Tomo prestado el título de la obra "La Producción Milagro Ecológico, lo que la economía no comprende" para llamar la atención sobre un muy original e interesante trabajo producto de años de reflexión y práctica revolucionaria de Julio Escalona a ser leído y releído por todos quienes creemos en la necesidad de una transformación profunda de nuestra sociedad y del sistema mundo moderno.
Digo leído y releído porque en apenas un centenar de páginas nuestro apreciado camarada presenta una visión profunda y totalizadora del mundo, muy pero muy diferente de la elemental y fragmentada aproximación a lo que conocemos como realidad que hemos aprendido y reproducimos en nuestro accionar diario.
Visión sustentada en la comprensión de la totalidad. De la interdependencia, interrelación, complementariedad, solidaridad y autoafirmación" en que se desenvuelve el ser humano, no disgregado ni atomizado, sino concebido "como un ser total en unidad con toda la existencia, en unidad con el planeta y el universo".
Concepción de la cual el autor deriva una Geopolítica de la Liberación y una Lógica de Producción -contrapuestas a la geopolítica de dominación y la lógica del capital actualmente vigentes. Novedosos referentes de sus propuestas sobre la producción en general y sobre el sector petrolero en particular. Referentes que considero serían importantísimas para los diputados, veteranos y novatos recién electos, responsables de defender y acelerar la instrumentación del proceso revolucionario iniciado por el Comandante Chávez.
Habiendo asimilado un mínimo de lo planteado por Julio, me permito esbozar un ejemplo burdo de lo que implica analizar con su visión algunas de las leyes que el presidente Nicolás Maduro Moros someterá a consideración de la nueva AN. Tomando en cuenta la obvia interrelación entre el ser y el hacer humanos y los espacios a ser transformados en ciudades comunales resulta sensato empezar por revisar a fondo los conceptos de familia, emprendedores y comunas que figuran tanto en la normativa vigente como en las propuestas. Empezando por el más arraigado de todos en la cultura dominante: el de familia.
Pues la monogámica convencional, patriarcal, jerárquica, conformada en torno a la propiedad (incluida la de sus miembros), a la acumulación de capital y a la concentración de la riqueza a través de la herencia, muy poco tiene que ver con lo comunitario. Con vivir en comunión con quienes comparten la cotidianidad; con organizarse para ejercer la participación protagónica popular y menos aún con interactuar y solidarizarse con los Pueblos hermanos.
Re-conceptualizada la "familia" habría que pasar a identificar qué tipo de emprendedores, de emprendimientos y de producción pueden contribuir al buen vivir comunal, local, nacional y al buen convivir con la naturaleza. Y así...
Salud y Felicidad