Memorias de un escuálido en decadencia
80 años
Por: Roberto Malaver
Jueves, 16/09/2021 08:28 AM
De Bernabé Gutiérrez no supimos nada. Dijeron que se fue a la casa del partido en El paraíso, a celebrar los ochenta años del partido y parece que no pudo ni poner el himno porque se robaron el disco, y a lo mejor ahí se enteró de todo lo que le dijo Espoleta Allup, desde ratalacran hasta delincuente tarifado, por quedarse con la tarjeta blanca del glorioso partido de lo queda del pueblo. Espoleta Allup defendió la tarjeta de la manito peluda de la unidad, “porque con esa ganamos en el 2015”. Y a los que critican nuestra participación en las elecciones, les dijo: "si ustedes creen en la bomba atómica, estállenla. Si creen en la invasión, invadan, si cree que usted con llegar a Caracas el régimen cae, venga y llegue a La guaira y espere que el régimen caiga”. Es decir, se burló de todos los compañeros radicales, le dio más a los compañeros de la oposición que a la dictadura. Ya ni el himno del partido se escucha, y seguramente casi nadie sabe que fue el poeta Andrés Eloy Blanco el que escribió esa maravilla. Además, muchos compañeros tampoco saben ni siquiera quién fue Andrés Eloy Blanco, y del compañero Rómulo Gallegos ni te digo Diego donde dije Digo.
Y con el diálogo en México lindo y querido, la cosa se puso buena, porque nosotros incorporamos a Freddy –Guarimba- Guevara al diálogo, un hombre que sigue buscando el quinto punto cardinal, y cada vez que se pone de pie, todo el mundo se levanta por temor a que saque una bomba puputov y la tire ahí en plena mesa de diálogo, ante esa importantísima incorporación, el dictador también pidió incorporar a un diplomático que llaman Alex Clap, y que por lo visto los compañeros de Estados Unidos lo quieren también. Pensionado Ledezma dice que este Alex Clap es el tesorero de la dictadura, pero la verdad es que cuando nosotros declaramos algo contra alguien es porque generalmente es inocente. Allí tienen al Pollo –a la broaster- Carvajal, que lo meten preso cuando le da la gana al gobierno español para llamar la atención, y ahora le permitieron el asilo porque antes lo había solicitado y en fin, que tongo le dio a borondongo.
El papá de Margot anda por la sala del apartamento con las manos en la cabeza, y camina y llega hasta la pared y va diciendo: “No puede ser, no puede ser” Y vuelve otra vez y llega hasta la pared y se devuelve y dice: “No puede ser. No puede ser”. Y al final se va al cuarto y agarra la puerta y le mete ese coñazo tan fuerte que la vecina grita: “Múdate, muérgano, para ver si descansamos algún día”.
-Hoy día de tu cumpleaños te vengo a felicitar.- me canta Margot.