La infección por el coronavirus ha sido sobredimensionada

Lunes, 06/09/2021 07:31 AM

Sin duda alguna la infección por el nuevo coronavirus, proyectada como pandemia por las élites, ha sido sobredimensionada de forma intencional-perversa con el objetivo de lograr un enorme impacto negativo en todos los ámbitos a escala mundial, y acelerar la construcción de un nuevo orden, favorable obviamente a la minoría poderosa. Y no se trata de paranoia la afirmación anterior, sino de una situación demostrable. En este sentido considérense los siguientes comentarios:

1.- Al declarar la pandemia, el director de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, admitió que lo hizo bajo presión de sectores poderosos, que necesitaban una excusa de peso ante la opinión pública y la comunidad internacional para llevar a cabo sus nefastos planes mundiales en el corto y mediano plazo. Y no es para nada casual que Tedros se haya reunido, por ejemplo, con representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional:

"El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha denunciado que el aumento de casos de coronavirus (Covid-19) fuera de China ha llevado a algunos medios y políticos a ‘presionar’ para que se declare una pandemia, sin embargo su uso sin un ‘análisis cuidadoso’ puede aumentar el ‘miedo innecesario’.

‘No deberíamos estar demasiado ansiosos por declarar una pandemia sin un análisis cuidadoso y claro de los hechos. El uso descuidado de la palabra pandemia no tiene ningún beneficio tangible, pero tiene un riesgo significativo en términos de amplificar el miedo y el estigma innecesarios e injustificados, y los sistemas paralizantes’ (…)

‘No solo estamos luchando para contener un virus y salvar vidas. También estamos en una lucha para contener el daño social y económico que podría causar una pandemia global’, para ello se está trabajando con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estimar el impacto económico potencial de la epidemia y desarrollar una estrategia y opciones de política para la mitigación" https://rubenhernandezinternacional.blogspot.com/2020/02/la-oms-lamenta-la-presion-politica-para_29.html

2.- Desde que fue declarada la pandemia por la OMS en marzo de 2020, hasta marzo de 2021, ni el 2% de la población del orbe había sido infectada (apenas unos 128 millones de infectados). Sin embargo hay que tener en cuenta los numerosos falsos positivos de las diferentes pruebas de detección y aquellos casos en los que un individuo ha padecido más de una vez la enfermedad; de manera que el porcentaje de infectados pudo haber sido mucho menor, lo que evidencia una morbilidad anual muy baja de la COVID-19, en comparación con la de otras patologías, como las enfermedades cerebro y cardio-vasculares, las afecciones respiratorias, las parasitosis y las virosis.

3.- De los supuestos 128 millones de infectados hasta marzo de 2021, sólo habían fallecido unos 2.800.000 ciudadanos, lo que representa una tasa de mortalidad de algo más de 2%, poco significante en comparación con la de pandemias del pasado (como la de peste negra en el siglo XV, las de viruela y la de gripe española en la segunda década del siglo XX) y con la de numerosas enfermedades que siguen azotando a la humanidad, pero a las que se ha restado importancia a pesar de que su peligrosidad se ha elevado de forma dramática por el aumento alarmante de la pobreza y la miseria, y por el estado deplorable de la sanidad pública. Demasiada relevancia mediática y atención global para una patología como la COVID-19, que es de riesgo solamente para los mayores de 60 años y para adultos, jóvenes y niños inmunosuprimidos o con enfermedades crónicas (salvo excepciones); es decir, se trata de una enfermedad oportunista, que generalmente no mata por sí sola, sino gracias al daño ocasionado por otras afecciones.

4.-Todo lo que se ha generado en diversos aspectos en el mundo entero tras ser declarada la pandemia, no hubiera ocurrido sin un escenario real o sobredimensionado de emergencia o catástrofe global, tal cual como lo ha sido la crisis por la COVID-19. Considérese que para aplicar medidas draconianas y avanzar en la consolidación de un nuevo orden planetario, de carácter corporativo-totalitario, y por tanto con gran impacto en lo económico y lo social, los Gobiernos y la élite económica necesitaban de un evento que justificara su retorcido proceder, de escala internacional y que representara en teoría un enorme peligro para la humanidad. El nuevo coronavirus se terminaría convirtiendo en algo así como un nuevo enemigo (teoría del enemigo necesario) para el Statu Quo, y por tanto había que combatirlo a como diera lugar.

Entonces a grandes males grandes soluciones, y en consecuencia los poderosos, a partir de las "recomendaciones" de la OMS al declarar la emergencia sanitaria, del desarrollo de una gigantesca campaña informativa-mediática sin precedentes para ninguna epidemia o pandemia, y de su idea de "solidaridad global", han tenido vía libre para:

-Crear e intentar consolidar una "nueva normalidad".

-Ejercer un mayor control social.

-Experimentar con la humanidad desde el punto de vista social-sanitario.

- Desmovilizar en buena medida a los pueblos y reducir la interacción.

- Manipular y atemorizar fuertemente a buena parte de la población de la Tierra.

-Violar masivamente los derechos humanos.

-Impulsar aún más al neoliberalismo.

- Hacer recortes sociales y laborales a granel.

- Crear un mundo más desigual y excluyente, con mayor pobreza y miseria.

- Destruir los aparatos productivos estatales y fortalecer el orden supranacional.

- Agilizar la formación de la sociedad digital-cibernética.

5.-La proliferación de "vacunas" en tiempo récord contra la COVID-19 y el fabuloso negocio originado a partir de ello, evidencia que la alta industria farmacéutica es uno de los sectores involucrados hasta la médula en el origen y desarrollo de la pandemia, y responsable en parte de que se haya sobredimensionado a la infección por el coronavirus. Muy posiblemente los propietarios de ciertos laboratorios aportaron su grano de arena a la presión que desde arriba empujó a la OMS a declarar la pandemia, escenario más que favorable para experimentar y obtener enormes ganancias en nombre del bienestar de la humanidad. Irónicamente las supuestas vacunas, de la compañía farmacéutica que sea, no han sido seguras en un elevado porcentaje (cercano al 100%), ocasionando graves reacciones adversas y hasta la muerte a numerosos individuos.

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