Diario de una Cuarentena. Capítulo Ciento Setenta y Seis: Ya cayó Jeanine Añez, y Juan Guaidó ¿Pá Cuando?

Martes, 16/03/2021 08:16 AM

El fin de semana pasado, pudimos observar las imágenes a través de telesur, la detención de la ex presidenta de facto del Estado Plurinacional de Bolivia, Jeanine Añez, quien fue acusada por sedición, conspiración y terrorismo en contra del entonces mandatario de ese país, Evo Morales Ayma.

El Ministerio Público boliviano solicitó la orden de aprehensión de Añez por esos delitos, al igual que a varios de sus ex ministros y a la cúpula de las Fuerzas Armadas de entonces.

También en las órdenes de captura que se han dictado, una de ellas procede en contra del dirigente Luis Fernando Camacho, quien en los pasados comicios regionales en ese país, resultó electo gobernador del Departamento de Santa Cruz, y quien desde ya amenaza con actos de calle y un Golpe de Estado en contra del actual mandatario boliviano, Luis Arce. Pero la administración de justicia en el país del altiplano luce indetenible.

La detención de Añez se produjo en el momento en que esta se encontraba oculta en una caja, a fin de tratar de evadir el fuerte operativo policial y de la fiscalía para lograr su aprehensión, en su casa en Trinidad, Departamento de Beni, en Bolivia.

Creo que es un acto de verdaderos valientes y de justicia, esta detención. Importante es recordar que Añez es responsable de innumerables masacres en contra de partidarios del Movimiento al Socialismo- Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS-ISP) coalición que mantuvo durante un poco más de trece años en el poder al binomio Evo Morales- Álvaro García Linera, quienes impulsaron la Revolución Democrática y Cultural que dio nacimiento al Estado Plurinacional de Bolivia.

Y Bolivia evidentemente por esta detención estará en el "ojo del huracán", lo que no impide la posibilidad de que se trate de derrocar al gobierno de Luis Arce, continuador de la obra de Morales y el ejecutor del milagro económico de Bolivia durante la gestión de Evo, pues "Lucho" como se le conoce popularmente, fue ministro de economía durante muchos años del gobierno progresista boliviano y hoy tiene la inmensa responsabilidad de conducir el gobierno de ese país.

Realmente como se diría en mi país, lo ocurrido el pasado fin de semana en Bolivia amerita tener las "bolas bien puestas". Seguramente vendrán duras tormentas, pero creo que eso no fue considerado por ellos al momento de estas decisiones y eso debe reconocerse.

En el caso venezolano, desde hace un poco más de dos años, tenemos a un individuo que se autoproclamó Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, y a nombre de esa situación, ha hecho apropiación indebida de recursos que pertenecen a todas las venezolanas y a todos los venezolanos, sin contar los llamados a intervenir militarmente nuestro país, bajo la excusa de atender la emergencia humanitaria compleja.

No soy experto en materia penal, pero por poco menos de lo hecho por Juan Guaidó y su conducta en este caso, configuraría perfectamente el delito de traición a la patria, lo cual conlleva a una pena de casi 30 años de cárcel.

Sin duda Guaidó tiene su capacidad de movilización política muy mermada y no despierta ni un "mal pensamiento", pero a nivel de logística y de recursos aún tiene algo de poder además de personas que se venden "por un plato de lentejas" que podrían prestarse para algunas acciones de carácter terrorista (es la única opción que le queda), por lo que algunos no terminamos de entender porque no es detenido de una vez por todas y se hace justicia en Venezuela.

¿Qué no hay que victimizarlo? ¿Qué hay que dejarlo que se cocine en su "propia salsa"? ¿Qué dejarlo en libertad sería parte de las negociaciones que se están dando en la mesa de diálogo o peor aún, de grandes poderes como EEUU y Rusia? Son interrogantes que dios quiera algún día tengan algún tipo de respuesta.

Pero peor aún, es risible que haya operadores dentro de nuestro sistema de administración de justicia que señalen que los tiempos de la justicia están supeditados a los tiempos políticos. Sin duda todos tenemos nuestro "corazoncito" y las instituciones de un Estado obedecen a un modelo y régimen político, y más que político, ideológico, porque lo político tiene que ver con el ejercicio del poder y lo ideológico con el sistema de creencias y de valores que legitiman un orden social (que puede tener una expresión jurídica, evidentemente) y hay un momento que "el dejar hacer, dejar pasar" puede resultar totalmente nocivo para una sociedad.

No olvidemos que fue nuestro Padre Simón Bolívar quien expresó que la impunidad de los delitos hacen que estos se cometan con mayor frecuencia. Por eso es que insisto: ¿Qué se espera para encarcelar a Guaidó? ¿Qué tiene Bolivia que no tengamos nosotros para impartir justicia?

Y sobre todo, no olvidemos que para poder tener verdadera paz en el país, es necesario que haya justicia.

Tarea pendiente para nuestro sistema de administración de justicia.

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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