lea los análisis sobre las privatizaciones de la izquierda a la que considera «exquisita» o «trasnochada» solo por estudiar, por lo que toca mezclarle los análisis con un poco de sus series favoritas, al igual que se hace con los niños pequeños cuando se le licúan los aliños en la sopa.
Hoy, mientras Maduro hace el papel de Dundar y pretende privatizar las empresas y volver al pasado de la IV República, a nosotros nos toca ser como los fieles de la tribu Kayi y defender lo que hemos conquistado.