Lo que le faltaba a Nicolás Maduro para aumentar su nerviosismo es que el presidente de las Empresas Polar iniciara una precampaña presidencial. Imaginémoslo abiertamente recorriendo el país promocionando el revocatorio, en donde se irán a meter los altos jerarcas del partido rojo, rojito.
La nueva publicidad de La Polar hablada en su totalidad por su líder natural, presentando logros y trayectoria deja en el fondo un mensaje subliminal, sobre todo al final cuando dice con aquella fuerza, porque sí. No se buscó la voz de algún reconocido locutor, mucho menos la imagen de un joven modelo que proyectara continuidad, el vocero es el propio dueño, demostrando que si hay voluntad para enfrentar lo que sea.
Aquí se percibe una estrategia bien planificada sin ningún tipo de improvisaciones, manejada con el suficiente tiempo para irse organizando políticamente, se dice que a la calladita hasta tiene precandidatos a gobernadores apoyados por él, como lo es el famoso artista de telenovelas Jaime Araque, ya en campaña en un estado oriental.
Hasta en la gandola que aparece varias veces en la publicidad deja en el aire la fuerza del avance del plan para llegar a Miraflores, pareciera decir no nos detiene nadie ni nada. Más que cervezas en esa gandola vienen multiplicidad de proyectos de desarrollo para recuperar a Venezuela, proyectos que serán administrados por un gerente de nacimiento con la suficiente experiencia para lograr el bienestar de la patria de Bolívar.
El rostro de Mendoza no demuestra temor, expresa seguridad de lo que está haciendo. Que se olviden de causarle algún accidente en avión como a Renny Ottolina para detenerlo, Tiene sus propios aviones y helicópteros, sus propios escoltas, así que no será fácil meterle miedo para que se vaya del país. Lo que sí es seguro que ya el laboratorio de los allegados al gobierno comenzaran a investigar y fabricar por donde atacarlo, de repente cometan el error de convertirlo en mártir, aumentando la votación de Mendoza en una próxima elección presidencial.
Mendoza le pondrá fin al bochinche de las candidaturas de la oposición, la guerra de micrófonos entre Juan Guaidó, Leopoldo López y Capriles se convertirá en un periódico de ayer, su presencia reforzara la credibilidad de la gente a un nivel que el mismo voto chavista se volcara a apoyar al presidente de la Polar. También acabará con esa falsa oposición encabezada entre otros por Claudio Fermín y Eduardo Fernández, al menos dejaran de entrevistarlos en los medios oficialistas. Eliminara de raíz a los alacranes, que por más que critiquen a Maduro, todo el mundo sabe que fueron creados para dividir a la oposición.
Desde ya Maduro tiene que ir viendo quien será el candidato que enfrentará a Lorenzo Mendoza, no se sabe si será Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda o en una medida desesperada tratando de mantener el control total, por su juventud lanzaría a Nicolasito. Olvídense de Lacava o de Diosdado. Lo peor que puede hacer el madurismo es utilizar aquel trillado argumento que la familia Mendoza no le permitirá asumir esa candidatura, atacar a su familia es ir en contraposición del sentimiento de la familia venezolana que aprecia el esfuerzo de las Empresas Polar por el suministro de víveres y alimentos de excelente calidad.