"La burla dineros cuesta [o dineros quiere]"
Refrán
Un comerciante, de esos acostumbrados a invertir dinero en cuanto personaje se aparece dispuesto a mantener el capitalismo voraz y aplaudir cualquier acción del imperialismo; producto de haberse levantado adorando a los gringos; presa fácil de todo el sofisticado veneno elaborado por el aparato mediático de los Estados Unidos. En una larga conversación, después de referirse a la manera tan descarada de amenazar el Guaidó, como si fuera el encargado de utilizar la guillotina para decapitar a toda la población venezolana, si el gobierno, no cumple con todos los caprichos e imposiciones del gobierno estadounidense; terminó lanzándole un rosario de maldiciones, y se detuvo un instante al escuchar a su compañera de vida, quien en medio de su arraigado catolicismo le recordó: "Mira que, maldecir es malo"
Las palabras de la mujer, lejos de apaciguar semejante rabia del ofuscado vendedor, terminaron por despertar el berrinche de un hombre que, se siente casi al borde de la quiebra por el engaño, y la burla del presidente, que, no se sabe para cuándo; personaje por demás descarado, quien ha entrado en una etapa muy folklórica, tan parecido a los viciosos de los juegos de envite y azar que, se despiertan buscando el desquite y son capaces de empeñar a su propia progenitora por dinero, para estar nuevamente frente al reto de otros de sus mismos resabios. Todas las amenazas del personaje proclamado y programado por el imperialismo para hacer el trabajo necesario en la descomposición de un proyecto que, florecía, como un verdadero jardín en invierno, lamentablemente ha cumplido con parte de sus malsanos propósitos.
El hombre en medio de toda su frustración, por momentos hablaba con la voz tan fuerte que, daba la ligera impresión de estar regañando a los presentes; pero, al no conseguir desahogarse antes la grave situación, cada momento acusaba al personaje más falso de los últimos tiempos, como si estaba frente a él, a quien no es raro lo conviertan en un motivo especial para llevarlo al cine, como han hecho en Hollywood que, de la nada sacan un bufón dispuesto a engañar a su propia gente, con tal de entretenerlos y mantenerlos bajo el delirio del "sueño americano" algo totalmente al descubierto en los últimos años en medio de la gran desigualdad social del pueblo estadounidense. La expresión: ¡Cuando salió este vagabundo, yo fui uno de los apoyadores, pero, nunca pensé que, para tratar de sacar a Maduro, nos jodieran primero a nosotros" empieza a retumbar en la mente de los propios opositores!
Lo cierto, es, que, la mayoría de los venezolanos, están llevando "palos" o aguantando el chaparrón, una de las tantas expresiones que, se escuchan en la calle en respuesta al vendaval desatado por el miserable de Guaidó, quien alegremente cada momento repite "Las medidas continúan, mientras no hayan elecciones libres" no sé, si envalentonado o ca….: porque al otro lado, la reiterada expresión del presidente Nicolás Maduro, al referirse a este títere, en algún momento se cumple, por llevar el sentimiento del pueblo venezolano "Tiene que haber justicia severa porque es mucho el daño que le han hecho a la vida de la familia venezolana". Esto coincide con la acusación del amigo comerciante, quien, en un momento de desesperación dijo una gran verdad ¡Guaidó se burló de Venezuela! Pero, para darle más credibilidad a esta denuncia, aparece la declaración de la cámara de comercio de los Estados Unidos, el cual, alberga de todo, menos chavistas y públicamente pide eliminar estas medidas, porque los perjudica al frenar el comercio entre ambos países. Todo por la acción de Guaidó, el cual se ha convertido en una burla, con morisqueta peor que la pandemia.