Este año iniciamos febrero cargados de mucha motivación y compromiso. Es un mes de especial importancia para los revolucionarios, un mes de rebeldía, dignidad, lucha, batalla y victoria.
Y como buenos revolucionarios estamos abocados al trabajo social, a la gestión y promoción de obras que nos permitan avanzar, proteger y desarrollar nuestros estados. Con paso firme estamos abordando los 11 municipios de Nueva Esparta dando respuestas a las necesidades de nuestro pueblo con el Plan 200 Carabobo, y también desde la Asamblea Nacional propiciando el diálogo y la discusión de importantes leyes que otorgarán innumerables beneficios a nuestra población.
Esta semana presentamos ante la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico la propuesta de incluir en la agenda legislativa del primer trimestre del año la reforma de la Ley del Puerto Libre, la creación de la Ley de Insularidad y el impulso de la Zona Económica Especial, que promovimos durante nuestra campaña electoral para estimular y favorecer el desarrollo socioeconómico integral de la entidad.
La Reforma de la Ley del Puerto Libre se presenta en un momento histórico sin precedentes, en el que observamos un modelo agotado, que principalmente se basó el ámbito comercial, soportado por décadas en los cimientos del rentismo petrolero.
La realidad actual nos obliga a crear nuevas y sólidas bases para la conformación de un estado insular potencia y esto solo es posible si nos encuentra unidos en la acción, reunidos en el campo de las ideas, que conlleven a hallar oportunidades en medio de las dificultades y permitan generar el verdadero desarrollo, a través del impulso y apoyo permanente a nuestros sectores productivos.
Sabemos que no es sencillo, pero debemos unirnos como pueblo y fortalecer nuestra interacción para lograr victorias en lo social y en lo económico, generar condiciones que reafirmen nuestra identidad y reivindiquen nuestra especial situación insular para atraer inversiones, conectar el Caribe con las Américas, promover el empleo, fortalecer e industrializar sectores estratégicos, así como impulsar y acompañar nuestra base popular de artesanos, pescadores, agricultores, trabajadores y emprendedores.
Estamos conscientes que la nueva ley requiere una visión integral del desarrollo, bajo una comprensión sistemática que aborde desde lo estructural un cúmulo de políticas, medidas y estímulos que brinden seguridad jurídica, certeza económica y estabilidad política. Con la recuperación de la Asamblea Nacional ya alcanzamos esta última, ahora trabajamos sin descanso en las dos primeras.
La nueva Ley de Insularidad será un instrumento inclusivo. Construiremos propuestas y legislaremos para cada uno de los sectores que hacen vida en el estado y estamos seguros de que cada uno de ellos se sentirá representado en este modelo innovador.
Ahora más que nunca, frente al bloqueo incesante, nuestra responsabilidad y acción política deben dirigirse a generar condiciones favorables. Así lo haremos. Un abrazo.