Cuando muere tu muerte

Jueves, 06/05/2021 09:15 AM

Traficantes de la muerte

En el momento más triste de un doliente; cuando el ser cercano deja de respirar y aflora la desesperación y las ganas de llorar como solución a lo que no te preparaste para aceptar; aparecen de lo más bajo de las miserias, los traficantes de sensibilidad y despojado de cualquier afecto que parezca sentimientos (aunque es su rutina) llegan a tu hipnotizado cuerpo, aún sabiendo que estás devastado por la perdida de lo querido, los comerciantes de la muerte.

Es posible que no sea en todos los casos, pero lo vivido en el trance es parecido a una rebatiña, por sacarle ganancia a la muerte.

Lo primero que padece el doliente, incluso antes de empezar a llorar; es no saber que hacer ante lo inesperado; confusión, incertidumbre y los primeros en llegar, sin uno darse cuenta como aparecen a tu lado, son los comerciantes de la muerte: que en medio del dolor, acechan de forma indiscriminada; no hablan de nada que no tenga un precio; sin imaginar que tú dolor y sensibilidad no maneja esos códigos: urgan lo profundo de tus entrañas y en el momento no sabes de qué te están hablando, ni que te está doliendo, pero si sientes que son los únicos que tienen repuesta para tu emergencia.

Sí de la boca del traficante sale enterrado, sembrarlo, cremado, momificado, embalsamado te da igual y lo único que pasa por tu mente es preguntarte ¿porqué no ofrecen la opción de reencarnar? y están tan acostumbrados a traficar con el dolor, que saben cómo manejar la usura; la ponen como la caridad menos dolorosa que puedes aceptar y es lo único que el doliente entiende en el momento: tal vez sea su primer dolor de tan alto relieve o tal vez muy pocas veces ha sido tan cercano y como hipnotizado dice si a todo lo que oye en medio de la transacción comercial.

Te retrasan los trámites en complot conciente para hacerte (parir) lo económico; que en el momento no sabes de dónde saldrá, o tal vez si pero no coordinas nada y dices que si a todo lo que piden y en el conciente sabes que no cuadrara nada, todo será en contra del dolor.

Después que pasa todo lo concerniente a la velación, te das cuenta que el ser querido es la madre y nunca pensaste que a pesar de todo lo que te estafan no tiene comparación con lo perdido, que ya no estará para decirle descansa madre y nos vemos pronto, mientras sigo construyendo la PATRIA que soñaste y que solo tú supiste, lo que ha costado y que seguiremos con la misma fuerza diciendo a pesar de los años vividos y las dificultades por recorrer, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.

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