Las primarias siempre han sido motivos de polémicas en las organizaciones partidistas. Muchas han sido famosas. Apareciendo inclusive personajes anecdóticos como el hombre del maletín, en aquella convención realizada en el Teatro Radio City, por el partido social cristiano en la ciudad de Caracas.
Se habló de un dirigente con un maletín lleno de billetes de alta denominación que se encargaba de convencer a punta de realazos a los delegados. Aquella fue una elección de segundo grado. En otros partidos era típico en pleno conteo, el apagón, ocasionando que al llegar la energía eléctrica, la plancha que venía perdiendo de golpe subía al primer lugar, al calor de la oscuridad.
Cuando se hacían de primer grado, sin escoger delegados. La viveza en las mesas se alimentaba de pura creatividad, darle laxante al representante del equipo con más liderazgo, tenía como fin hacerlos ir al baño para meterles votos en la caja. Y la estrategia extrema, al verse perdidos era casi seguro que mandaran a robar las cajas.
Todo eso era en la era anterior al chavismo. Con el comandante prevaleció la doctrina fidelista, quien una vez manifestó que no entendía porque aquí hacían tantas elecciones. Debían hacer como en Cuba donde prácticamente era un teatro.
Hugo Rafael, cuando había mucha conflictividad preparaba un mitin como lo hizo en Valencia, para indicar que Lacava no podía ser gobernador que el de Chávez era otro. En Barcelona Venezuela, hizo lo mismo con un hermano del alcalde que aspiraba la alcaldía, a viva voz manifestó su apoyo la Negra Inés.
Ya siendo alcaldesa la señora Inés aspiraba la reelección, realizaron las benditas primarias, la Negra Inés llegó de primera, segundo Franklin Rondón y tercero Guillermo Martínez, Resulta que en Caracas, Aristobulo impuso a su protegido Guillermo Martínez. De nada valieron los votos internos del Negro Franklin ni de la Negra Inés.
A nivel nacional en una de esas primarias del Psuv, Diosdado Cabello llegó después de la ambulancia, y el propio Chávez lo llevó a la vicepresidencia del partido, pasándole por encima a un poco de dirigentes.
Hoy sin Chávez, la cuestión es distinta en el socialismo del siglo 21, ese muro de contención del liderazgo del líder máximo no está, Ahora Maduro pretende imitar a Chávez en eso de montar unas primarias. Con la viveza de lanzarle la responsabilidad a Diosdado, pero posteriormente en el ínterin manifiesta que el proceso será dual, sin explicar mucho. Entendiéndose que primero se jugara al consenso, no dice que allí enviara a un dirigente nacional a ordenar que voten por determinadas personas. De lo contrario serán tratados como traidores, apátridas.
El recién electo presidente de Ecuador, manifestó que en esos comicios se eliminó definitivamente el tiempo de los caudillos, Igualmente Pablo Casado en Madrid, ante el triunfo del Partido Popular dijo que se estaba llegando al final del ciclo del Partido Socialista Obrero Español. Nos preguntamos será que en estas primarias del Psuv, se llegará a su fin, o solamente la militancia aprovechará la ocasión para pasarle factura a Nicolás Maduro.