La pandemia ha develado las fallas de los gobiernos para atender y producir bienes y servicios públicos de calidad para la sociedad, lo que hace necesario revisar las estrategias utilizadas hasta ahora en materia de políticas públicas. En Venezuela la situación se complica aún más por su complejo contexto, producto de la lucha por el poder político y diatribas entre actores del gobierno y de la oposición, por las sanciones económicas-financieras y las desaciertas y erráticas decisiones del gobierno en estos últimos 10 años, llevando al país a la crisis más larga en materia de política y de políticas públicas. Es posible que los políticos que gobiernan, por distintas razones no vean o nieguen tal realidad (lo que Carlos Matus definió como "ceguera situacional"), mientras los venezolanos padecemos todos los días la inercia del gobierno y de sus políticas públicas. Insuficiencia de agua potable y su calidad, déficit en el transporte público, limitación en el suministro eléctrico, problemas en las telecomunicaciones, gas, vivienda, alimentación, salud, seguridad policial, seguridad jurídica, producción de alimentos, recolección de los desechos, educación, vialidad, combustibles, entre otros, afectando directamente la calidad de vida.
El gobierno usualmente subestima estas realidades, con expresiones como: "¡todo está bien!", "¡estamos por resolver!", "¡pronto se solucionará el problema!", o creando falsas expectativas en temas neurálgicos como la gasolina, electricidad y agua. Es factor común en los discursos de los políticos del gobierno, aludir al tema de las sanciones y el bloqueo económico para explicar sus mediocridades y justificar sus negligencias. Hasta el punto que el presidente Nicolás Maduro tuvo que señalar recientemente en cadena nacional de radio y televisión, https://www.youtube.com/watch?v=QSowXCYA8_c, que esas no eran excusas para dejar de resolver los problemas de gestión pública que les competen. Esta situación se viene acrecentando y ha acumulado más problemas que se están postergando, lo que dificultará a mediano y largo plazo su abordaje efectivo, implicando mayores esfuerzos y recursos que en la actualidad no existen, o son muy limitados. Inútilmente hemos visto como históricamente de manera recurrente los gobiernos en todos sus niveles, destinan inmensas cantidades de recursos presupuestarios para el financiamiento de mejoras en los servicios públicos, con infraestructuras que luego de ser inauguradas, repotenciadas o renovadas, en un corto tiempo se encuentran deterioradas, muchas inhabilitadas o nuevamente desmanteladas. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué en Venezuela una inversión social no puede mantenerse en el tiempo con un mínimo del presupuesto anual?
¿Por qué Proyectos, Programas y/o Políticas Públicas que hace poco tiempo fueron exitosas, hoy son desestimados, abandonados, o sustituidos por otros que no tienen ningún fundamento en el contexto nacional actual?
Para explicar tal situación, lo recomendable es comprender que hacer gestión pública y entregar resultados sostenibles en el tiempo, vinculados con los principales problemas, necesidades y exigencias ciudadanas, supera la visión centrada casi exclusivamente en el manejo de recursos presupuestarios y financieros, para situarse en la ciencia del análisis de las políticas públicas, y favorecer la eficacia y eficiencia en la gestión de los gobiernos. Ello implica, un abordaje de las políticas públicas desde una visión técnica y política, su proceso de construcción, viabilidad y sostenibilidad, valorando durante su trayecto los resultados y el impacto en la solución de los problemas. De igual manera, es importante analizar las relaciones de las políticas públicas con el contexto, y con los enfoques políticos de cada gobierno. En Venezuela se evidencia que los políticos asumen criterios para la gestión de políticas gubernamentales, desconociendo la concepción de políticas públicas, y en muchos casos las improvisaciones es la característica común.
Para empezar, hay que reiterarles a los políticos que gobiernan y a los que aspiran a hacerlo, que deben deponer sus resistencias al abordaje de las políticas públicas como ciencia. Graso error han cometido y cometen en el ejercicio de la gestión cada vez que subestiman la ciencia para gobernar y se inclinan o prefieren la improvisación, asumiendo que tienen "mucha experiencia", cuestión que hace falta y es importante pero no suficiente. Se impone de esta manera una visión unidimensional de la realidad para hacer gestión. ¿Se han preguntado alguna vez los políticos que gobiernan por qué los programas o proyectos de su gestión no se mantienen luego que abandonan el cargo?
Seguido, hay que señalar que las políticas se dan en una realidad contextual, pero quienes gobiernan tienden a copiar y pegar políticas públicas de otras latitudes, que tratan de adaptar, y al traducirlas en proyectos y/o programas, creen que también serán exitosas en su contexto, obviando que el diseño y análisis de políticas públicas implica un esfuerzo interdisciplinario y transdisciplinario de recursos mancomunados que articulen con la participación de todos los factores y actores necesarios.
Otro elemento a tomar en cuenta, es que no es lo mismo políticas gubernamentales y políticas públicas, la primera tiene un carácter descendente, unidimensional, unidireccional, vertical y subordinada, con tendencia autoritaria; la segunda es ascendente, se construye desde la base, es inclusiva, integral, participativa, horizontal. Al respecto refiere Vilas, (2011)1, "las políticas gubernamentales serían producto de decisiones "desde arriba"; las políticas públicas responderían a demandas e inquietudes "desde abajo", es decir, desde la sociedad, son concebidas como una esfera compartida por el Estado y la sociedad que reivindica el pluralismo social y político en la elaboración, implementación y evaluación de las políticas. Así concebidas las políticas públicas, dejan entonces de ser asunto exclusivo de funcionarios y políticos; su diseño, ejecución y evaluación devienen en instancias donde los actores sociales toman intervención activa y agregan más que su involucramiento político convencional (participación en elecciones y otras dimensiones de los regímenes democrático-representativos), a variadas modalidades de participación.
Desde este último enfoque planteamos nuestras propuestas. Donde las políticas públicas son producto del sistema institucional existente, en equilibrio con las fuerzas de todos los actores sociales, económicos y políticos, de las políticas anteriores y de las capacidades económicas y financieras del Estado (Fontaine, 2015)2. En otros términos, las políticas públicas son producto de la historia socio-cultural, socio-política y socio-económica de la realidad que les circunscribe. Donde la participación juega un papel fundamental, partiendo de las particularidades y características históricas de cada sociedad o comunidad.
En el actual contexto venezolano, a propósito de las negociaciones entre el gobierno y la oposición en México, es preciso indicar que es el momento oportuno para recordar que la política y las políticas públicas tienen relación recíproca, de tal manera que "…las políticas públicas son un factor común de la política y de las decisiones del gobierno y de la oposición. Así vista, la política puede ser analizada como la búsqueda para establecer o bloquear las políticas públicas sobre determinados temas, o influir en ellas" (Lahera, 2004)3.
Al respecto, debemos diferenciar entre política y políticas públicas. "La distinción entre política y políticas públicas coincide con la literatura académica y la política anglosajona entre politics y policies: la primera "se refiere a las luchas (electorales o de otra índole) por el ejercicio del poder y el modo de ejercerlo (los programas de gobierno y en general diseños de acción que dan unidad y coherencia a la variedad de intervenciones). Y la segunda, son las acciones de gobierno emprendida en campos determinados de la gestión pública" (Vilas, 2011). Cuando ambos conceptos se encuentran divorciados se genera una crisis institucional que se traduce en inestabilidad política y de gobernabilidad. Evidencia de lo que ocurre actualmente en Venezuela. Independiente de la ideología política, para restaurar las políticas públicas es necesario que en las negociaciones entre gobierno y oposición se establezcan acuerdos mínimos para que la política y las políticas públicas sean coherentes y engranen para alcanzar el desarrollo nacional. Cuestión bastante difícil en Venezuela sabiendo de la polarización política y los actores que la representan.
Por otra parte, analizar las políticas públicas significa siempre considerar la tendencia ideológica política con las cuales se definen. El enfoque conceptual determinará las políticas públicas que se diseñen. Su acertada escogencia debe estar en sintonía con la política, que permitirá dar sustentabilidad y perdurabilidad, lo cual en Venezuela no ha sido posible mantener. Unas de las principales causas de las debilidades y/o fracasos de las políticas públicas en Venezuela, están asociadas con dos factores fundamentales: 1) La ambigüedad del gobierno en su concepción ideológica de la política (liberal o socialista); 2) La diatriba que tienen los actores políticos que participan en la disputa por "el poder". Históricamente existen evidencias.
Para el período 1998 – 2013, luego de consolidarse en el poder político el presidente Hugo Chávez Frías (1998 – 2013), específicamente a partir del 2003, las políticas públicas en Venezuela comenzaron a tener más o menos sintonía con la política, pues, política y políticas públicas intentaban acompañarse y ser análogas, en la medida que se refundaban las bases de un nuevo Estado de Derecho y de Justicia Social por mandato constitucional. Para este período, Venezuela alcanzó los índices de desarrollo humano más altos de América Latina. Posterior a la muerte del presidente Chávez, se profundizaron las confrontaciones de dos modelos: el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI y el Capitalismo Neoliberal que busca su expansión mundial, concepciones de política y economía que históricamente antagonizan. De igual manera, ocurrió con la democracia participativa constitucionalmente prescrita y la democracia representativa que por años ha sido considerada el modelo globalmente seguido y generalmente aceptado e institucionalizado en casi todas las naciones del mundo. .
En Venezuela es necesario que los actores políticos en la disputa por el poder y que forcejean por imponer su ideología, se pongan de acuerdo para que los diseños de las próximas políticas públicas tengan viabilidad política y factibilidad económica.
Es determinante para la vida del país que la política y las políticas públicas se concilien. Hasta los momentos el gobierno se ha venido acercando a la doctrina liberal, concepción que ratifica en sus discursos oficiales con el famoso y vetusto modelo del "Estado de Bienestar", desmantelando el "Socialismo Bolivariano del Siglo XXI", logrando así aproximarse ideológicamente a la oposición venezolana. Incluso, ya hay acuerdos en materia económica al respecto, como la liberación de los precios, dolarización de facto de la economía, flexibilización laboral y gremial, desmontaje del control cambiario, la política económica para el "desarrollo" de los enclaves denominados Zonas Económicas Especiales y otras modificaciones e iniciativas legislativas como la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Ley Antibloqueo, esta última favoreciendo la privatización y ventas de algunos activos de la nación.
Se puede decir, que actualmente se están dando algunas condiciones para avanzar al restablecimiento de las políticas públicas en sinergia con la política y viceversa, aunque falta mucho por hacer. Dentro del debate político ideológico unos podrán estar de acuerdo, y otros no, pero lo urgente para el venezolano trabajador, el despolitizado ideológicamente, el que no milita en ningún partido político, para la mayoría que ha llevado todo el peso del desastre económico actual, es que se recomponga la reciprocidad entre la política y las políticas públicas en Venezuela.
1 http://cmvilas.com.ar/index.php/artículos/12-políticas-publicas/27-política-y-políticas-publicas-en-América-latina Publicado en Cristina Fioramonti y Paula Anaya, comps. El Estado y las políticas públicas en América Latina. La Plata: AECID/COPPPAL/Honorable Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, 2011, págs. 37-74.
2 Fontaine Guillaume (2015). El análisis de políticas públicas: Conceptos, teorías y métodos / Guillaume Fontaine ; prólogo de Joan Subirats. — Barcelona : Anthropos Editorial ; Quito : FLACSO Ecuador, 2015 000 p. ;24 cm. (Cuadernos A. Temas de Innovación Social ; 46) Bibliografía p. 000-000 ISBN 978-84-16421-21-3.
3 Lahera P. Eugenio (2004), Política y Políticas Públicas. Serie Políticas Sociales. CEPAL- División de Desarrollo Social. ISSN 1564-4162. Agosto de 2004. Santiago de Chile.
Rodolfo L. Delgado Aguilera.