Las Universidades en el Encadenamiento Productivo:* Eslabón que transforma Un problema de Gestión (Segunda Parte)

Jueves, 11/03/2021 07:32 PM

Las limitaciones y contradicciones identificadas en la primera parte de este documento, es producto de la rémora histórica, herencia colonial, y reproducción de modelos de gestión universitarios fundamentados sobre la lógica de la dependencia tecnológica, que gradúa profesionales para los requerimientos operativos de esa misma relación de dependencia, permitiendo a empresas nacionales y transnacionales privadas controlar las fuerzas productivas para el usufructo y despilfarro de nuestras riquezas naturales. Sin embargo, en el actual contexto económico y político se evidencian que existen algunas iniciativas, dentro del mismo modelo de gestión burocrático populista y tecnocrático, que hace pensar que Instituciones Universitarias, Gobierno y Sector Empresarial e Industrial, están dispuestos hacer una gestión distinta, orientada al Encadenamiento Productivo.

Los principales motivos que han obligado al acercamiento interinstitucional entre Universidad – Gobierno - Empresa, es que al profundizarse la crisis, y aumentar y extenderse el bloqueo económico y financiero, se hace más evidente la gestión deficitaria del Gobierno en el control de los servicios y empresas públicas; se incrementa el déficit presupuestario en las universidades, aumentando el deterioro de las infraestructuras y sus equipamientos, que agravada por la pandemia, las abandonadas casas de estudios son desmanteladas por la delincuencia e indolencia de algunas de sus autoridades, causando una disminución considerable en la matrícula estudiantil, fuga del talento humano (deserción de estudiantes, docentes, obreros, administrativos); al mismo tiempo que disminuye la productividad y producción de las empresas e industrias públicas y privadas. En este sentido, ha sido necesario algunas alianzas entre Universidades – Gobiernos – Empresas, ya que está en riesgo la subsistencia de las tres organizaciones.

Otros motivos que ayudan a la interacción institucional, son los amplios beneficios fácilmente comprobables para la economía nacional. Estos parecerían ser los casos de convenios interinstitucionales que a simple vista se puede ver su potencial, como la investigación farmacéutica, agro-productiva, investigación en biotecnología, control de plagas, química de minerales, conservación de productos agrícolas, clasificación e inventario de especies agrícolas o animales, estudios sobre las condiciones de manejo ambiental, cría, especies animales o vegetales, análisis químico de productos naturales para utilización farmacéutica, desarrollo de drogas contra enfermedades, entre otros, donde la aproximación de la universidad, con algunos colectivos, y grupos de científicos trabajando con líneas de investigación definidas junto al Gobierno y empresas públicas tienden a crear alianzas o convenios.

Sin embargo, la burocracia excesiva dificulta su concreción, retardando poder cumplir oportunamente con las necesidades de las universidades, actualmente diezmada su misión y visión institucional, al mismo tiempo que los planes y proyectos del gobierno se encuentran retrasados e inacabados, y las empresas públicas y privadas pierden capacidad de producción, desaprovechando las potencialidades universitarias, donde existen instalaciones tecnológicas, con redes de interacción científica, esencialmente en formación de talento humano, capaz de aumentar las capacidades científicas tecnológicas de los gobiernos y de las empresas, requeridas para el desarrollo de todos los sectores productivos nacionales.

En este contexto, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, dirigido por el Abogado César Trompiz, viene impulsando políticas públicas para fortalecer interrelaciones institucionales, y buscar solución a los problemas concretos que agobian a la sociedad. De igual manera, gobiernos regionales y municipales hacen alianzas y convenios con las universidades para mutuamente ayudarse, ya que la actual crisis económica a demostrados que las parcelas institucionales perecen, tomando más importancia la sinergia interinstitucional para el desarrollo de las fuerzas productivas del país.

Evidentemente se puede comprobar que no hay alternativa, si queremos superar la actual crisis económica y el modelo de gestión históricamente dependiente de tecnología importada para la extracción minera, que produce renta como principal fuente de financiamiento del gasto público.

No obstante, caben las preguntas: ¿En la historia de las relaciones entre Universidades - Gobiernos - Empresas, cuantos convenios interinstitucionales se han realizados hasta los momentos? ¿Cuáles de los tantos convenios han tenido pertinencia y permanencia en el tiempo y aportan resultados concretos y efectivos a la sociedad? ¿Son los convenios interinstitucionales suficientes para ser posible una consolidada gestión encadenada perdurable en un ambiente de relaciones interdependientes y de mutuo beneficio? ¿Las alianzas o convenios resisten las agresiones de factores externos? ¿Tienen los convenios la relación reciproca para los beneficios de todas las partes involucradas en la gestión?

Nuestra experiencia señala que no es suficiente una interacción y acercamiento a través de "convenios interinstitucionales" o de "alianzas estratégicas". Por lo general estas alianzas y/o convenios son suscritos en coyunturas políticas, que tienen fecha de caducidad temprana, por razones inherentes a los cambios normales en la conducción de los gobiernos o modificación en las tendencias políticas de los mismos actores que los promovieron. El mecanismo más efectivo para lograr una gestión perdurable de una verdadera sinergia institucional son los Encadenamientos Productivos, noción que se deriva de "incluir a un conjunto de actores económicos asociados en la cadena de valor de un producto, que interactúan entre sí para obtener beneficios en conjunto y aumentar sus niveles de competitividad. En esta relación de insumos y productos finales, existe además un compromiso que va más allá de una transacción de compra o venta, supone la especialización de las entidades productivas que intervienen en diferentes fases del proceso de producción o servicio, para alcanzar mayor eficiencia en el resultado final. Ejemplos hay muchos, tal es el caso de la universidad Humboldtiana, que contribuyó a rebasar la supremacía industrial de Inglaterra, acercando las universidades al sector productivo a través de la investigación aplicada, principalmente en la industria química y en la ingeniería industrial, y en particular en maquinarias y herramientas (Santos, 2014). El modelo de la universidad Humboldtiana se originó con la nueva Universidad de Berlín en 1810 y constituyó lo que Etzkowitz (1998) ha denominado la primera revolución académica, lugar en el cual la investigación se convirtió en función sustantiva de las universidades. En Venezuela actualmente existe terreno fértil para la investigación científica aplicada y el desarrollo tecnológico, para que en un plazo perentorio podamos utilizar las capacidades productivas que cuentan las instituciones universitarias junto a las del sector productivo nacional, y progresivamente sustituir el extractivismo.

Se trata de engendrar y hacer injertos en la organización universitaria, en los gobiernos y en las empresas públicas y privadas, para confrontar las emergentes relaciones socio productivas. Propiciando innovaciones que combata la inoperante, ineficiente, y atomizada gestión de las universidades. Alineando a las universidades, gobiernos y las empresas en un perfecto Encadenamiento Productivo al servicio del desarrollo nacional, para superar el asedio económico y financiero impuesto por el sistema mercantilista totalizante y los monopolios globales. Es decir, una gestión donde tomemos lo bueno —dejemos lo malo— imitemos con juicio— y por lo que nos falte inventemos. "Imitar y adoptar, adaptar y crear" (Simón Rodríguez). Es la institución universitaria el eslabón que falta para que a través del conocimiento científico se afiancen los procesos empresariales e industriales, y se potencien las instituciones universitarias, los gobiernos y empresas e industrias nacionales en un todo incluido, con viabilidad, factibilidad y perdurabilidad de sus relaciones.

En Venezuela están dadas las condiciones para constituir una gestión universitaria en el Encadenamiento Productivo, como el horizonte que refunda el proyecto institucional Misión Alma Mater, que responda a las exigencias del desarrollo endógeno y al Estado Socialista (que no excluye la propiedad privada), y tenga varios niveles de actuación en todos los distintos niveles de gobierno, en las instituciones, empresas e industrias públicas y privadas, nacionales y transnacionales.

Propuestas para lograr el Encadenamiento Productivo.

Nuestra propuesta está dirigida a que la universidad debe incorporarse de manera orgánica al concepto del Encadenamiento Productivo.

Las instituciones universitarias deben convertirse en los Centros de Investigación para el Desarrollo Científico Tecnológico de las Empresas Nacionales y Trasnacionales, insertándose en las estructuras organizativas de la gestión productiva para la producción, apoyando y acompañando todos los procesos del trabajo junto a las empresas, construyendo una sinergia que aumente la productividad, que permita a las empresas (públicas o privadas), disponer del potencial de las infraestructuras, equipamientos, profesionales y científicos para desarrollar las innovaciones tecnológicas necesarias que coadyuven a facilitar los procesos productivos empresariales en todas sus fases.

El problema estriba en ¿cómo hacerlo?

Debemos aprovechar toda la dinámica institucional y normativa que actualmente se vienen instaurando, como la novedosa estructura orgánica de los Consejos Universitarios de Gestión Estadal y el documento marco para el Sistema de Evaluación Seguimiento Acompañamiento y Acreditación (SESA - 2021), aprobado recientemente en el Consejo Nacional de Universidades (CNU), son apenas dos de las principales fortalezas para la transformación de la gestión universitaria y lograr insertar a la institucionalidad universitaria como eslabón en el encadenamiento productivo nacional.

No obstante, asumiendo el Encadenamiento Productivo como el método más idóneo que permita unir todas las fuerzas en una misma dirección, hacemos algunas recomendaciones cardinales para que se incorporen de manera orgánica a las estructuras de Gobiernos (todos los niveles), Instituciones Universitarias y Empresas públicas y privadas:

1-. El encadenamiento productivo de la Universidad con los Gobiernos y las Empresas debe estar instituido: En un Órgano Superior de Investigación Científica para el Desarrollo Tecnológico y el Proceso Social del Trabajo Productivo, Empresarial e Industrial. Constituido por las Instituciones Universitarias, Gobiernos y Empresas e Industrias. En este espacio deben confluir recíprocamente, las instituciones universitarias, los gobiernos, y las estructuras organizativas empresariales públicas y privadas. Los Consejos de Gestión Universitaria de cada institución deben integrar en su estructura de gestión a los representantes (voceros), de las empresas, según las especialidades académicas de la universidad, facultades y/o escuelas, las cuales deben estar sincronizadas con las líneas de producción de las empresas, dentro del espacio geopolítico y ámbito territorial que corresponda. De esta manera, la universidad se convertiría en el Centro de Investigación Científico para el Desarrollo Comunal, Empresarial e Industrial.

2.- De igual manera, nuestras universidades deben ocupar una instancia orgánica en la gestión de los gobiernos y de las empresas. Esto permitiría sinergia institucional que integraría el conocimiento científico tecnológico con transferencia de las relaciones productivas prácticas de los gobiernos y de las empresas, tributando a establecer relaciones teóricas y prácticas, generando motivación e incentivo para las investigaciones aplicadas pertinentes, orientadas en los cambios estructurales que el Estado como rector de la educación universitaria pretenda. Al mismo tiempo, se mitiga la posibilidad de infiltración por parte de las empresas en la gestión académica universitaria, las cuales tienen la tendencia de imponer contenidos en programas, incitando a la creación de cátedras, institutos o centros de investigaciones, modelando consciencia del modo productivo capitalista a estudiantes y docentes, formándolos como mano de obra especializada, y tecnócratas útiles solamente para gestionar las operaciones empresariales privadas.

3-. Es conveniente insertar a las instituciones universitarias en el desarrollo de las fuerzas productivas y la gestión de los procesos empresariales para la formación de los profesionales técnicos y del talento humano docente y de investigación realizando ciencia aplicada. Los trabajos de grados deben tener una orientación pertinente al proceso social del trabajo de las empresas públicas y privadas; Los proyectos universitarios deben ser interdisciplinarios; El apoyo mutuo y reciproco debe incorporar a las instituciones universitarias dentro de los órganos de gobiernos comunales, municipales, estadales y nacional, creando sinergia para apoyar las políticas públicas en todos los niveles de gobierno. Dentro de un espacio harmónico instituido y permanente que se convierta en engranaje para llevar a cabo todos los proyectos planes y programas de los gobiernos.

4-. El encadenamiento productivo (Universidad – Gobierno – Empresa), debe aprovechar los equipamientos, infraestructuras y tecnologías instaladas en las universidades, centro e institutos de investigación científica, para ser utilizados en la implementación de las políticas pública de los gobiernos, y en los procesos productivos de las empresas privadas nacionales y trasnacionales, al mismo tiempo, los gobiernos y las empresas invertirían en investigación científica aplicada y desarrollo en las instituciones universitarias. Contribuyendo en la motivación de los trabajadores docentes y de investigación para generar innovaciones, adaptaciones y otros avances de ingeniería para el desarrollo de las fuerzas productivas y adelantos científicos y tecnológicos en diversas áreas potencialmente económicas del país.

5-. Una nueva Ley Orgánica de Educación Universitaria debe proponer el Encadenamiento Productivo entre Universidades – Gobiernos – Empresas, que propicie los consensos para neutralizar los efectos negativos causados por las relaciones sociales productivas que las empresas privadas en su afán de lucro y ganancia tienden a inmiscuirse en la planificación de los contenidos y programas de formación, cátedras o unidades curriculares.

Es indiscutible que el desarrollo productivo, económico y sociocultural del país, sin la sincronía armónica, encadenada e integral de las universidades es infructuoso. En síntesis, el consenso para lograr un encadenamiento productivo integral, pasa por la participación activa de todos los integrantes de las comunidades universitarias, los gobiernos y los sectores empresariales públicos y privados, nacionales y transnacionales.

La importancia de la universidad en el desarrollo científico tecnológica es esencial para alcanzar la independencia y soberanía económica tanto ansiada.

"Las relaciones sociales no se crean por decreto, por eso la intensidad del esfuerzo por construir algo diferente queda reflejada en las intensas amarguras de las animosidades que surgen".

Jhon Holloway

Dr. Rodolfo Delgado Aguilera

Profesor Universitario

rodolfoluisdelgado@yahoo.com

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