La esperanza puesta en la emergente clase política venezolana
Por: Pedro Requena
Lunes, 24/05/2021 09:11 AM
Venezuela ha sido históricamente quien ha impulsado grandes cambios en la región y seguirá marcando el camino por la justicia y la paz. Sin embargo, mantener tan grande responsabilidad, pasa por hacer de nuestros ciudadanos hombres y mujeres formados para la batalla, llenos de conocimiento y voluntad política para generar los cambios que la patria y la región requiere.
La nueva clase política debe descartar cualquier individuo con pretensiones de servicio a los opresores y procurar la justicia para los pueblos en el pleno desarrollo de una sociedad pensante, comprometida con las causas justas y que coloque en primer orden los intereses de la nación como faro de luz para el continente y los pueblos del mundo.
Jóvenes a ustedes les digo, la transformación de nuestra realidad pasa por creer que lo podemos hacer. Hace algunos años no éramos lo suficientemente experimentados para marcar la agenda política, hoy somos protagonistas del presente y responsables del futuro, momento en el que se hará la transferencia o entrega de las riendas de los destinos de nuestras patria a la generación que se esta levantando. No es momento de vacilar, no está permitido perdernos.
Hay una clase política que vivió de las bondades de la Revolución en una abundancia económica sin precedentes, construida y lograda por Chávez el líder supremo de la Revolución Bolivariana. Factores de derecha que en el momento más difícil quisieron quebrar a nuestra patria propiciando escenarios para entregar la soberanía nacional a factores de poder internacional.
El momento es ahora, la oportunidad de lograr el reconocimiento y el respeto, aplicando la política de altura, minimizando cualquier diferencia a lo interno y procurar la unidad de los bolivarianos y chavistas. En el que se hace necesario escuchar al pueblo afectado por la indiferencias de quienes le corresponde atender la necesidad del pueblo.
Vamos pues al fortalecimiento de los servicios esenciales: alimentación, agua, electricidad, educación, transporte, salud, comunicación y vialidad. Todos debilitados por el impacto económicos y la guerra no convencional que ha enfrentado nuestro País. Iniciemos desde ya y evitemos los vicios en los grandes sistemas que afectan en negativo al pueblo Venezolano.
¡La historia la escribe el vencedor!