Oscar Bravo, según su palmarés, es politólogo, especialista en finanzas, magister en gerencia, profesor universitario, investigador, articulista, poeta, deportista y socialista. Este último adjetivo que se endilga, socialista, le ha permitido (desde su perspectiva) confrontar con sus elucubraciones a todos aquellos articulista, generadores de opinión, malabaristas, doctos e ignorantes, en fin, todas aquellas personas que reaccionaron ante las palabras del presidente Maduro, cuando desenfundó aquel apelativo de "izquierda trasnochada". Además, entre otras cosas, el bravo Oscar delibera con apreciaciones como "las perolatas antigubernamentales que presentan con una altísima dosis de odio y de cinismo, con que escriben aquellas personas que se auto consideran como miembros de "la verdadera izquierda" y convino crear, tras un reflexivo momento de lucidez, una nueva denominación, "la pseudo izquierda trastocada".
Los escritores que sintieron que el primer mandatario se desbocó al generalizar y meter en el mismo saco a la izquierda crítica y a la derecha facciosa y golpista, recibieron otros argumentos nada favorables, de parte del bravo Oscar, ya que de su autoría brotaron varios artículos que trataban el tema, como :La prepotente izquierda trasnochada ,Los izquierdistas trasnochados que determinan quien es chacista y su último aporte, La pseudo izquierda trastocada - Por: Oscar Bravo . En esta trilogía, el realiza un estudio donde hace alarde del manejo de varias disciplinas, ya que hace una análisis del comportamiento sociológico o colectivo de los denominados (ahora por él, pseudo-socialistas trastocados) hasta de su comportamiento individual o un perfil psicológico o tipológico y hasta patológico. Además del análisis de comportamiento, también realiza una disertación de la etimología y la semántica utilizada por los "trastocados" en sus escritos y crea un baremo para clasificarlos o diagnosticarlos, con tres características generales, que según él, los identifican como si cargaran un carné. Es todo un ensayo hilvanado en tres partes, donde minimiza el discernir de los demás llamando con la manida denominación de "precarios argumentos" , pero tratándolos de manera grandilocuente de "prepotentes y criticones" y negando u omitiendo en todo momento que hay un gran pueblo ahí (del que todos somos parte (izquierda y derecha trasnochada y despierta, militantantes o no, pueblo, pueblo y pueblo) que si pudiera expresarse como nosotros, se trasnocharían emitiendo su apreciación sobre la situación que vive nuestra patria.
No se si el bravo Oscar, está totalmente de acuerdo que el presidente Maduro sea el único que tiene la razón y el derecho (por no decir, el poder, aunque lo dije) y no ser tildado de criticón, prepotente, poco revolucionario o antimadurista, cuando él señala la miserable corrupción que hay en el gobierno, de los rojos rojitos que se han enriquecido, de la ineficiencia burocrática en la labor gubernamental, en decir que no todo los que nos pasa en el país es culpa del miserable imperio gringo, sino de la indolencia de aquellos a los que el pueblo confío sus esperanzas y lo traicionaron y entre otras cosas que son tan evidentes, como el maldito bloqueo norteamericano y la impunidad de Guaidó y su banda. Yo creo que no, el pueblo todo debe ser oido, desde el más humilde hasta el encopetado. Y aclaro, yo no soy Tobi Valderrama que vivió una cómoda estancia de su Grano de Maíz al amparo de su mecenas, el enriquecido malversador de Rafael Ramírez (que inició la destrucción de PDVSA) ni soy ningún otro escribiente tarifado. Pero, si estoy como la mayoría del pueblo, en una letanía de sobrevivencia que afecta nuestra psiquis, más que por el bloqueo estadounidense, por la hija de puta corrupción y los privilegios de unos pocos, en tiempos de miseria.
El desiderátum del bravo Oscar, aparentemente, es que todos hagamos como los perritos que ponen los choferes en sus carros como adorno, que cualquier movimiento del vehículo, suave o brusco, el muñequito inclina la cabeza continuamente de atrás hacia adelante y viceversa, de manera afirmativa y por supuesto, sin decir nada. Es decir, debemos actuar así cuando el gobierno y su tren ejecutivo, cometan errores, que no son simples yerros, ya que afectan a todo un pueblo. Si actuamos así, ya no ingresamos a las filas contrarrevolucionarias, seremos socialistas auténticos, rodilla en tierra, chavistas hasta los tuétanos, maduristas sin un dejo de dudas, en fin, el perfecto revolucionario sin un trasnochado discurso discursivo, sino con la fuerza interna para defender la patria ante el imperio, pero con el silencio y la pasividad de los que nunca pondrán en duda las órdenes y acciones de los mandos revolucionarios, aunque estos no duden en menoscabar algo que es de todos y que lo patentizó Chávez en aquella frase "Chávez ya no soy yo, Chávez Somos Todos",
Finalmente compatriota Oscar Bravo, mi edad, según la tradición me confiere cierta cualidad para dar consejos, pero usted está bien crecidito para recibirlos. Así que le voy a pedir un favor en base a su curtida formación en la economía, tanto la empírica como la formal y científica. Realice una trilogía o un seriado donde haga aportes para levantar nuestra economía de manera tangible no de manera simbólica y que sea insumo para la Comisión de Economía que preside el diputado Faría y que esto contribuya a reactivar nuestra productividad de manera real, que nuestro salario sea un aliento y no el tiempo que dura un suspiro, que en vez de fugaces bonos con pomposos nombres que no dejan huella en nuestro pasivo labor, que se restituya nuestro ahorro como trabajadores para disfrutar nuestra vejez y que todo esto redunde en un bienestar popular, para que la gente descanse, para que tenga sueños reparadores, para que no se trasnochen con esta realidad que entró a nuestros hogares, se sentó en nuestra mesa y se ha comido todo nuestro bastimento, porque hay millones de trasnochados en el país que necesitan dormir cubiertos de esperanzas sustentadas, no de suposiciones e incertidumbres.