Historias que parecen repetirse

Martes, 17/08/2021 07:34 AM

"La desmemoria es un don que otorga Dios a los deudores

para compensarlos por su falta de conciencia"

Ambroce Bierse.

Un día hermoso por allá en el año 2007 tuve la maravillosa oportunidad de estar con cuatro amigos del Comandante por invitación suya en su despacho.

Allí recuerdo que explicaba en un gráfico de una torta, como había tenido que tragar arena para conformar la única posibilidad de llegar al gobierno a través de un proceso de elecciones, más no al poder.

Su gráfico, al final termino dividido en cuatro pedazos, que según su apreciación al parecer por la naturaleza de sus integrantes parecían irreconciliables, sin embargo no dudo ese sacrificio personal por lograr el objetivo final.

Yo como hombre de letras, mientras dibujaba con gran destreza sus angustias, solo vi en aquel momento, al espectro de Bolívar nuevamente en Santa Fe de Bogotá descrito de magnífica manera por el "Gabo" en su magistral obra.

Observaba exactamente a un general en su laberinto. Hoy veo como al parecer se van materializando sus más horrendos temores.

Entonces, en aquel momento histórico y por la falta de visión por sus acompañantes del objetivo superior que era la consolidación de la Gran Colombia, veía inexorablemente su destrucción.

Unidad! Unidad! Unidad! Grito con su último aliento. Mientras el divisionismo, la intriga, los intereses personales, daban una estocada final a su noble y gran proyecto.

Hoy, a pesar del llamado desesperado del liderazgo de la Revolución Bolivariana, se deja ver el brotar a cuenta gotas dentro de los cuadros medios y algunos funcionarios de los gobiernos regionales y locales esta tendencia, ya que sin recato alguno, propician el desencuentro del pueblo contra el pueblo, solo por una calculada ecuación de mezquindad y oportunismo que temporalmente les beneficia. Las heridas se abren y dejan escurrir la sangre del desencanto y otros reclaman contra sus propios camaradas disidentes temporales, las retaliaciones merecidas por su falta de compromiso revolucionario.

Ya han pasado las horas suficientes para que nuestros líderes que se encontraban en contienda hagan presencia pública en los escenarios de sus competencias en conjunto, y desde allí hagan el llamado a la unidad del pueblo. No hacerlo sería el fracaso y dejar espacio para la derrota.

Nuestro Comandante supremo debe estar mirando con asombro lo que sucede con algunos personajes regionales y locales de esta revolución y para donde conducen sin clemencia el proceso revolucionario. No me puedo imaginar al líder de este proceso recordando al Gran Simón Bolívar:

-Vámonos! Vámonos que aquí no nos quiere nadie, decía Simón Bolívar al negro José Palacios mientras las bestias tiraban su carroza por las penumbrosas calles de Bogotá.

En la conciencia que nuevamente el pueblo pobre, el que conformo el Glorioso Ejército Libertador quedaba a su suerte una vez más.

Esta grave situación debe ser entendida y rectificada por todos los actores de este maravilloso ejercicio de democracia. Repito por todos. El entendido de que la disidencia no es traición y menos aun en las estructuras fundamentales de la organización del pueblo. Mientras queda en mí el sabor amargo de que a lo mejor Eduardo Angeloz tiene razón cuando afirmo que:

"Universo cíclico, está habitado por hombres cíclicos que aparecen y reaparecen. No importa lo que hayan hecho o dejado de hacer, siempre habrá para ellos un lugar en el horizonte generoso de la desmemoria, nuestro pueblo siempre brinda nuevas oportunidades".

Sean felices, es gratis.

Paz y bien.

José Gregorio Palencia Colmenares.

(O lo que queda de él)

Escritor, poeta, articulista de medios.

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