En una tertulia organizada por la Cátedra Antibloqueo de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), el sheij Dr. Suhail Assad, presidente del Centro de Intercambio Cultural Iraní Latinoamericano, destacó unos aspectos que merecen una reflexión/acción profunda por parte de nosotros los venezolanos asediados, bloqueados y en resistencia al igual que los iraníes:
- La resistencia es una realidad viva que debe estar alimentándose permanentemente de Teoría. El sistema educativo debe impregnarse del espíritu de la resistencia;
- El modelo iraní se basa en la coordinación entre los tres componentes del Triángulo de Oro de la Resistencia: la ideología de la resistencia, el liderazgo resistente y el pueblo dispuesto a resistir y, - La resistencia tiene que transformarse en una cultura, en parte de la identidad.
En Venezuela hay un liderazgo y un pueblo en resistencia pero nos falta algo esencial: la Teoría, la ideología del Triángulo, la formación para poder convertir nuestra resistencia —consciente o inconsciente, intuitiva o resignada— en la cultura de resistencia que necesitamos para combatir con la frente en alto y rodilla en tierra los incesantes embates imperiales contra nuestra soberanía y nuestro derecho a la autodeterminación.
Falta propiciada y aprovechada por el enemigo para reforzar su penetración cultural en el "Colectivo Pueblo" (frase robada a un biólogo-investigador-poeta) el grupo poblacional mayoritario más afectado material, cultural y moralmente por la guerra.
Más bombardeado por todo tipo de información falsa, valores y aspiraciones enajenantes, reductoras de la capacidad de relacionar adecuadamente nuestros problemas con los de los demás, con los de nuestra Patria y con el acontecer mundial.
Adormeciendo nuestra conciencia de vivir en la guerra múltiple que nos han declarado los amos del gran capital, el enemigo ha logrado entorpecer los primeros pasos hacia nuestra cultura de resistencia dados de la mano del comandante Hugo Chávez y, más grave aún, ha logrado torcer perversamente la razón de ser del Proyecto Bolivariano. Nos ha engringolado y nos ha puesto a repetir como loros ante cualquier dificultad, una especie de mantra autodestructivo: "...es culpa de Maduro", sin darnos cuenta que estamos cayendo en el juego de quienes lo demonizan por ser el principal contendiente a derrotar.
Situación que obliga al Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (Gppsb) y al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), integrante mayoritario del mismo, a ampliar la base de votantes con el fin de contar con la plataforma política necesaria para reactivar lo antes posible la conformación de nuestra propia cultura de la resistencia. Ampliación muy difícil de lograr con una campaña electoral convencional con base en discursos, cuñas y mensajes que no interesan ni seducen a un Colectivo Pueblo que está pasando mucho trabajo y está siendo manipulado para no votar o votar en contra de sus intereses, sobre la base de que todo lo malo que ocurre o lo bueno que deja de ocurrir "… es culpa de Maduro".
*Por ello, propongo al GPP y al PSUV* que convoquen a creadores, artistas, comunicadores y estudiantes del Colectivo Pueblo a un concurso de ideas orientadas a instrumentar un hilo informativo sencillo y visualmente atractivo —independiente de las propagandas de los candidatos— que permita difundir en la calle, medios y redes las características y restricciones impuestas por la guerra y los esfuerzos que ha hecho y está haciendo el presidente Nicolás Maduro para atenuarlos.
Somos un país presidencialista y la imagen del Presidente influye en cualquier proceso electoral. Ganar las próximas elecciones da la oportunidad a las nuevas autoridades y al Colectivo Pueblo de exigir rectificaciones al Presidente y al resto del Gobierno, de re-impulsar nuestra cultura de resistencia y de hermanarnos en un gran Colectivo Internacional de Pueblos.
¡Venceremos!*