La Universidad en Venezuela: Eslabón perdido del encadenamiento productivo. (Primera Parte)

Jueves, 18/02/2021 06:16 AM

"Yo no puedo hacer otra cosa que señalar de antemano este peligro y prevenir contra él a los lectores que buscan la verdad. En la ciencia no hay calzadas reales, y quien aspire a remontar sus luminosas cumbres, tiene que estar dispuesto a escalar la montaña por senderos escabrosos".

Carlos Marx

En distintos países desarrollados y sub-desarrollados, como EEUU, Brasil, Argentina, Alemania, Japón y China, entre otros, las instituciones universitarias además de graduar profesionales, son creadoras de innovaciones científicas tecnológicas y contribuyen al desarrollo de las fuerzas productivas, convirtiéndose en participantes de los procesos productivos junto a las empresas. Algunas modalidades que se utilizan son los Parques Tecnológicos y las Incubadoras Empresariales.

Sin embargo, en la mayoría de los países subdesarrollos estos vínculos están generalmente desarticulados, negándoles al talento humano universitario la posibilidad de aplicar y extender sus capacidades científico técnicas, y al mismo tiempo se convierte en una traba para el sector productivo empresarial, especialmente en Venezuela, que por causa del bloqueo económico y financiero, se dificulta aún más reponer el equipamiento tecnológico e infraestructura, limitando el desarrollo de las fuerzas productivas, y sub utilizando las capacidades instaladas. Estos obstáculos se pueden resolver asumiendo una gestión integral e innovadora, encadenada, coordinada por el Estado.

En la actualidad existe consenso para que las universidades venezolanas se inserten en el desarrollo científico y tecnológico nacional e interactúen y se encadenen con las empresas públicas y privadas, para encontrar soluciones concretas a los problemas principales del país. Sin embargo, las relaciones entre Instituciones universitarias y el sector productivo es débil, frágil y muy tenue. Incluso, hay quienes creen que la relación entre la universidad y el sector productivo no existe, y afirman, que hace treinta años era mucho más vinculante.

Algunas razones fundamentales de las débiles relaciones, es que en las universidades públicas y privadas persiste la concepción dogmática de la enseñanza programática, que limita la producción de proyectos productivos con pertinencia a la realidad económica, a su vez, las áreas de especialización se encuentran departamentalizadas, lo que induce a parcelar, fragmentar y atomizar toda la gestión académica, de investigación y extensión, entrando en contradicción con las políticas públicas actuales del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria y, las nuevas relaciones de trabajo, que surgen producto de la pandemia por el COVID 19, y el bloqueo económico y financiero.

Otras limitaciones que aparecen cuando se intenta vincular la institución universitaria pública con el sector productivo, son los delimitados recursos presupuestarios, financieros y logísticos, insuficiencias en el equipamiento de laboratorios y bibliotecas, obsolescencia tecnológica, pertinencia en las investigaciones científicas, patentes, certificaciones de calidad, déficit de capacitación del personal docente, burocratismo, desvinculación territorial, sub utilización y abandono de equipos científicos, gestión departamentalizada (fragmentada y atomizada), desvinculación geopolítica y territorial, des-engranaje institucional, inercia institucional, entre otros. Todos asociados al modelo de gestión burocrático populista que predomina en las instituciones universitarias.

Para combatir estas contradicciones y limitaciones, se debe transformar el modelo de gestión actual de las instituciones universitarias y de las otras instituciones involucradas en las relaciones de interacción o encadenamiento que se pretenda engranar.

Contradicciones y limitaciones que se deben superar.

1.-, El modelo de desarrollo económico Empresarial: En particular el sector productivo público y privado, ha generado necesidades muy limitadas de tecnología nacional. Las industrias y/o empresas productivas tuvieron acceso ilimitado a los procesos tecnológicos importados de forma casi permanente y fácil, generalmente ligados a los bienes de capital adquiridos en el exterior.

2.- En la gestión de las empresas públicas y privadas, se presentan incertidumbres sobre los procesos de innovación científico tecnológica desarrollados en las universidades, y existen dudas de la conveniencia o no de adoptar una u otra tecnología nacional, tomando en cuenta que es menos costoso importar tecnología, además del paradigma que impera de maximización de la ganancia y aumento de la tasa de plusvalía.

3.- En algunos casos, realizar ajustes tecnológicos con innovación nacional para la producción y la productividad del trabajo, no es conveniente para las empresas, ya que se considera prioritario la certificación internacional de sus proveedores, por ejemplo, materias primas de distintas especificaciones, para cubrir la demanda de diferentes consumidores, pudiendo ser contraproducente por la dinámica del mercado global en los rubros como los agroindustriales.

4.- Las adaptaciones tecnológicas se realizan casi siempre bajo el control de las mismas industrias y socios o proveedores internacionales. Por esta razón, raras veces la industria le parece conveniente, en términos de costos y beneficios demandar una solución a una institución universitaria para resolver sus problemas o nudos críticos del proceso productivo.

5.- Generalmente, el sector productivo (empresas públicas y privadas), desconfían de las universidades por razones políticas.

6.- Las empresas e industrias perciben imposible demandar los aportes de la investigación y desarrollo de la institucionalidad universitaria, ya que se tiene la creencia que serán inaplicables, insuficientes y muy elevados sus costos; además del riesgo de fracaso por las relaciones burocráticas que implican. Propio del modelo de gestión institucionalizado de la universidad.

7.- Si existe una tecnología ya probada a escala productiva mundial, parecería absurdo tratar de generar alternativas tecnológicas locales o nacionales, que pudiera requerir años de pruebas en los laboratorios de experimentación industrial. Más que uno u otros proyectos aislados y transitorios, autofinanciados por estudiantes o profesores, que por lo general muy pocas veces se encuentran en interacción perdurable con intereses comunes de interdependencia entre las universidades y las empresas.

En síntesis, resulta difícil caracterizar a las universidades venezolanas interactuando en una relación interdependiente de encadenamiento productivo con las empresas públicas y privadas nacionales o transnacionales, que permita mejorar el equipamiento científico tecnológico empresarial e industrial y que tribute al incremento de las fuerzas productivas de manera significativa y perdurable. Más allá de algunos casos que de forma marginal y autofinanciada se han vinculados en los sectores transporte, salud, y ciertos agricultores que en los últimos años, producto del bloqueo económico y financiero, han venido probando e instalando en sus actividades productivas instrumentos y equipos de innovación tecnológica nacional, estando dispuestos a correr el riesgos de utilizar prototipos experimentales con tecnología probada en condiciones limitadas, desarrollados por iniciativa de grupos de estudiantes innovadores y profesores intrépidos que de forma aislada y auto gestionados se han atrevido a inventar.

No obstante, es innegable que el actual contexto sociopolítico y socioeconómico, ha visibilizado innovaciones tecnológicas que en otras circunstancias no se notarían, modificando las actuales relaciones socioproductivas. Sin embargo, las políticas públicas impulsadas por el Estado no han sido suficientes, tal es el caso de la Misión Alma Mater (2009), y los Programas Nacionales de Formación (2008), que buscan teóricamente incrementar y transformar las relaciones entre universidad y sociedad, especialmente con las empresas públicas y privadas para coadyuvar a resolver los nudos críticos en los procesos productivos. Pero en la práctica han quedado imposibilitadas, producto de las relaciones históricamente dependientes de la tecnología importada, que hoy limita la productividad y la producción de bienes y servicios en el país.

Es por ello, que en estos tiempos la universidad venezolana se encuentra en un momento histórico de retos para su sustentabilidad operativa académica, de investigación y de relación extensionista, o de interacción social. En tanto que estamos en presencia de una universidad que subutiliza el potencial científicos tecnológico existente, donde sólo se han desarrollados superficialmente alguna base tecnológica con muy poca pertinencia social, y con reducida o nula investigación aplicada. Sin duda, hay que apretar el acelerador.

Si queremos superar esta realidad, es necesario engranar a las universidades con los procesos productivos, para contribuir de forma sustentable con el desarrollo endógeno integral para la transformación económica del país. Las universidades deben asumir participación activa de los cambios que se vislumbran en la nueva estructura económica nacional, con una concepción de encadenamiento en los procesos productivos, que integren a las Instituciones Universitarias y Empresas Productivas públicas y privadas. Al respecto, señalan Moreno y Ruiz (2009): "Los vínculos universidad-industria en los países desarrollados no fueron creados al azar, o por las fuerzas del mercado solamente; en muchos de ellos hubo una acción deliberada del Estado, como asunto de política de Estado (Yusuf, 2007), con el fin de promover una relación mutuamente benéfica entre los centros de investigación (usualmente las universidades) y las empresas privadas (y públicas) en muchas ramas de la economía. Mientras que en los países subdesarrollados han sido, en general, débiles y en muchos casos inexistentes. Éste es el eslabón que falta, que va de la investigación a la innovación, al desarrollo productivo y al crecimiento económico (Moreno y Ruiz, 2009). Por esto, la acción vinculante del Estado es fundamentalmente necesaria para crear encadenamientos productivos, donde las universidades tengan una participación protagónica, conformando una tríada encadenada entre Universidades – Estado - Empresas.

Existen distintas formas y modelos de encadenamientos productivos, pero todos "incluyen a un conjunto de actores económicos asociados en la cadena de valor de un producto, que interactúan entre sí para obtener beneficios en conjunto y aumentar sus niveles de competitividad. En esta relación de insumos y productos finales, existe además un compromiso que va más allá de una transacción de compra o venta, supone la especialización de las entidades productivas que intervienen en diferentes fases del proceso de producción o servicio, para alcanzar mayor eficiencia en el resultado final (Granma, Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. La Habana de febrero de 2021. Autor: Pedro Rioseco/ 15 de octubre de 2019 00:10:51/internet@granma.cu).

Para el caso venezolano, asumiremos la propuesta de Porter (1991), que caracteriza el encadenamiento productivo como aquellas actividades económicas que están geográficamente agrupadas en núcleos bien definidos y rodeados de otras actividades que son indispensables para su buen funcionamiento, con las cuales suelen tener relaciones de coordinación duraderas que envuelven al mismo tiempo el traspaso de información. Esta cercanía y la frecuencia de las relaciones crean sinergias que en otras circunstancias no existirían, con lo cual la competitividad de una empresa específica es potenciada por la competitividad conjunta del grupo de empresas y/o actividades que conforman el complejo productivo al cual pertenece. (Libro de la CEPAL (2001)/Apertura económica y (des)encadenamientos productivos. Santiago de Chile, julio de 2001). Donde la Institución Universitaria sería un eslabón del encadenamiento, tomando parte en una relación de interdependencia con los procesos productivos, aportando su potencial académico y de investigación para el desarrollo científico tecnológico.

En los últimos años, algunas experiencias de encadenamientos productivos se vienen dando en Venezuela, impulsadas por el Viceministerio de Industrias Intermedias y Ligeras, que ha promovido articulación en ciertas empresas públicas y privadas (Correo del Orinoco, Caracas 3 noviembre de 2019). Donde en algunos casos, la gran industria ha adoptado formas de conglomerados y/o complejos productivos, otros, se han constituido por pequeñas y medianas empresas. No obstante, ha faltado el eslabón de las universidades, fundamental en la formación del talento humano y desarrollo de la investigación científico tecnológico.

Dificultades para el encadenamiento productivo.

El modelo de gestión universitario actual coarta la posibilidad de formular planes y proyectos que permitan insertarse y encadenarse en los procesos productivos, para preparar métodos científicos que impulsen la productividad y transferencia tecnológica con los sectores empresariales transnacionales y nacionales, que se traduzca en avances científicos tecnológicos perdurables para el desarrollo del país.

Aunado a que la crisis económica, muestra saldos negativos en la calidad de vida de los trabajadores, especialmente en los profesores universitarios, limitando sus capacidades académicas, lo que dificulta no dedicarse con exclusividad a la investigación científica y al desarrollo de innovaciones tecnológicas, impidiendo conformar los equipos interdisciplinarios de trabajo necesarios para emprender proyectos que satisfagan las demandas de problemas sociales y empresariales.

Las instituciones universitarias hoy se encuentran desarticuladas de casi todas las relaciones empresariales productivas, encontrándose muy lejos de las exigencias del tiempo de respuesta que rigen en los procesos productivos en industrias y empresas. El ritmo de la institucionalidad universitaria no es el mismo de los procesos productivos industriales; para una organización empresarial, el apoyo a una investigación puede tomar varios años o incluso décadas. Sin tomar en cuenta, las diversas interferencias que emergen en los procesos de investigación en las universidades: compromisos laborales administrativos y académicos de los docentes, descansos vacacionales, remuneraciones, movilidad, clausulas gremiales, conflictos sindicales y estudiantiles, convocatorias a paros laborales, políticas internas universitarias, cambios en el personal de los proyectos de investigación o jefes de dirección o departamentos, cambios de dirección de las políticas públicas en la educación universitaria, entre otras.

Otros factores que impiden el encadenamiento productivo son:

1.- Los proyectos de investigación en las universidades venezolanas son muy costosos, sobre todo en un escenario de hiperinflación, siendo imposible de financiarlos. Más aún, si los comparamos con las inversiones que realizan las empresas nacionales, importando materiales, equipos e insumos ensamblados que la industria transnacional altamente automatizada produce a muy bajo costo (economía de escala).

2.- Algunos procesos de investigación universitaria son esencialmente para la justificación o excusas de lograr una formación algo más especializada para un grupo de investigadores o docente en particular, sin considerar la pertinencia territorial y geopolítica de la investigación.

3.- Alta rotación en los grupos de investigación colectivas e individuales, por razones de exigencias académicas y de los propios investigadores, aumentan los costos de las relaciones de intercambio entre la institución universitaria y la empresa, pues, hace difícil vincular toda la institución universitaria y definir una línea clara de investigación para la solución de los nudos críticos en los procesos productivos.

4.- Los resultados de la interacción con la institucionalidad universitaria en los procesos productivos de encadenamiento con industrias o empresas, generan nuevas relaciones sociales de producción, entre los cuales podemos encontrar iniciativas propias de trabajadores para la solución de los problemas, y motivación para dirigir los procesos de gestión empresarial, lo que pudiera ser amenaza para el empresario privado y para el burócrata que dirige la empresa pública.

5.- Pocos académicos e investigadores tienen conciencia de las dificultades del paso del laboratorio a los procesos de pruebas para la producción a nivel industrial. En estos procesos, el encadenamiento institucional universitario, empresas, y la aplicación de la tecnología juega un papel fundamental. Resulta más factible para las empresas adquirir en el exterior la tecnología que usualmente ya ha sido probada en el nivel industrial y, no sólo en laboratorios, con diseños de equipos que difícilmente dejarán el nivel de prototipos de rápida obsolescencia.

6.- Limitación gerencial para administrar la academia e investigación científica en las instituciones universitarias: Pocas veces se cuentan con la información adecuada para evaluar proyectos o propuestas, presentando limitaciones de recursos técnicos y bibliográficos, generando solidaridades automáticas de algunos grupos de docentes, que respaldan proyectos con argumentos de orden general o simplemente de tendencia político partidista, de consideraciones gremiales o con escasa formación de investigación en los avances científicos tecnológicos y rigor en la factibilidad económica.

7.- En la gestión de las instituciones universitarias existen rectores, directores, coordinadores, administradores, investigadores y académicos, con poca o ninguna formación ligadas a las investigaciones aplicadas para solucionar los nudos críticos en las empresas. Algunos establecen presupuestos irreales, usualmente subestimados o sobre estimados.

Aunque con frecuencia, el Estado venezolano ha invertido grandes recursos económicos en dotación de materiales y equipos científicos técnicos en las universidades nacionales, para apoyar y promover el desarrollo de las investigaciones científicas, sin embargo, estos equipos son subutilizados o inutilizados, ya que la universidad no puede o no consigue, en muchos casos, darles operatividad eficiente y aplicabilidad al cien por ciento de sus capacidades.

La institución universitaria en Venezuela, hasta los momentos tiene una deuda con el sector productivo nacional. En nuestra experiencia gerencial, académica, y de investigación, tenemos constancia que permite afirmar las limitaciones en la interacción, vínculos, conexión e insuficiencia de los proyectos desarrollados por las universidades con empresas públicas y privadas. Impidiendo el encadenamiento productivo para generar innovadoras relaciones de producción y crear una fuerza capaz de imprimir resultados positivos y significativos en la economía nacional, y apalancar junto al sector productivo la producción que contribuya a cumplir los postulados del Plan de la Patria 2019- 2025.

Existen investigadores, que plantean proyectos para los procesos productivos que no tienen idea de la demanda potencial del producto en términos económicos, de volúmenes de producción en los que se justificaría su aprobación. No obstante, muchos de esos proyectos quedan engavetados, porque los trámites burocráticos para su financiación son muy engorrosos, o los financistas (gobierno o banca comercial) les son indiferentes, por no cumplir con sus expectativas particulares. Impidiendo el desarrollo de un proyecto de investigación, que pudiera contribuir con la producción nacional y cubrir la necesidad de reemplazar un producto importado de elevado costo, negando la posibilidad de ofrecer un determinado equipo o bien e instrumento de producción nacional técnicamente favorable, justificado por los cálculos económicos razonados de rentabilidad y durabilidad.

En la pretensión de hacer una propuesta de encadenamiento productivo interdependiente entre las instituciones universitarias venezolanas y el sector industrial y empresarial nacional público y privado, se derivan las siguientes interrogantes:

¿Cómo distribuir beneficios entre organización empresarial que contrata a las instituciones universitarias públicas y sus investigadores? ¿Cómo gestionar el problema de los derechos y registros para la producción de conocimiento?; ¿Cómo gestionar que las instituciones universitarias públicas generen ingresos propios por las investigaciones y descubrimientos realizados, o por la investigación aplicada que resuelva nudos críticos en los procesos industriales o empresariales?

Interrogantes que emergen sólo si planteamos el encadenamiento productivo desde las relaciones sociales de producción capitalistas y, que forman parte de las contradicciones propias de un modelo de gestión fraccionado, atomizado y aislado, propio de la concepción liberal y mercantilistas, donde el proceso social del trabajo, separa las instituciones, privilegiando el valor de cambio sobre el valor de uso, donde las empresas u organización se relaciona por intercambio de intereses mercantiles basado en relaciones de costos beneficios. Nuestra propuesta está concebida bajo los principios del Socialismo Bolivariano y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).

*Profesor Universitario

rodolfoluisdelgado@yahoo.com*

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