Nos referiremos a los ataques al fiscal por asistir a una boda. Aunque no hablaremos del individuo, allá él con su conducta errática, en la que, dicho sea, lo de menos peso es esa asistencia infantil a la boda. Hablaremos de los ataques y sus consecuencias.
El fiscal, según la prensa, basado en la ley de incitación al odio, mandó a poner preso a dos articulistas de facebook, allí comienza esta historia. Primero, la ley de incitación al odio es un instrumento del madurismo y sus verdugos para medio lavarse la cara en sus desmanes represivos. Esa ley y su aplicación merece artículo aparte, ahora sólo diremos que es un absurdo jurídico, nadie puede amar algo sino odia a su contrario, su ausencia.
Pero cuál es la calidad de los ataques al fiscal tarek saab, se ataca a su origen, a la colectividad a la cual pertenece, al pueblo árabe, y allí los articulistas merecen ser rebatidos, están en un error, abren las puertas a una persecución de un grupo, merecen ser refutados por todos los medios intelectuales, es un grave error tratar estos asuntos con represión, no educan, al contrario dan chance a que crezca la barbarie.
Atacar a un grupo humano, a una raza, a un pueblo siempre es un error que ha conducido a las mayores crueldades de la historia humana. Atacar a los árabes, además de ser un error, es atacarnos a nosotros mismos. Es difícil separar lo que somos de la cultura árabe, nuestro idioma, el idioma que hoy hablamos está lleno, tiene sus raíces en el idioma árabe; nuestra cultura en general, la arquitectura, la poesía, la literatura tiene sus raíces encajadas en la cultura árabe. Atacarla es un atentado contra nosotros mismos, recordemos que España, de allí venimos, tiene en su historia siglos de dominio árabe.
Y aquí se presenta un fenómeno que debe ser atendido, atajado. Frente al desastre descomunal de este gobierno, ante el vacío existencial que ha creado, la sociedad busca salidas, y no encuentra otra (el chavismo auténtico está ausente) que refugiarse en las más bajas pasiones de que es capaz la especie humana: atacarse unos a otros, buscar culpables en las razas, en las culturas, es decir crea las bases psíquicas y morales del fascismo, de la barbarie. Estos escritores pisaron estos territorios, y el madurismo engreído, ignaro, no encontró otra respuesta que la ineficaz represión. De esta manera el morbo continúa creciendo, no fue combatido, no se le explicó a la masa los peligros de esos ataques.
Debemos alertar que esta manifestación, ajena a nosotros, de atacar a pueblos, a grupos, la inició el gobierno atacando a los hermanos colombianos, a Colombia, acusándolos de nuestros males, y al asomar cada momento una posible guerra con el hermano país. Dios mediante (esta exclamación proviene del árabe) esta pretensión absurda no ha tenido éxito. Estos episodios, que son pequeños pasos, manifestaciones claras del camino de esta sociedad doliente hacia el fascismo, nos dicen que algo hay que hacer antes de que sea tarde, hay que detener el fascismo aupado por este gobierno madurista.
¡DETENGAMOS AL FASCISMO!