En varios de mis artículos he tocado el tema sobre la mentalidad de los sindicalistas y de las prioridades que asumen durante el ejercicio de sus gobiernos en el mundo. Es en este contexto que hago este artículo de opinión, producto de mis experiencias e investigaciones. (Walesa en Polonia, Evo en Bolivia, Lula en Brasil, Maduro en Venezuela)
Nicolás Maduro Moros, actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es un sindicalista que trabajaba manejando autobuses del Metro de Caracas, militante de los partidos de la llamada izquierda que por razones del destino coincidió con Chávez, el cual venía de haberse alzado en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez en el año 1992 en aquel famoso 4 de febrero. No se conocían, no eran amigos. Chávez nació en 1954 y Maduro en 1962, 8 años de diferencia. (En el horóscopo chino, Chávez es Caballo y Maduro es Tigre y esto es de mucha importancia.)
Como sindicalista, la formación que recibió Maduro fue la que le dimos en algún Centro de formación de los que durante la IV República existían y eran los que formaban a los líderes de las tres centrales sindicales que se disputaban el control de los sindicatos a nivel nacional y continental: LA CUTV, LA CTV Y CODESA- LA CEPUSTAL, CIOLS Y CLAT. Las cuales obedecían a las tres corrientes ideológicas que se disputaban el mundo: El Comunismo Marxista, la Social democracia capitalista Liberal y la Democracia Cristiana. A nivel político nacional los partidos que representaban a esas tres corrientes ideológicas eran: El PCV y otros partidos llamados de la izquierda; Acción Democrática (AD) y el partido Social Cristiano Copey.
Desde 1960 formé parte del equipo nacional de formación de la corriente socialcristiana y para cuando Chávez se alzó, yo formaba parte del equipo continental de la Universidad de los Trabajadores de América Latina (UTAL-CLAT), con sede en San Antonio de los Altos, LUGAR donde ahora funciona El Centro de Formación Nacional del PSUV.
Para la época que Nicolás Maduro recibió algún tipo de formación social, sindical o política no estuvo planteado el bolivarianismo como corriente revolucionaria y menos involucrada con el socialismo marxista y mucho menos con el socialcristianismo. Cada corriente ideológica podía explicar los fenómenos sociales que alrededor del ser humano sucedían en cada una de las etapas históricas. Para los Socialcristianos, los enemigos eran los Marxistas y los Socialdemócratas Capitalistas. Es en este contexto donde se forma Maduro, el chino Kant y todos los que se involucraban en el campo de la dirigencia sindical y política del país.
Es Chávez quien encuentra conexión entre bolivarianismo y socialismo y une las tres raíces bolivarianas (Bolívar-Simón Rodriguez y Zamora) con la teoría marxista y los pensadores latinoamericanos avanzados, creando un nuevo campo teórico ideológico, actualmente en construcción, que hemos denominado: Socialismo Bolivariano Revolucionario del Siglo XXI.
Lo máximo que nos planteamos los Formadores en esa época, en cuanto a modificar la estructura capitalista, fue la Cogestión Obrera, donde los representantes obreros estuvieran incorporados en la gerencia o conducción de las empresas y/o también en la participación accionaria. Nunca oímos ni impartimos cátedra sobre eso de formar Comunas o un Estado Comunal para suprimir la propiedad privada de los medios de producción. Por lo tanto, Nicolás Maduro nunca recibió formación sobre eso y resulta ahora difícil que se plantee suprimir a la empresa capitalista, más bien su mente trabaja en la tarea de expandir y proteger a la empresa "Venezuela" la cual preside.
Maduro como Sindicalista y Trump como empresario saben que, si sus empresas fracasan, el desempleo y la ruina económica les afectarán sus alcanzados modos de vida y será el final de sus carreras. A nivel nacional si los empresarios criollos fracasan y los sindicalistas no los apoyan y defienden todo el modelo se viene abajo. Es por eso que el Sindicalista Presidente se la juega a favor de los empresarios y les deja hacer y pasar todas sus villanías que hacen en contra del pueblo. La formación que recibió la generación, que en este momento está gobernando y produciendo, se fundamentó en los siguientes principios:
1.- La Propiedad Privada es Sagrada, respeto total y absoluto a ella. 2.-El empresario es el que conoce y sabe producir riquezas y generar empleos. 3.-El Estado y toda la Sociedad debe existir para validar, proteger y hacer progresar al Sector Productivo de Bienes y Servicios.
Es por eso que la primera Ley que emite el gobierno de Nicolás Maduro es la de Precios Justos, la cual tiene como objetivo proteger y asegurar la rentabilidad del Capital que a través de la renta petrolera aportan los empresarios. De allí podemos deducir las razones por las cuales desde su gobierno no ha surgido una Ley de Salarios Justos.
Así que quienes sueñan con un Poder Popular Organizado, conformando Comunas para construir un Estado Comunal, que se haga propietario de los Medios de Producción, públicos o privados, que se bajen de esa nube, que ese tiempo no ha llegado ni llegará con un sindicalista en la presidencia de la República y unos empresarios aprovechando la renta petrolera. Y no es porque Nicolás Maduro no tenga sensibilidad social y no le duela el sufrimiento de su pueblo, es que nadie puede dar lo que no tiene. Las reglas del juego no pueden ser violadas y mientras El Capitalismo venezolano esté fundamentado en el actual Código de Comercio, no es posible jugar al Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, el cual está contemplado en el Proyecto chavista del Plan de la Patria que nos legó el Comandante Eterno. Así de sencillo es la cosa.
¡Leales Siempre, Traidores Nunca!!!