Es una verdad consagrada por la historia: "Los procesos revolucionarios que se detienen, que vacilan, terminan capturados por el capitalismo". Tristemente, en Venezuela se confirma la sentencia.
Aquí, entre nosotros, se produjo ese fenómeno que no es nuevo en la historia, el asalto a la Revolución desde posiciones capitalistas, burguesas, agazapadas dentro del proceso. El asalto fue exitoso, los revolucionarios perdieron la lucha interna y la fracción desleal capturó el poder. Será motivo de otros escritos analizar los meandros de esa lucha interna, ahora queremos referirnos a los pasos de la deslealtad en su entrega de la revolución.
Primeras fases de la felonía: liquidación moral y física de la resistencia a la claudicación madurista; desmontaje de la organización de las masas usando el carnet de la patria como disolvente; adequización del PSUV, sustitución de la conciencia del deber social por el individualismo del bono, el "dakazo", las cajas; desmontaje de las instituciones. Superadas estas primeras fases, que tienen su culminación en las elecciones de la voluble asamblea el 6 de diciembre, el madurismo se siente exitoso y se despoja de su careta de chavista, de revolucionario, de socialista. Meten la profunda crisis creada por ellos bajo la alfombra, se desentienden de las culpas, se las endosan a los gringos, a los chavistas consecuentes con el pensamiento de Chávez. Pero la crisis, el deterioro profundo del país, la realidad, les desespera, les asusta, y no se les ocurre otra cosa que llamar a la burguesía nacional para que rescate a los niños traviesos que se internaron en el bosque.
Los capitalistas representados por Vollmer acuden al auxilio, sus honorarios son altos, nada menos que la Patria, exigen subasta de las riquezas. En una reciente entrevista, Alberto Vollmer (https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-55405370), empresario de un linaje de explotadores con más de 200 años de tradición, declara la necesidad de un cambio económico que directamente explica con cierta discreción: "Vamos a tener que diversificar, es la puerta que se está empezando a abrir. Y en este proceso de diversificación hay una necesidad de abrir la economía para atraer inversión."
Jesús Farías, con más desvergüenza que tino, explica lo que Vollmer sugirió. Dice el economista Farías en una entrevista en la televisión madurista (https://www.youtube.com/watch?v=Cx6eHyb3jvk&t=2180s) que es necesario, frente a la crisis que imputa a las sanciones gringas y escurre el bulto, esconde la ineptitud del gobierno, la agresión brutal del madurismo contra PDVSA guiadas por la mezquindad y las bajas pasiones; declara que la crisis debe solucionarse descendiendo hacia el capitalismo. Cual inocente cacaita, oculta lo que Vollmer declara: "la presión internacional no obligó a un cambio político en Venezuela, pero ha obligado a un cambio económico". Y sabemos que la economía, en última instancia, determina la política. No puede haber Socialismo con una economía capitalista, no hay antiimperialismo verdadero sin Socialismo; o como dijo el Che, no se puede construir Socialismo con las armas melladas del capitalismo. Estos desleales amparados en la ley contra el bloqueo, que en realidad es una ley de subasta de la Patria, privatizarán todo, principalmente a PDVSA que es el botín principal que exigen los capitalistas, de esta manera tendrán un Estado sumiso.
Más allá de los camuflajes, de las contorsiones de los voceros del madurismo para disfrazar su traición al legado del Comandante Chávez, habla la realidad: los Vollmer y los Farías hablan el mismo idioma, la Patria está siendo entregada a los capitalistas.
Llegó la hora de defenderla, ya no hay excusas, no hay cabida para distracciones: sin Patria no habrá Esequibo, ni salario, ni nada.
¡SÓLO HABRÁ PATRIA SI ES SOCIALISTA!