Cambio climático, caos ambiental y el océano Antártico

Sábado, 14/08/2021 04:29 AM

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, elaborado por 200 científicos de 60 países, en su informe previó que el mundo se calentaría 1,5º C, entre los años 2040 y 2052, pero ahora, se espera que ocurra antes del año 2030, y es probable que el planeta Tierra se caliente aún más en los próximos 20 años, o sea, una década antes de lo que habían vaticinado los científicos, por lo que, las olas de calor, inundaciones, sequías y grandes incendios, se volverán más frecuentes e intensos, según ha concluido el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), denominado: "Código rojo para la humanidad". Este informe sobre el cambio climático, concluye que es inequívoco que "la influencia humana haya calentado la atmósfera, los océanos y la tierra". El empeoramiento está garantizado, pues desde 1970, las temperaturas de la superficie global se han incrementado más rápido que en cualquier otro período de 50 años durante los últimos 2.000 años, mientras que los últimos 5 años y especialmente en la actualidad, han sido los más calurosos registrados desde 1850.

Se considera que 1,5ºC es el punto donde el cambio climático se vuelve mucho más peligroso. De ahí que el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático comprometiese a los países a limitar el calentamiento, pero ya se ha incrementado en 1,2°C. Al respecto, Antonio Gutérres, Secretario General de la ONU, afirma: "Las campanas de alarma son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable: las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles y la deforestación están asfixiando nuestro planeta y poniendo a miles de millones de personas en riesgo inmediato".

Por esta situación, el informe de la ONU, asevera que no podremos descartar todas estas consecuencias como la subida del nivel del mar que se acerque a los 2 metros a finales de este siglo, ni que el Ártico esté 'prácticamente libre de hielo marino' en septiembre al menos una vez antes de 2050 o que las olas de calor 'se hayan vuelto más frecuentes e intensas en la mayoría de las regiones terrestres'. El aumento del nivel del mar será un cambio irreversible durante cientos o quizá, miles de años,

Océano Antártico, el quinto del planeta Tierra

El 8 de junio es el "Día de los Océanos" y fue aprovechado por los Cartógrafos de la revista National Geographic para reconocer como el quinto océano de la Tierra, a la masa de agua que rodea completamente la Antártida y junto al Glacial Ártico son los únicos océanos en circundar el mundo de forma completa. La tierra firme es visible sobre el océano con 17.968 km de costa, y la superficie del océano Antártico es de 20.327.000 km², cifra que comprende a los mares periféricos, que en sentido horario son los siguientes:

· Mar de Haces o pasaje de Drake.

· Mar del Scotia.

· Mar de Weddell.

· Mar del Rey Haakon VII.

· Mar de Lázarev.

· Mar de Riiser Larsen.

· Mar de los Cosmonautas.

· Mar de la Cooperación.

· Mar de Davis.

· Mar de Mawson.

· Mar de Urville.

· Mar de Somov.

· Mar de Ross.

· Mar de Amundsen.

· Mar de Bellingshausen.

El océano Glacial Antártico o simplemente, océano Antártico o Austral, es parte del océano mundial pero su extensión es cuestionada. En general, se reconoce su existencia desde las costas de la Antártida hasta los 60° Sur, límite convencional con el Atlántico, Pacífico e Índico.

El océano Austral ha sido reconocido por los científicos durante mucho tiempo pero, como nunca hubo algún acuerdo internacional, no se había certificado de manera oficial, y esa masa de agua se extiende desde la costa de la Antártida hasta los 60º grados de latitud sur, sin contar con el pasaje de Drake y el mar de Scotia, y es el hogar vital para los ecosistemas marinos del hemisferio sur. Asimismo, tiene fronteras con 3 de los otros 4 océanos que existen en nuestro planeta Tierra: Atlántico, Índico y Pacífico, lo que hace que el océano Austral sea único es la Corriente Circumpolar Antártica que aísla a la Antártida de la influencia del 'mundo exterior', ya que impide que las masas de aire cálido lleguen al continente helado. De hecho, la Corriente Circumpolar Antártica tendría 34.000.000 de años y también sería responsable de que la ecología del océano Austral sea tan distinta a la de otras aguas y albergue de hábitat único para miles de especies.

Distintas organizaciones y países tienen puntos de vista que difieren respecto a la existencia y extensión del océano Antártico, aunque su presencia es tradicional en círculos marineros, y es catalogado bajo estas definiciones:

· Continente: Antártida.

· Superficie: 20.327.000 km².

· Profundidad media: 3.200 metros.

· Longitud de costa: 17.968 kilómetros.

Es importante resaltar que el océano Austral sirve como componente vital del clima cambiante del planeta Tierra, posee la única corriente global y utiliza aguas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico para transportar calor alrededor de nuestro mundo.

Lo que está en juego es demasiado importante, pues es la protección del área marina más grande de la Tierra, en el océano Antártico o Austral, extensión de 20.327.000 de km² que incluiría el mar de Weddell, amplia área de la Antártida Oriental y, más improbable pero no imposible, la península antártica. Conseguirlo o no es la decisión que debe tomar la comunidad internacional sobre un mar que es de todos y no es de nadie. El problema es que debe hacerse por unanimidad, y no es fácil. De hecho, el asunto lleva encallado desde 2012 para la zona más extensa propuesta (Antártida Oriental) por intereses que poco tienen que ver con su protección y mucho con la economía y la geopolítica. El pasado año de 2020, en una reunión que presidía España y que fue virtual, la decisión volvió a aplazarse para este año 2021.

La posición de los gobernantes reticentes debe cambiar, por la necesidad de proteger un océano tan lejano no es baladí. El océano Antártico es hoy uno de esos pocos espacios del planeta que prácticamente se han librado de la acción humana, con un equilibrio tan frágil como vulnerable que se está rompiendo tanto por acciones indirectas, como cambio climático y contaminación, como directas: la explotación pesquera en un contexto de crisis. Ningún informe científico duda de la necesidad de tomar medidas ya para no quedarnos sin ecosistemas únicos para siempre y se hace con la urgencia que apremia a medida que pasa el tiempo.

En fin, esta apuesta por crear nuevas áreas protegidas debe salir de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), que volverá a reunirse el 12/10/2021, y el problema es que de los 25 países miembros, incluyendo la Unión Europea, todos están a favor, menos Rusia y China. No obstante, de momento no ha habido forma de cambiar su criterio. Así las cosas, las fichas se mueven, pero el juego puede ser largo. La noticia positiva es que la inmensa mayoría de los países está a favor de preservar ese mar lejano y vulnerable, océano de hielos que tendría así el área marina protegida más grande del planeta Tierra.

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