Esta aseveración con la que decidí titular esta edición de mi columna, se la tome prestada de un amigo, quien leyendo algunas cosas que escribí en mi whatsapp, en respuesta a los resultados de los diálogos de México, y cuyo saldo fue la liberación de Freddy Guevara, con las repercusiones que sin duda una decisión como ésta tuvo en el ánimo de tantos revolucionarios y de tantas revolucionarias, fue la principal causa que me motivó a escribir estas líneas.
Este Diario de Cuarentena debió haber salido en el día de ayer, pero confieso no lo hice porque es evidente que ya no estoy escribiendo con la misma frecuencia con la que lo hacía antes. Evidentemente muchas cosas que están sucediendo en el marco de la gestión de las incertidumbres, además de otras razones, obligan por momentos a alejarse de estas lides.
Pero también, y como me indicó otro gran amigo y camarada, estamos en los tiempos en los que hay leer y oír al país. Sobre todo, al país de la provincia, de las regiones, del interior, al país profundo.
Como lo he señalado en las líneas precedentes, pese a que hay tantos acontecimientos en pleno desarrollo a nivel nacional e internacional, pero decidí decantarme por este último.
Indudablemente que en estos momentos el gobierno de Nicolás Maduro y el chavismo como fuerza política y espiritual luce cohesionada y muy sólida y se prepara para unos comicios regionales y municipales donde parte con considerables ventajas. Tiene todos los elementos que se requerirían para ganar casi todas las gobernaciones en el país y la mayoría de alcaldías, parlamentos regionales y Cámaras municipales.
Sin embargo, las actuales circunstancias y el nivel emocional del pueblo están muy afectado, e indudablemente la incertidumbre se ha convertido en una compañera en este viaje, así que cualquier cosa puede pasar el próximo 21 de noviembre.
Pese al nivel de cohesión y solidez enmarcada en una inusitada estabilidad política que comenzó a cimentarse desde el año 2019 a la fecha, entiendo también que el gobierno acudió a la cita de México obligado por las circunstancias ya que si bien tiene esa fortaleza política y ha logrado ir confinando y neutralizando a la extrema derecha venezolana, no obstante la situación económica y social se torna harta difícil en el marco de las Medidas Coercitivas Unilaterales, cuyo impacto negativo afecta a las venezolanas y a los venezolanos por igual, tanto al chavista más furibundo como al opositor más recalcitrante que pueda haber. Y es precisamente ese sector de la extrema derecha venezolana, que pese a ser un grupúsculo bien minoritario, sin embargo, son los principales gestores de la confiscación de activos del país por parte de EEUU y sus aliados de la Unión Europea.
Entiendo indudablemente que ambos sectores han sido obligados por las circunstancias, además de los recientes movimientos de la geopolítica internacional y de las necesidades energéticas de EEUU, a sentarse para llegar a un mínimo de acuerdos en los que ambos resulten medianamente beneficiados. EEUU con la necesaria provisión de petróleo para la satisfacción de sus necesidades energéticas como ya lo he indicado, y el Gobierno Bolivariano, para tener un respiro y contribuir al alivio de buena parte de las penurias que debemos padecer la inmensa mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas de a pie en este país.
Entiendo que a nivel mediático, y dentro del marco de la estrategia gubernamental resulta válido, mostrar que se logró sentar al sector más extremista de la oposición venezolana como un triunfo político podemos entenderlo perfectamente. Después que el sector de Guaidó y Capriles han apostado por las opciones de fuerza para lograr la defección del actual Primer Mandatario Nacional, y ante el fracaso de su estrategia desestabilizadora (por lo menos de momento) haberlos sentado en una mesa de negociaciones, y mostrarla como trofeo, tiene repercusiones sobre todo de cara a los aliados internacionales tanto de Guaidó, Capriles como del propio gobierno bolivariano. Sin embargo, la gestión económica y de prestación de calidad en los servicios públicos son tareas pendientes que no pueden olvidarse en estos momentos.
Y ni hablar de la pandemia, que aún y cuando hemos sido asediados y bloqueados para el acceso de las pruebas, tratamientos y vacunas para proteger a nuestra población, sin embargo, la gestión ha resultado altamente positiva, lográndose una reducción considerable de la incidencia de la enfermedad en el país, aunque no por ello podemos cantar victoria todavía.
Sin embargo, estas victorias no son totales ni perfectas, puesto que, a cambio de obtener ese triunfo, hubo que hacer la concesión de otorgarle una medida cautelar sustitutiva a uno de los dirigentes más violentos y extremistas de la oposición venezolana, implicado en todos los planes para llenar de sangre y violencia las calles del país para lograr el objetivo político del cambio de régimen en la República Bolivariana de Venezuela.
Como lo expresé en un grupo de whatsapp que administro y que generamos debates políticos interesantes, señalé como lo expresan dos refranes de mi país que: "La lengua es el castigo del cuerpo" y El que escupe para arriba, la saliva le cae en la cara". Hubo un inefable personaje de la política venezolana, que participó por cierto en los diálogos de México, quien hace unas semanas en una rueda de prensa señaló vehementemente que Freddy Guevara ni ninguno de los implicados en los planes golpistas del mes pasado y en las bandas de la Cota 905 saldría libre ni indultado "porque ya estaba bueno de conceder este tipo de concesiones, y que en el Gobierno Bolivariano no eran ningunos pendejos". Pues bien, la realidad que no es bonita ni fea, sino que simplemente es, a veces nos golpea en el rostro. Y si bien es cierto que hay un ajedrez político, a veces "calladitos nos vemos más bonitos". Ahí está Freddy Guevara libre de nuevo, suelto, y la gente caliente, desmoralizada y lidiando aún con la difícil cotidianidad. Dios quiera que eso no pase factura en un futuro no muy lejano.
Entiendo que en el marco de este tipo de negociaciones y con facilitación internacional y en el marco de la compleja situación que afronta el país en el marco de las políticas de asedio y bloqueo por parte de EEUU, hacer este tipo de concesiones no es nada fácil, y que tanto al sector de Guaidó- Capriles como al propio Gobierno Bolivariano deberán asumir los costos políticos que estas decisiones tendrán tanto para unos como para los otros. Pero también hay otras consideraciones importantes que hay que hacer.
Por ejemplo, me sumo a los planteamientos realizado vía twitter por la periodista Larissa Costas, quien señaló que la paz del país no puede ni debe apoyarse en la impunidad, o cuando menos no debe ser así en un proceso político que se precia de ser revolucionario. Una Revolución actúa con conciencia de clase y con justicia. Y es un principio del Derecho Internacional Público la reparación a las víctimas. No a la indulgencia con criminales. Y así como ella en lo personal: Yo no pacto con fascistas.
Es por ello, que también yo desde lo personal, me permitiría obsequiarles a algunos de los y las integrantes de nuestro Gobierno, y en especial de aquellos y aquellas que participan en los diálogos con los sectores más extremistas y violentos de la derecha venezolana, el Manifiesto de Cartagena, escrito el 15 de diciembre de 1.812 por nuestro Libertador y Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar.
Allí Bolívar hace un análisis descarnado sobre las causas de la pérdida de la Primera República. Pero aunque en anteriores artículos de mi autoría lo he hecho, quiero permitirme transcribir algunos fragmentos del referido documento:
"…Los códigos que consultaban nuestros magistrados no eran los que podían enseñarles la ciencia práctica del gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que, imaginándose repúblicas aéreas, han procurado alcanzar la perfección política, presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvimos filósofos por jefes; filantropía por legislación, dialéctica por táctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversión de principios y de cosas, el orden social se resintió extremadamente conmovido, y desde luego corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada."
"De aquí nació la impunidad de los delitos de Estado cometidos descaradamente por los descontentos, y particularmente por nuestros natos e implacables enemigos, los españoles europeos, que maliciosamente se habían quedado en nuestro país para tenerlo incesantemente inquieto y promover cuantas conjuraciones les permitían formar nuestros jueces perdonándolos siempre, aun cuando sus atentados eran tan enormes que se dirigían contra la salud pública."
"La doctrina que apoyaba esta conducta tenía su origen en las máximas filantrópicas de algunos escritores que defienden la no residencia de facultad en nadie, para privar de la vida a un hombre, aun en el caso de haber delinquido éste en el delito de lesa patria. Al abrigo de esta piadosa doctrina, a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar, porque los gobiernos liberales deben distinguirse por la clemencia. ¡Clemencia criminal que contribuyó más que nada a derribar la máquina que todavía no habíamos enteramente concluido!" (Resaltado y Subrayado del articulista).
Esperemos, como ya indiqué, que esta decisión de liberar a Guevara no pase factura en el futuro.
Y soy de los que piensa, y ojalá me equivoque, que ya se prepara nuevamente una nueva conspiración contra nuestra Patria. Dios quiera que tanto Bolívar como este servidor nos equivoquemos.
Ahí se las dejo
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!