La solución socialista

Domingo, 10/10/2021 04:05 AM

La solución socialista comulga con todos aquellos que quieren salvar la vida y la humanidad. Hace años Al Gore, un ecologista demócrata quedó entrampado en sus análisis sobre el modelo de desarrollo del capitalismo cuando tuvo que reconocer que los cálculos no daban, un político avezado, científico y ecologista supo que era casi imposible sostener la vida animal, bosques, selvas húmedas, humedales, etc., con la tasa de destrucción. Gore terminó reconociendo que con este modelo de desarrollo, pero sobre todo en este modelo de sociedad, no era posible salvar la vida del planeta. Se requeriría que los líderes mundiales se comprometieran a racionalizar el sistema de explotación, lo que implicaba una racionalización de las ganancias, una mesura en la competencia, un concierto mundial sincero en favor del planeta; un mensaje dirigido a los grandes capitalistas y políticos mundiales, a veces confundidos en sus intereses, o muy homogéneos respecto a ellos. Sin embargo Al Gore sabía que de alguna manera los socialistas tenían; si no toda, parte de razón, respecto a cambiar la sociedad, su espíritu materialista.

Lo mismo sucedería con David Attenborough, el famoso documentalista y biólogo inglés, quien ahora cuenta 92 o 93 años. Es importante que se vea la cronología de su último trabajo documental vistas al deterioro de bosques, selvas y biodiversidad animal y especies extinguidas o en riesgo de desaparecer. Al final también Attenborough reconoce que sin un cambio radical del modelo de producción industrial y social, el planeta sufrirá un cambio drástico que acabaría con gran parte de la vida en el planeta, incluyendo a la misma humanidad.

Los políticos representantes del capitalismo se hacen los locos. Los chinos, que hacen planes a plazos muy largos, deben sospechar que si no cambian el modelo de producción industrial y de crecimiento económico no habrá una China grande ni siquiera dentro de 50 años. A los demás, no les importa. Parten del hecho de que estarán muertos para cuando todo termine, si van a morir poco les importa el futuro de la humanidad, sumidos en una especie de sobredosis placeres (en una sobre dosis de vanidad)

¿Qué yace detrás del capitalismo? ¿La libertad? ¿La democracia? ¿Qué mueve a los líderes del planeta? ¡La vanidad!

Nadie le puede quitar méritos a los avances científicos y tecnológicos ni a sus creadores. El mérito de tantos genios, de tantas mentes brillantes, lo ensombrecen aquellos que hacen de estos inventos formas de enriquecer a capitalistas presumidos e insulsos. Estos financian sus investigaciones para luego apropiárselas y dar un paso más en la carrera comercial, en el ranking de los más ricos, famosos y ostentosos.

El modelo moral y espiritual de nuestra sociedad es ese, tener mucho dinero como Musk o Jeff Bezos. Solo hay que ver la lógica que usan los conductores de los programas mañaneros de farándula para sazonar sus chismes, para juzgar el éxito y el talento… Y eso es lo que mira y escucha y aprende la masa en TV, en Youtube, Instagram, Tuiter, Tick Tock etc. Yo diría que hay ahí mucha gente habilidosa, realmente genial tratando de abrirse un espacio para ganar dinero y seguir haciendo lo que mejor sabe hacer. Pero en el mayor de los casos la codicia vence al talento, descubren su instinto de embaucadores, de vividores de la mentira. Otros, más honesto, apuestan directamente en la "lotería de Babilonia" que es internet, casinos, o retos que te premien con dólares, o especulando con criptomonedas, o simplemente estafando a todo un mundo de pendejos.

El mundillo de los "talentos", emula al juego de la pirámide, y el juego de la pirámide al capitalismo. Es una estafa. Así como no todos podemos ser Musk o Bezos, es decir, multimillonarios, no todos los youtuber o ticktockers serán ricos y famosos, gracias a la magia de la tecnología se van a convertir en millonarios, pero basta con ver cuántos lo intentan para tener una idea de lo que pasa en el planeta, de dónde pende la humanidad. Albañiles que venden sus "secretos", médicos que desvelan los misterios de la medicina, tutoriales para aprender lo que sea (esos me gustan), mujeres meneando su culo, modelos que no lo son, ociosos y ociosas, cocineros que no los son, y los que sí parece que cocinan, uno se pregunta: ¡y qué pasó con sus restaurantes!…. Y la pirámide es la pirámide.

Cambiar la sociedad es fundamental para salvar a la humanidad y la vida que la sostiene, un mundo sin nuestra presencia nunca lo conoceremos. Y es que la vida no se acabará tan fácil, pero la vida humana y la de todas las especies que le dan sustento, sí.

Lo que preserva a la especie humana es la memoria y la herencia, su obra, su legado espiritual, el cual se engrandece al pasar de los años. La gloria acumulada estimula la obra humana y prolonga la permanencia de nuestra especie, viva, en la tierra o donde sea que llegue su huella.

Lamentablemente el capitalismo ha torcido los ideales de grandeza, el instinto más débil y más mezquino, el del mercader, se ha enseñoreado sobre el humano creador. El ser humano dios ha sido vencido por un hombrecito sin gloria pero con riquezas, con dinero, con oro acumulado, como Midas el codicioso, sin poder comprar con él su inmortalidad, ni siquiera la felicidad, porque sin obra y sin memoria no hay felicidad posible (alguien dijo que la felicidad es un cúmulo de pequeños momentos felices que al tiempo en que los experimentamos nunca somos conscientes de que lo fuimos. Sólo ese recuerdo, la memoria, nos hace conscientes de que hemos sido realmente felices).

Vale la pena luchar para preservar la vida y la propia especie, esa causa justifica cualquier existencia digna. Inclusive morir por ello, como Che Guevara (39 años), como Bolívar (43 años), como Chávez (56 años). Morir de viejo sin haberlo intentado, sin haber luchado alguna vez por la humanidad, o contribuir a su obra; morir sin gloria y sin memoria, es muy triste.

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