En la reciente torta que fue la reunión de la CELAC, maduro retó a dos presidentes a discutir sobre democracia, menos mal que no aceptaron porque la derrota de maduro hubiese sido espantosa. No obstante, el evasivo desafío nos da ocasión de proponer una interesante y postergada discusión de los problemas de nuestro sufrido país.
Nosotros proponemos un debate, entre el presidente maduro y representantes del chavismo consecuente con el pensamiento del Comandante, entre el madurismo y el chavismo chavista. Podríamos empezar discutiendo la falsificación grosera del Plan de la Patria, su eliminación de la internet, su sustitución grosera por un plan de la patria falso, capitalista, inicio de todo este desastre. Luego discutiríamos la política petrolera: ¿qué pasó realmente en PDVSA? Después discutiríamos el informe de la comisión de la ONU, que el fiscal despacha con una grosera calificación de panfleto, pero sin dar explicación de todas las acusaciones que mantienen al gobierno y a la fiscalía en juicio en la Corte Penal Internacional. Se hablaría de la desastrosa política económica, la calidad del gabinete ministerial. Se discutiría la censura en los medios oficiales, las campañas de desprestigio a los chavistas que protestan, se podrían discutir las mentiras del gobierno, las inhabilitaciones de candidatos a la carta, los chanchullos electorales.… y un amplio etcétera. Esta discusión sería más provechosa para el país que las discusiones que mantienen con su homólogo de la oposición gringa, o las que pensaba hacer con mandatarios que ni su nombre sabe. Lo esperamos en cualquier escenario, escoja Ud.
Por supuesto que el madurismo no aceptará la discusión, le huye a "la trinchera de ideas", prefiere "la trinchera de piedras", de esas tiene un camión, no toleran la mínima disidencia, se saben vulnerables ante la verdad. Allí está el atropello a Oscar Figuera, en la asamblea no le dan ni agua. Pero sirva el reto para dejar constancia que existe aquí adentro una disidencia revolucionaria, chavista, que no le permiten hablar, que no goza de las libertades de la derecha gringa de guaidó. Una resistencia revolucionaria a la traición madurista y a la colonización de la Patria.
No importa que el madurismo evite la realidad, que continúe viviendo en su burbuja. La realidad sigue hablando: allí está la terrible situación económica, la pérdida del salario, de la moneda, del empleo, la dependencia de la economía de la privatización en secreto de los bienes nacionales, de la venta de oro, de las remesas. Allí está la voz de los presos políticos, de los perseguidos, de los militares y civiles detenidos sin juicio, sin derecho a la defensa. Ellos hablan en silencio, la realidad siempre aparece y no se puede negar como se niega un debate.
Es inútil que el madurismo intente permanecer en el poder, sus días, con debate o sin debate, con presos o sin presos, están contados. El madurismo está agotado material y espiritualmente, no sabe qué hacer. En la reunión de la CELAC en México quedó demostrado, allá no pudieron presentar ningún logro, ¡nada! Trabajo pasaron los periodistas para sacar de la intervención algo sustancial… no lo lograron.
¡CHAVISMO DE CHÁVEZ!