El Dedo en el estado Mérida, y las ansias de poder, sin tener pueblo
Por: José Antonio Velásquez
Domingo, 11/07/2021 02:56 PM
En este artículo, voy a traer a colación algo que preocupa al pueblo de a pie, del municipio Alberto Adriani del estado bolivariano de Mérida, este articulo va a tratar de la repercusión del DEDO, en la política en Mérida. Debemos evitar que el dedo se imponga. Con nuestro comandante eterno estuvimos construyendo nuestra fortaleza en tener una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, para que el renacer generalizado de la democracia, no se convirtiera otra vez, en una breve esperanza para el pueblo venezolano. Ante este desafió, supimos triunfar con nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías, así vivimos por un periodo prolongado de 13 años, la DEMOCRCIA PARTICIPATIVA.
Cuando llego nuestro Comandante Hugo Chávez al poder 1998, nuestros desafíos y horizontes cambiaron para bien, otras políticas, y por consiguientes nuevos debates. Pero, por lo que paso en las asambleas de postulaciones el 27/06/2021, en el municipio Alberto Adriani, estamos dando 1000 pasos atrás, que para recuperar este atraso nos va a costar una bola y parte de otra, si no se toman los correctivos correspondientes. El DEDO y su PODER pueden desvirtuar la voluntad del pueblo; pueden alterar la competencia electoral; sobornar, dictar políticas sucias, tornar frágil a la democracia, para perjudicar al pueblo de a pie.
La discusión sobre un tema de esta importancia, para algunos “políticos” no tiene la relevancia equivalente al peligro que representa. El edificio democrático participativo, que encabezo nuestro comandante supremo Hugo Chávez, puede derrumbarse si el voto es desplazado por el DEDO, este DEDO decide imponer candidatos, violentando los resultados de un pueblo que voto en favor de un candidato, en donde cifro sus esperanzas, alejando al pueblo del gobierno.
La razón de este artículo es aportar un conjunto de datos y reflexiones que estimulen al gobierno o a la comisión electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a rectificar de la cuestión y que, en la medida de lo posible, ayuden a disminuir los riesgos de una posible pérdida de la alcaldía del municipio Alberto Adriani del estado bolivariano de Mérida, que costó mucho recuperarla, imponiendo candidatos, o sacando candidatos, en donde el pueblo de a pie cifro sus esperanzas. Desde hace rato, el DEDO en la República Bolivariana de Venezuela es influyente en la política. Pero lo más grave es, que el DEDO del PODER se concentra en pocas manos. No se trata de la imposición del DEDO en abstracto, sino de los intereses que representa el DEDO. Esos intereses pueden y a menudo logran pesar más que la expresión de la voluntad popular.
Una de las funciones de la democracia participativa es redistribuir el poder para garantizar a los individuos el ejercicio de sus derechos. Pero para lograr la organización del poder en la sociedad, la democracia, a su vez, precisa poder. El DEDO crea un poder de hecho que compite con esa necesidad. Quién tiene el poder en la sociedad, los que han sido elegidos u otros?¿Qué pasa cuando el Estado carece de credibilidad para hacer cumplir los resultados de las asambleas de postulados en el municipio Alberto Adriani, del estado Bolivariano de Mérida? ¿Cómo funciona una democracia cuyo Estado y sus elegidos dependen más bien del poder de las minorías del DEDO que de la legitimidad mayoritaria?.
El DEDO puede hacer peligrar la creencia de los miembros de una sociedad en que la democracia participativa es el mejor sistema para mejorar su bienestar. La democracia participativa es una novedad en nuestra historia. Para lograr su fin, debe desaparecer el poder del DEDO para que los derechos sean efectivamente gozados por el mayor número posible de habitantes. La organización responsable de esta tarea reside en el Estado, que debe actuar para hacer efectiva la voluntad de la mayoría social en el marco del Estado democrático de derecho.
Es lógico entonces que los que verán su bienestar afectado por estas decisiones del PODER del DEDO en el municipio Alberto Adriani del estado bolivariano de Mérida, procuren influir en ellas. Es esencia de la democracia participativa que los ciudadanos influyan en la política, ejerciendo su derecho a elegir y ser elegido, a expresarse, a manifestarse, a hacer política. Pero la política en el municipio Alberto Adriani, del estado Bolivariano de Mérida, es, cada vez más dependiente del DEDO y, por tanto, lo que cada uno de los ciudadanos puede aportar es desigual. La influencia excesiva del DEDO es aún más perjudicial para la democracia participativa cuando su origen es ilícito, pues permite que CANDIDATOS MEDIOCRES, pueda tener acceso al poder político, sin TENER PUEBLO.
Solo el Pueblo Salva al Pueblo.
Leales Siempre, Traidores Nunca.
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.