De cómo Colombia se convirtió en la Caín de América Latina… en la monstruosidad que es hoy…

Sábado, 07/08/2021 03:42 AM

1.-En Colombia, convergieron multitud de conquistadores abominables que habría de dejar sus pútridas simientes a lo largo de sus bestiales correrías. Hoy el pueblo de Colombia, en su memoria herida y selectiva, echa abajo esos monumentos de criminales como Nicolás Federmann, Sebastián Benalcázar y Gonzalo Jiménez de Quesada. De estos tres monstruos habría de surgir la clase dominante de Colombia: los Francisco de Paula Santander, los Francisco Soto, los Florentinos González, los Vicente Azuero, los José María Obando y José Hilario López, y de éstos sus tataranietos: los Santos, los Pastrana, los Álvaro Uribe Vélez y los Ivancitos Duques…

2.- Fue en Colombia, donde asesinaron arteramente al Abel de América Antonio José de Sucre, el genio de la humanidad en la guerra, el que en Ayacucho selló la libertad de todo este continente. Y los cabecillas que urdieron este monstruoso asesinato, habrían de ser todos presidentes de la republiquita vil y deprimente (la que volvería adoptar con orgullo, el nombre de colonial) de Nueva Granada.

3.-Uno de aquellos canallas ductores de Francisco de Paula Santander, fueron los Azueros, unos tipos provenientes del Socorro, los cuales estaban todos tocados por un afán de lectura un tanto desordenada. El más sobresaliente era Vicente. Juan Nepomuceno, siete años mayor que su hermano Vicente estaba igualmente influenciado por las lecturas religiosas, escogió el camino del sacerdocio. Con este propósito llegó muy joven a Santa Fe, para ingresar al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, y más tarde se recibió como sacerdote en el

4.- Seminario Mayor. Era un hombre muy irritable, violento. Defendía el precepto con el cual se pretendía que el hombre, en tanto ser irracional, debía vivir según principios estrictamente lógicos.

5.- Así se fue imponiendo poco ese leguleyismo atroz que le deformó a tantos políticos en ese país; se atosigaron de la lectura de los enciclopedistas y sufrieron una crisis cerebral que le invalidó el pensamiento propio. Pasaban por ese mal letroso, virulento, que consiste en creer que sólo con las palabras se pueden arreglar los males sociales. Luego de esta gravedad, sintieron una fuerte pérdida de la fe cristiana, y más que pérdida, un aborrecimiento por cuanto tuviese que ver con dogmas y principios católicos, pero en el fondo eran temeroso de todo lo que tuviese que ver con pensar por sí mismos.

6.-Tanto Juan Nepomuceno como Vicente tenían la manía de traducir periódicos que llegaban de Francia. Eran traducciones que expresaban más las ideas del traductor que del propio autor. Para este empeño, utilizaban los auxilios de varios canónigos del Colegio San Bartolomé, donde había una locura anticatólica muy bien trajeados con hábitos de secta religiosa. Un día recibieron un trabajo escrito por el filósofo Jeremías Bentham, que fue la piedra de toque para formalizar toda la estructura de tipo moral que anidaba en ellos. Decía aquel artículo, incluido en parte de la obra La defensa de la usura: "Si un hombre roba los fondos públicos, él se enriquece, y a nadie empobrece, porque el perjuicio que hace a los individuos se reduce a partes impalpables..." Los fundamentos que propugnaba la filosofía del beneficio propio y cuya sustentación radicaba en que cada quien debía ser juez de su propia utilidad.

7.- Continuaba diciendo: "La lógica de la utilidad consiste en partir del cálculo, o de la comparación de las penas y de los placeres en todas las operaciones del juicio, y en no comprender en ella alguna otra idea. Soy partidario del principio de la utilidad cuando mido la aprobación de un acto privado o público por su tendencia a producir penas o placeres: cuando me sirvo de las voces justo, injusto, moral, inmoral, bueno, malo... La virtud no es un bien sino por lo que produce los placeres que se derivan de ellas, y el vicio no es un mal sino por las penas que son consecuencia de él. El bien moral no es bien sino por la tendencia a producir bienes físicos; y el mal moral no es mal sino por su tendencia a producir males físicos; pero cuando digo físico entiendo las penas y los placeres de los sentidos".

8.- Los temblores que provoca Napoleón en Europa sacuden a la América española. En 1809, el precursor Antonio Nariño cae nuevamente prisionero por conspirador. Mucho tuvo que ver en esta delación la lengua tenebrosa de Vicente Azuero. Lo que va a suceder ahora, por causa de la debilidad de muchos, es una sucia lucha entre los ricos criollos que quieren administrar los tesoros del Estado. Comienza a funcionar la maquinaria que dominara Colombia durante más de dos siglos. No es cierto que todos aquellos que tendrían una figuración importante al rebelarse contra los godos, estuvieran pensando en una patria grande, o en la gloriosa confederación americana, ni en los principios igualitarios que propagó la Francia revolucionaria. Los más zorros se plegarán a los principios republicanos, sólo como un pretexto para hacerse de los bienes de los realistas, de los inmensos recursos que detectan los virreyes, los godos de la casa moribunda del Rey Fernando VII. (continuaremos en otro trabajo…).

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