Desde hace rato, hay un ataque verbal muy fuerte y descarnado, entre los diferentes sectores políticos de la oposición que hace vida en Venezuela…es para "agarrar palco" y evaluar todas las cosas que se están diciendo los dirigentes políticos de la derecha "venezolana" y de la ultraderecha "nacional"…y que me recuerda mucho a un refrán popular que dice: "ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón"…y todo viene a la posibilidad cierta, de realizar una reflexión política, sobre una serie de interrogantes: ¿Por qué desde Colombia, están surgiendo denuncias sobre casos de corrupción en el manejo administrativo de la empresa Monómeros?...¿por qué ahora, Primero justicia dice que no tiene nada que ver con los manejos dolosos en Monómeros?...¿por qué Voluntad Popular dice que todos los del G4 , son responsables de las decisiones gerenciales tomadas en Monómeros y en Citgo?...¿por qué el sector opositor de la ultraderecha mayamera acusa al coordinador de Voluntad Popular y prófugo de la justicia, del manejo sin rendición de cuentas de millones de dólares?...
Algo está ocurriendo al interior del mundo opositor venezolano…cuando las peores acusaciones sobre ladronismo, se la están haciendo entre ellos mismos…que hasta el sector más moderado de la derecha, emitieron un comunicado en la consideran que debe aplicarse la justicia imparcial y sancionar a los que hayan cometido delitos contra la cosa pública…son tantos los escándalos que sobre corrupción se están haciendo, que hay todo un desmarcaje con el gobierno interino…al que no justifican su existencia (si es que alguna vez existió de verdad – verdad)…y que de manera increíble, los opositores venezolanos que viven en Miami, Bogotá y Madrid…están marcando distancia, tanto del autoproclamado, como del prófugo de la justicia…y les preguntan: ¿en dónde está el dinero del llamado "Cucutazo"?...¿y todo lo recibido por ayuda humanitaria?...¿y los millones de dólares recibidos por los organismos pertenecientes al imperio estadounidense?...hasta los opositores dicen que no le queda claro que pasó con la condonación de una gigantesca deuda petrolera que tiene Paraguay y el posible cobro de comisión…
Un ladrón grita: ¡allá va el ladrón!...