¿Es posible superar la pobreza?

Lunes, 31/05/2021 07:52 AM

Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, analizando factores de la pobreza y su relación con la Democracia nos apunta, "Es posible que la Democracia que es valiosa por derecho propio, no sea siempre eficaz desde el punto de vista económico, pero adquiere importancia cuando la crisis amenaza y los económicamente desposeídos requieren de libertad de expresión, de sus redes sociales, de medios de comunicación y fundamentalmente de voz política. La libertad política es básica para el desarrollo". Es decir, Sen va más allá del simple conteo de la pobreza por los ingresos de 2 o 3 dólares de salarios. "La pobreza económica no es la única que empobrece la vida humana, esa es la más fácil de identificar". Podríamos preguntarnos sobre las posibilidades que tenemos o tuvimos de desarrollarnos como Nación y si es posible en las actuales circunstancias lograr la superación de la pobreza y con ella disminuir los niveles de hambre de las grandes mayorías del pueblo venezolano. El punto central en los aportes de Amartya Sen es que no mide la calidad de vida únicamente en función de criterios materiales sino que también incluye factores como la educación, la salud o la libertad, de allí que se le considere "el padre del índice de desarrollo humano" el cual es un indicador del bienestar que no mide el desarrollo y la calidad de vida únicamente en función de criterios materiales (PIB), sino que considera al ser humano como factor vital del desarrollo, esto es, los países avanzan en la medida en que el ser humano alcance etapas superiores de existencia, de que mejoren sus indicadores de vida en libertad y con gobiernos democráticos. Para Amartya Sen la injusta distribución de la riqueza, de la distribución de alimentos y de las libertades reales de que disfrutan los individuos son factores que inciden en el desarrollo de los países, así como también exige la eliminación de la pobreza y la tiranía. Es necesario considerar el abandono en que pueden concentrarse los servicios públicos y la intolerancia o exceso de intervención de los Estados represivos.

En suma, el Premio Nobel considera que las políticas públicas deben orientarse a dar a sus ciudadanos la mayor suma de felicidad posible y para ello los servicios públicos deben funcionar, la educación debe ser de calidad al igual que el acceso a la vivienda y alimentos. Desde el año 2000 a ésta fecha han pasado por las arcas del Tesoro Nacional más de Un Trillón de dólares cantidad que contrasta con la ruindad de país que tenemos hoy día. ¿Cuándo comenzó toda ésta tragedia que vivimos? Según el economista y ex-ministro del Presidente Hugo Chávez, Víctor Álvarez, "El origen de la tragedia no son las sanciones ni las malas políticas de Maduro, el hundimiento de la economía venezolana se gestó el 5 de febrero de 2003 cuando se implanta un prolongado y ruinoso control de cambios que propició toda clase de importaciones baratas que desplazaron y arruinaron la producción nacional". Y añade, "Ni PDVSA pudo soportar tasas de cambio tan bajas que la obligaron a rematar la renta petrolera, buena parte de la cual fue saqueada a través de la sobrefacturación de importaciones, el registro de deuda externa ficticia y una voraz corrupción". Estando de acuerdo con Víctor, sólo me resta añadir que así nace una nueva clase social amparada en la corrupción y el saqueo de las arcas de la Nación. Son personajes que hoy disfrutan de los dineros públicos tanto en Venezuela como en el mundo entero. Esos saqueos nos trajeron hasta aquí, a encontrarnos con un gobierno que tardó en ubicar 120 millones de dólares para adquirir algunas vacunas contra el Covid-19 y evitar tantas muertes. A medida que nuestra tragedia avanza, que se desborda la pobreza, nos encontramos al borde del colapso total, no veo posibilidad alguna de tomar la senda del desarrollo, a menos que políticamente abordemos el problema y nos decidamos a restituir la Democracia la cual es expresión de libertad política, generadora de confianza en los inversionistas privados y creadora de fuentes de empleo. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que los venezolanos somos capaces de enfrentar el reto que tenemos por delante para salir de la tragedia existencial y superar la pobreza, sólo queda que la vocería política logre conectar con las mayorías e invitarles a participar en la construcción de su futuro. Las elecciones regionales son una buena oportunidad para extender esa invitación a la ciudadanía.

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