"La mente rígida vive en un limbo facilista, distorsionado, y altamente peligroso, donde la verdad ha sido secuestrada en nombre de alguien o algo. Facilista, porque tapa el Sol con el dedo y se atrinchera en la lógica del dogmatismo, tratando de defender lo indefendible con argumentos simplistas: "Si siempre fue así, por algo es". Distorsionado, porque los procesos de toma de decisión que producen los sujetos inflexibles están saturados de sesgos y errores cognitivos, de los cuales no suelen estar conscientes. Y peligroso, porque cuando las personas rígidas son confrontadas o "acorraladas" con argumentos sólidos, se vuelven profundamente irascibles, autoritarias e impositivas".
Fin de la frase de Walter Riso.
Según la expresión coloquial de: "estar en el limbo", es casi igual al estar en Babia. o en las Batuecas, y se utiliza para señalar a quien está fuera del contexto cierto de la realidad, o que no se da, por enterado de lo que sucede en Venezuela, todo esto que ocurre en el país, ya carece del referente que tuvo hasta que el caos, cada día aprieta mas, porque el limbo parece haber dejado de existir hace pocos años por la decisión pontificia, de Ratzinger un papa, considerado conservador, ya que el limbo es una de las tradiciones más antiguas del catolicismo, según los fundadores de la iglesia católica, los cuales precisaron en su consistir, cuando enseñaron que el limbo no era, como el infierno, una pena aflictiva, sino que era como estar en la otra vida privados de la bendición de Dios, que es lo que les sucede a los no bautizados. Pío XII en octubre en el año de 1951 proclamó: "Un acto de amor puede bastar al adulto para conseguir la gracia santificante, y suplir al Bautismo; al que todavía no ha nacido, para el niño recién nacido no está abierto este camino". Por lo tanto, no se alcanza a entender por qué los papas siguientes, todos tradicionalistas como el actual han abolido el limbo. Nos parece que con la actual situación económica venezolana hemos llegado, al menos hipotéticamente, al meollo de la cuestión: Dada la dificultad de bautizar a un nuevo modelo político, de hacerlo, para no caer en una situación kafkiana. ¿Imaginemos, por un momento, lo que podría ser un bautizo de una economía productiva con un estado de derecho fuerte? Lo más sensato, aunque parezca una sutil manera de practicar el relativismo, debe ser el prescindir del limbo. Fin de la cita.
En Venezuela todo sigue igual, nada se ve distinto. La voracidad del virus económico, y político, con sus graves repercusiones sociales, continúan su paso destructivo, y lo que anda mal empeora irreversiblemente.
Económicamente no hay un plan de vuelo seguro. El país sigue sumergido en una ruptura del estado de derecho, y sometido a una perversa violación constitucional, y democrática, incapaz de dar albergue a las inversiones extranjeras productivas. Existen algunas, pero son muy raquíticas ligadas a los intereses políticos de quienes están en el poder.
A la luz de los últimos acontecimientos públicos, la política se ha convertido en una entropía que en cada ciclo arroja desesperanzas, donde, básicamente; con unos procesos electorales amañados e inconstitucionales, por antidemocráticos, que solo producirán el rechazo electoral de la población, en las próximas elecciones regionales, y municipales del 2021, de no corregirse esta anormalidad.
Probablemente, el gobierno bolivariano ceda algunas gobernaciones, y alcaldías en esos próximos comicios por dos razones elementales. La primera es que la falsaria oposición "electorera" no tiene absolutamente nada que perder, prácticamente, los candidatos, y posibles gobernantes de esa oposición falsaria, cuidan sus intereses al igual que los de la nomenklatura, el sostenimiento del país de hoy es inviable… el mismo gobierno bolivariano, les cedió las siglas de los partidos tradicionales opositores como AD y Copei.
Por otro lado, la revolución tiene un AS bajo la manga, como lo es el "Estado Comunal", cuestión esta que no ocultan, un proyecto ya rechazado por los venezolanos en el referéndum del 2007. Esto le permitirá, además de sus maniobras tradicionales, retener el poder de todo lo que llegue a perder, además, de que lo electoral estaría ligado a mecanismos de elección totalmente ajenos a los que nuestra carta magna manda, siendo una réplica fiel, y exacta del modelo cubano. Venezuela en este año 2021, se encuentra ausente de un liderazgo político capaz de generar los cambios que requiere la nación, incluso el mismo gobierno bolivariano, aunque intente enderezar este caos, no podría hacerlo, porque ha perdido el reconocimiento del mundo democrático, sin mencionar las numerosas acusaciones de violaciones sistemáticas a los derechos humanos que yacen en su contra.
Los venezolanos nos encontramos en una especie de limbo, como quien ve a los lejos, los derrumbes que poco a poco se acercan a sus hogares, como lo son el hambre, la miseria, y la pobreza. Sin embargo, la política venezolana en la actualidad, nos muestra dos caras: la política de fachadas, que se muestra públicamente, a través de los múltiples medios de comunicación, y redes sociales. La otra cara es el rostro de la política oculta, la de las estrategias, y decisiones destructivas económicas, y sociales, que lucen al rojo vivo.
Lo que se ve aguas adentro de nuestra nación, ciertamente el gobierno es fuerte, dentro de nuestras fronteras, pero se encuentra totalmente aislado. Ya que los manejos comerciales, económicos y financieros, bajo estas condiciones, son cada vez más ineficientes, día a día el colapso de la economía, y de la infraestructura pública es más grave.
Venezuela se encuentra en un limbo donde el aleteo de una mosca en la Gran Sabana se siente hasta en Isla de Aves. La política en nuestro país, ha perdido la capacidad de control que tenían sus operadores, de todos los bandos: centro, derecha e izquierda.