Sin piedad, continúa la guerra contra Venezuela

Sábado, 10/04/2021 07:50 AM

En esta post-semana santa, los diablos andan sueltos, incluyendo algunos con sotana, ahora más conspiradores que nunca. Lo de Apure, las vacunas, más nuevas sanciones para nuestro país y los desafueros en las redes sociales de los enemigos de la Revolución Bolivariana, hacen pensar que este mes de Abril va a ser fiero, como dicen los trujillanos.

La cantidad de noticias falsas (fake news), los pretendidos falsos positivos, la presión fronteriza del gobierno colombiano y las renacidas esperanzas de la derecha y ultra-derecha, de una invasión por cualquier lado de la frontera, no han logrado llamar la atención de las grandes mayorías de nuestro país. Es más, cuando vemos como día a día el dólar sube y sube como la espuma y el efectivo ahora lo tienen los buhoneros, quienes compran el dólar, mascullamos por lo bajo: "esta guerra es implacable y más efectiva tratando de apretarnos el cinturón", aparte de la grosera manipulación de cualquier hecho o situación dada, para desprestigiar al Gobierno Bolivariano.

Sin embargo, hemos entendido que esta guerra a muerte, podemos vencerla si nos organizamos y cerramos filas alrededor del principio de defensa de nuestra soberanía, de nuestro derecho a la autodeterminación, así como el derecho a enfrentar a nuestros enemigos, con cualquier tipo de arma. Además, tenemos el convencimiento que sin justicia social no hay paz, ni armonía social; tampoco habrá democracia y mucho menos libertad.

Nuestros enemigos internos y externos cada vez tienden a cerrar el cerco y no encuentran que hacer para que perdamos la fe y la esperanza. Están seguros que el desespero nos abrumará y se resquebrajará nuestra convicción revolucionaria y todo saltará por los aires.

Pero ha ocurrido todo lo contrario, nos galvanizamos y rechazamos cada vez más todos los intentos de un descarado chantaje y manipulación, como si fuéramos unos idiotas que no pensamos. Que desconocemos lo que ha ocurrido en Iraq, Siria, Yemen y Afganistán, todo por esa democracia y esa libertad que ellos venden. En otras palabras, la manida democracia y la libertad que deciden los invasores.

Mientras la sociedad norteamericana y colombiana están inmersas en profundas y graves situaciones, las propias ollas de presión social, entre las cuales destacan: la pobreza galopante, la odiosa discriminación racial, la gran brecha entre los ricos y poderosos y los pobres y el desempleo. Todo esto aderezado con la mortandad debido al Coronavirus, las masacres y la opresión inmisericorde de las minorías raciales y de los inmigrantes; ellos persisten, sin embargo, en su inicua determinación de propiciar el cambio de régimen en nuestro país, solo por que no quieren nada con un Gobierno Revolucionario. He allí la interminable y desigual lucha contra Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y próximamente incluirán a Ecuador y Brasil.

Reconocemos que la situación en general es muy sería y crítica, sobre todo por que cada día algún nuevo ingrediente es agregado o redimensionado, llámese combustible, gas doméstico, etc, y pare ud. de contar, de allí que lo de las vacunas no podía ser desaprovechado. Las vacunas y el proceso de vacunación está completamente politizado. Fin de mundo!

A todas estas, el pueblo, con su fino olfato, sabe como se bate el cobre. Reafirmará quienes son sus enemigos y en silencio se aprestará para lo peor. Ese noble y valiente pueblo también sabe como los va a enfrentar y como se va a cobrar todo lo que le han hecho. Allí está el ejemplo del pueblo de VietNam.

Finalmente, vale la pena que se sepa que el magnífico pueblo venezolano tiene cifradas esperanzas en esta Revolución Bolivariana y venderá muy cara su derrota. Que el gobierno colombiano sepa con claridad a que atenerse, lo cual si sabe el estadounidense, pues es evidente lo que ocurre en Afganistán y Yemen, y más pronto que tarde en otros países, donde al igual que nosotros, Resistirán hasta vencer. No, No Pasarán, No J…

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