"El cristianismo es la profecía de la igualdad, y la fraternidad entre los hombres. El socialismo es la oportunidad histórica, y material de hacerla realidad".
Bosco Parra.
El socialismo del siglo XXI, en Venezuela, debe tomar como alimento las fuentes originales de nuestros modos de vida, lo que Mariátegui decía: El socialismo indo americano: "En las décadas de los 60 y 70 se produjo en la Iglesia la polémica sobre si los cristianos podían ser socialistas. Habían surgido los cristianos por el socialismo, fuertes, en Chile, pero aquí también con la Izquierda Cristiana, procedente de COPEI…", "había una vez una Juventud Revolucionaria Copeyana-había una vez- y parte de ella, la parte de Izquierda Revolucionaria verdadera levantaba las banderas del socialismo. Luego eso se acabó con el Pacto de Punto Fijo, y todo lo que vino luego,"… Sólo que en ese momento el socialismo se identificaba con comunismo, y éste partía con el ala rota del ateísmo, de lo cual se sirvió el Vaticano para atacarlo. "Hoy, cuando se aclaran las cosas y estamos ante dos concepciones globales contra -puestas-capitalismo y socialismo- uno entiende que en la practica cristiana del Reino de Dios se prefiere a los pobres, al hombre nuevo". Hugo Chávez Frías. Aló Presidente, programa No.272 (radial). 05/03/2007. Fin de la cita.
La Izquierda Cristiana, de la cual en mi juventud formé parte, era una corriente revolucionaria, que propugnó en su momento construir el socialismo. Su horizonte histórico era la superación de la explotación, y toda forma de dominación, a partir de de una inspiración humanista, y cristiana, e integradora del conjunto de las expresiones espirituales de carácter liberador, que hoy levanta la "revolución bolivariana".
Su objetivo de lucha en esa época, era poner fin a la sociedad capitalista, fundamentada en la distribución desigual del poder, y los bienes sociales, (nueva geometría del poder en la reforma constitucional bolivariana derrotada en el 2007) en las formas de exclusión, discriminación, y violencia (esto era una de las causales de tan inseguridad, asesinatos, y sicariatos que existían en el país, hoy en el año 2021 elevados a la enésima potencia, ejemplos sobran: la cota 905 en Caracas ); hoy los patrones de explotación, dominio, y alienación que ejecutan árabes, chinos, e iraníes, son esclavizantés, y aberrantes. Hoy tenemos una aberración de sociedad capitalista que pone en peligro los equilibrios ambientales, y la sustentabilidad misma de la vida de la especie humana, y de la Tierra, el ejemplo más palpable el ecocidio que se lleva a cabo en el Arco Minero.
La actual revolución bolivariana neoliberal chatarrera es una etapa avanzada de la destrucción del país llamado Venezuela, por lo tanto, su aplicación constituye parte integral de la destrucción de las tesis económicas de capitalismo, y del socialismo, este engendro de miseria nadie lo entiende.
La Izquierda Cristiana tenía un empuje revolucionario por su carácter radicalmente anticapitalista, y antiimperialista, (hoy banderas de la revolución bolivariana) y por la envergadura, y profundidad del cambio social que se proponía contribuir a provocar. Se inspiraba en terminar los daños de escasez que el capitalismo generaba por carestía, egoísmo, y abuso (incomparable hoy en pleno año 2021, con la actual hiperinflación, la escasez, la especulación, y las mafias dolarizadas de los combustibles, los medicamentos, servicios médicos, la educación, la destrucción del aparato productivo etc.), también se aspiraba en aquella época, a la superación de los daños por exceso que hoy el derroche revolucionario se permite.
La Izquierda Cristiana sostenía que el eje principal de la construcción del socialismo era el empoderamiento de las comunidades en los espacios locales, centros de trabajo e instituciones educativas. La construcción del Poder Popular permitiría el establecimiento de relaciones sociales de cooperación, de modelos culturales, y de prácticas emancipadoras, y socialistas en el interior del modelo social dominante, que diseñaría la nueva sociedad (la explosión del poder comunal bolivariano). 22 años después de revolución bolivariana, lo que vemos es una farsa, y la imposición del tiránico, y decadente modelo cubano.
De este modo se abortó la fuerza necesaria para el desarrollo histórico de una supuesta transformación socialista, en sus cinco dimensiones: ética, espiritual, cultural, social, y política. Todo ha sido un vil engaño para acceder, y retener el poder, a costa de la pobreza, y la diáspora del pueblo venezolano.
El Poder Popular igual al modelo cubano es una farsa para aplicar el perverso control social, es una idea de la fuerza opresora, y un camino para una concepción totalitaria, y estalinista del socialismo, que destruye en gran medida la economía, la política, y el conjunto de las dimensiones de la vida social como sujeto, y objeto del control del pueblo.
Cuando Chávez decía en aquellos años, hay que apretar "Tuercas", entendía en mi "ingenuidad" que no quería un socialismo "ornitorrinco", es decir, una cosa rara: "un pájaro que pone huevos, y al mismo tiempo es mamífero".
Hoy en el 2021. Con empresas e infraestructuras del Estado quebradas, y siendo vendidos sus activos como chatarra, y controlando perversamente los recursos básicos. Pero con presencia de mafias privadas manejando buena parte de la economía de los bodegones, y markets de mercancías, e insumos de importación, y la legitimación de capitales, al mismo tiempo, la banca ahora en manos de mafias privadas, y metida en el negocio del lavado de dólares; hoy por hoy haciendo los mejores negocios de su historia, es algo contradictorio, cuando se ataca al imperialismo, y al mismo tiempo se mantienen altos patrones de consumo de una minoría sanguinaria, alentados desde el mismo gobierno.
Se podrá tener el poder político, que no lo es todo, si no hay un profundo cambio cultural y político, el cambio de las cabezas. Sino se cambia la mentalidad de la población, si no se construyen nuevos valores, una nueva ideología, en el mas estricto sentido de la palabra, aquí no habrá ningún cambio, y menos hacia esa farsa que hoy llaman socialismo, no habrá revolución. Y eso es más difícil que darle un pellizco a un bombillo: es ir contra los prejuicios, contra una carga que somos herederos sin saberlo. Del enemigo sabemos como defendernos, pero ¿Cómo lo hacemos de nuestros vicios, y prejuicios, y del fundamentalismo teocrático que nos invade silenciosamente? El Próximo paso, para salir de este mal llamado ‘bolivarianismo’ es la "revolución cultural", lo que implica que la revolución no siga secuestrada por los *Logroño*, que de revolucionarios no tienen un coño, que solo la emplean como medio para acceder a una riqueza súbita, y fácil. Esto es un reto muy grande, que implica un cambio de valores en la medula estructural de la conciencia, y de la conducta de la mayoría de los venezolanos, siendo un reto no solo para los revolucionarios, si no para toda la clase política, los que intentan transformar de verdad la realidad social de un país.
Los movimientos sociales tienen grandezas, y miserias, y avances con cambios significativos, y otros en que se protagonizan periodos ‘termidorianos’ de profundos retrocesos. Como el "ornitorrinco político" dualidad de mamíferos, y reptiles. En el avance revolucionario, predomina el mamífero. En las otras, su parte reptil acompaña la caída. La neo oligarquía económica invasora de árabes, y chinos, le agrada la parte reptil, y se opone e intenta destruir la parte mamífera. Ciertos teóricos de la izquierda parten de la tesis de que la revolución solo la puede hacer un mamífero integral, y se oponen al "ornitorrinco político" por reptil.