El político e ideólogo, Simón Alberto Consalvi, en un texto publicado por la Fundación Rómulo Betancourt bajo el mismo título de nuestra propuesta para su lectura (Fundación Rómulo Betancourt. Caracas, 2008, pp. 127) se acercó a los discursos e intenciones del contradictorio político venezolano quien los realizara durante la fundación de la Organización de Estados Americanos (Bogotá). A título de referencia uno de los discursos en el texto de Consalvi: "Betancourt: La creación de la Organización de Estados Americanos en la Casa de Bolívar. Discurso de clausura de la IX Conferencia Internacional Americana pronunciada en la Casa de Bolívar el 31 de abril" (Idem, pág. 77).
El intelectual y diplomático Consalvi expone una corta pero muy interesante reflexión sobre Betancourt a lo largo del texto en cortos capítulos titulando al conjunto como: "Rómulo Betancourt en la Conferencia Interamericana de Bogotá, 1948" (Ibidem, pp. 5-41) con diferentes precisiones capitulares, a saber: "Marshall: ¡Estados Unidos no pueden solos con tantas responsabilidades" (pp. 11-14); "Betancourt: La visión desde el Sur" (pp. 15-23); "Lento viaje por tierra" (pág. 23); "La popularidad de Betancourt" (pp-24-27); "La muerte de Gaitán, Bogotá a las puertas del infierno" (pp. 27-31); "En la Casa de Bolívar, la ceremonia final: Betancourt lleva la palabra en nombre de todos los delegados" (pp. 31-35); "El Presidente Gallegos y la Conferencia de Bogotá" (pp. 35-38); "El debate en Venezuela, entre la comprensión y la fiesta" (pp. 38-41).
Cabe la pregunta por nuestro interés al proponer una corta exposición sobre Rómulo Betancourt sustentando nuestro discurso en una compilación realizada por Simón A. Consalvi y publicada por la fundación en mención cual, por cierto, contiene un apartado titulado: "El debate en Venezuela" (Idem. pp. 87-120) basado en publicaciones de prensa donde destacamos como también lo propone en su texto el propio ex-Canciller, Simón Alberto Consalvi, el artículo de Antonio Arraiz bajo el título: "La popularidad de Betancourt", escrito en Bogotá el 5 de abril de 1948 y publicado en El Nacional en Caracas en fecha del 6 de abril, 1948..
De reciente fecha se realizó la Cumbre de la CELAC en el marco del relanzamiento de esta organización después de las diferentes cruzadas que se fueran imponiendo en diferentes países de la América al sur del río Bravo y los espacios meridionales caribeños cercanos a la latinidad que representa la península de la Florida; durante dicha reunión se alcanzaron acuerdos, interesantes e importantes, hacia la "Unidad de América Latina y El Caribe" independientemente de la presencia de ciertas voces disonantes y ciertas "ausencias necesarias por incómodas" (para ellos). Dos momentos históricos por su significado con relación a la Organización de Estados Americanos en referencia a su fundación en Bogotá en 1948 como organización continental de todo el continente americano como su paulatino pero permanente proceso de deterioro y de extinción total y absoluta.
En el texto de S. A. Consalvi, en su análisis-exposición justificativo nos tropezamos con un subcapítulo en su exposición de motivos cual ya lo hemos mencionado más arriba referido al Secretario de Estado norteamericano, general George Marshall, quien imploraba en grito de auxilio (¿?) la incapacidad del imperio norteamericano en su "pleno desarrollo imperial post-Guerra-Mundial" y "los comienzo de la "Guerra Fría", en el escenario del continente suramericano y caribeño; es decir, la aplicación, en su praxis, de la "nueva etapa" de la "Doctrina Monroe" en su neo-implementación monroista.
Ante aquel imploro imperial, en Bogotá se vivían escenarios de protestas populares por el asesinato de Eliecer Gaitán; aquellos momentos colombianos se contraponen a la tranquilidad social durante la realización, en la ciudad-capital de México, la Cumbre de la CELAC en el referente marco de "unidad y paz suramericana y caribeña" imponiéndose una neo-agenda perfectible que se verá enriquecida, probablemente, en el transcurso del presente año y durante todo el próximo año 2022.
Son dos momentos históricos realizados en Bogotá y México con sus propias características cuales llaman poderosamente la atención en cuanto a la referencia por demás necesaria hacia los Estados Unidos de Norteamérica en cuanto a sus dos muy importantes situaciones, reales y objetivas, con respecto tanto a Bogotá como a México, que merecen unos cortos comentarios en el marco de la geopolítica mundial y su verdadero impacto con respecto a la "Otra América" cuando nos referimos a ese espacio geográfico que abarca desde el curso del río Bravo hasta las impresionantes pampas argentinas incluyendo las costas caribeñas.
En cuanto al primer escenario, es decir, Bogotá, era de toda lógica la presencia del referido delegado norteamericano más siendo general del ejército norteamericano en la fundación de la Organización de Estados Americanos. La realidad objetiva y demostrable de los EEUU de Norteamérica cuando acababa de salir triunfante como potencia mundial de la "Segunda Guerra Mundial" confrontándose con la "expansión comunista" tanto en la Europa Oriental como en China. Su presencia en Bogotá era de necesidad imperativa cuando tenía que asegurarse imponiéndole a los países fundadores americanos dos escenarios: su control en los espacios de "su patio trasero" y marcarles, definitivamente, la importancia y significado de la "Doctrina Monroe" como su permanente presencia en el tiempo histórico, el tiempo anti-comunista. Era la potencia occidental que lideraba la confrontación contra la Rusia Soviética ya denominada como la URSS.
En cuanto al segundo escenario para desgracia del "poder imperial norteamericano" los escenarios internacionales, realmente, no lo están favoreciendo y, para colmo de todos los males, cuasi al unísono, México propuso la celebración de la reunión de la CELAC en el marco de fuertes críticas hacia la OEA, fuertes críticas desde algunos de los participantes quienes llaman a su total desaparición lo que, en sí mismo, contiene una importante realidad geopolítica no solo fundamental sino dramática para el imperio norteamericano en momentos cuando acaba de ser derrotado como imperio, de nuevo, por un digno pueblo muy alejado de sus costas atlánticas y del Pacífico y cuyos guerreros provienen de la misma base del pueblo afgano. Realidades dramáticas para una potencia, la norteamericana, que cada día más se parece a aquella invasión de los "bárbaros germanos" cuando traspasaban las fronteras del Imperio Romano.
En ese mismo referente escenario, sin descuidarnos ni mirar sin observar, las derechas continentales, en sus misiones cruzadas, vienen siendo impactadas por las "voluntades populares" de manera democrática aún en el propio marco referente de la "Democracia representativa". En ese actual escenario es de toda lógica las provocaciones que se vienen ejecutando desde Bogotá con las anuencias de la IV Flota norteamericana cuando enfocan sus cañones hacia Venezuela. Es una necesidad imperiosa "el estallido de una guerra continental" cuando lo que está en juego y su supervivencia es el anti-hegelianismo y la salvación de la cristiandad. El "Santo Grial".
Por último, consideramos que es de obligación precisar alguna conclusión referente al político Rómulo Betancourt para la fecha y día de la fundación de la Organización de Estados Americanos, la OEA. Es de destacar que para la fecha fundacional aún no se había producido el "Golpe a Gallegos". Don Rómulo Betancourt, en su perfil sicológico, tenía dos enemigos perennes: Juan Vicente Gómez y Salvador de la Plaza. En sencillas palabras, un acérrimo odio hacia "lo militar significado como dictador más que como caudillo" y el "estalinismo" que se expresaba para Venezuela tanto en Salvador de la Plaza como y quizás aún más en Gustavo Machado. Dos fantasmas que lo radicalizaron a partir del día 31 de abril de 1948.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.